Un servicio genuino al Señor

Introducción

Cita bíblica: 1 Cr. 29:5 “oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?”

I. Un servicio voluntario

“¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?”

La pregunta debe hacerse personal. No esperes la respuesta de alguien para tu decidirte a servir. Toma la decisión por ti mismo para servir al Señor, recuerda muy bien que la salvación no es colectiva y los galardones tampoco.

Observemos el caso de Isaías, la pregunta fue “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?” (Is. 6:8) La respuesta de Isaías fue “YO!” Aquí estoy yo! Esto también trae a la memoria la expresión de Pablo de que “No fui rebelde a la visión celestial” Hch. 26:19.

Nadie te obliga a servir, pero dime, ¿Cómo no servir a aquel que se dio como ofrenda en favor de mí? como no decir como Pablo “Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aún yo mismo me gastaré del todo por amor a vuestras almas, aunque amándoos más sea amado menos. (2 Co. 1:15)”

II. Un servicio personal

“¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?”

El ministerio que nosotros recibimos de parte del Señor es personal. No podemos ser siervos si dependemos de alguien para servir al Señor. Esto significa que, aunque los demás se vuelvan atrás, yo no lo haré.

Josué

Este es un hermoso ejemplo de servicio y rendición al Señor. En Josué 24:14-15 están las referencia de Josué sobre su profunda decisión de servir al Dios vivo y verdadero antes que a los otros dioses. El término “PERO” emplea un contraste entre lo que él haría y lo que los demás haría. Él no se deja llevar por los demás, toma su determinación en base a lo que ve mejor y lo que sabe que es la voluntad del Señor.

Jesús

Jesucristo es uno de nuestros mayores referentes de que no importa quien te abandone, debes continuar con tu labor. Los discípulos prometieron estar con Cristo el día de su arresto y más allá, pero vemos que esto no fue así (Mr. 14:50). Jesús continuó con su servicio.

Pablo

El apóstol a las naciones también experimentó el servicio al Señor en medio del desamparo. 2 Timoteo 4:16-18 nos narra como en su primera defensa ninguno estuvo en su lado, sino que todos lo abandonaron. Pero él había sido llamado a un ministerio específico (Hechos 9:15; 22:21; Ro. 11:13; Ef. 3:8) y debía cumplirlo sin importar lo que ocurriera.

Dejar de servir porque alguien cercano a mí dejó de hacerlo no es sabio ni maduro, abandonar el ministerio porque no está una persona que aprecio, no es sabio ni maduro. Mantenerse firme en el Servicio al Señor es sabio y maduro sin importar quién forme parte o no.

III. Un servicio inmediato

“¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?”

El servicio al Señor es inmediato. El llamado de David fue primero, demostrar que es un servicio personal, y ahora que es algo inmediato. Hoy, es el día en que podemos tomar la decisión de servir al Señor.

En Hechos 6 encontramos el establecimiento de los primeros diáconos. Mientras se observaba una necesidad debían haber personas que suplan esas necesidades. La conclusión después de un análisis fue “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas” (Hch. 6:1-2)

La solución a este asunto fue establecer diáconos que sirvieran. Se les mandó a buscar, esto es, seleccionar cuidadosamente basado en una investigación meticulosa. Los hermanos escogidos estaban dispuestos a un servicio inmediato, de los cuales se mencionan 7 varones llenos de Dios.

IV. Un servicio consagrado

“¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?”

Cuando David habla de “ofrenda”, no necesariamente está hablando una ofrenda material, sino que se refiere también a una consagración, dedicación y servicio, por medio de un ritual. En Éxodo 28:41 vemos como se consagran para el servicio sagrado al Señor.

¿Qué significa esto? Tal vez no es necesario que hagamos un ritual hoy aquí para que se dediquen al Servicio al Señor, pero podríamos entenderlo como una toma de decisión interna para comprometerse a servirlo a él.

La manera de cómo debemos servir al Señor es como Cristo lo hizo. Dice Efesios 5:2 que Cristo se entregó por cada uno de nosotros como ofrenda y sacrificio. Pues esto mismo significa servicio, ser ofrenda y sacrificio, pues entregas un servicio al Señor y la entrega de servicio tiene que ver con sacrificios que haces

Conclusión

Mi hermano en el ministerio hay muchas cosas que nos desanimas a continuar, pero debemos continuar por que el Señor de la mies enviará obreros a su mies. Yo te pregunto quisieras ser un utensilio de oro o plata o un utensilio de madera y barro que para usos viles (2 Ti. 2:20).

Escojamos servir al Señor con Temor, integridad y en verdad y que digamos a cualquiera que deje el ministerio “Yo y mi casa serviremos a Jehová”