Deuteronomio 5:1-33 .
Sermon • Submitted
0 ratings
· 7 viewsNotes
Transcript
Moisés repite los Diez Mandamientos
Moisés repite los Diez Mandamientos
Introducción
llamado a la obediencia (Dt 5:1–5)
5:1–5. La solemne fórmula oye, Israel indica que lo que sigue (los estatutos y decretos; cf. 4:45) no era algo incidental, sino absolutamente necesario para la sobrevivencia de Israel como nación. Cuando Moisés … dijo que Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb y no con nuestros padres, estaba enseñando a los israelitas que el pacto tenía el propósito de gobernar a los vivos, no a los muertos. Moisés tenía derecho de decir eso porque era mediador del pacto. Jehová … habló con Israel cara a cara desde el monte Sinaí, pero lo hizo a través de Moisés (Éx. 19:9).
Recuerdo histórico, 5:1–5. El propósito de esta sección, la cual relata brevemente los eventos en el monte Sinaí, es la de introducir el Ley de Dios, el cual es la base fundamental de la ley deuteronómica.
Las palabras de Moisés fueron dirigidas a todo Israel (v. 1) pero el pueblo estaba representado por los jefes de las tribus y los líderes. El mandato Escucha Israel aparece diversas veces en Deuteronomio (Dt 6:4; 9:1; 20:3; 27:9) y se usa para introducir las secciones más importantes del libro.
Moisés exhorta a Israel a que obedezca las leyes y los mandamientos de Jehovah. Obedecer significa aprender los decretos y ponerlos por obra.
La característica crucial en este pasaje tan importante es la constituida por los Diez Mandamientos, llamados a veces el Decálogo; son un resumen de las obligaciones del pacto.
Oír, aprender y guardar(Dt 5:1, 29) y enseñar estos mandamientos, aplicándolos con honestidad y compasión a la conducta cotidiana, supone temer a Dios (29) y vivir (33) bien en la tierra que Él les ha dado. Fin 1 clase
____________________________________
Dt 5:6–7. El v. 6 es crucial para entender no sólo el primer mandamiento, sino también los otros nueve. Los diez mandamientos fueron dados a un pueblo ya redimido (te saqué de tierra de Egipto), con objeto de capacitarlo para expresar su amor hacia el Dios santo y tener comunión con él. (En Dt., Egipto con frecuencia se llama casa de servidumbre: Dt 6; 6:12; 7:8; 8:14; 13:5, 10; cf. Éx. 13:3, 14; 20:2.)
Los Mandamientos no fue dado jamás para capacitarlos para alcanzar la justificación, porque ésta siempre ha sido concedida gratuitamente por medio de la fe (cf. Gn. 15:6; Ro. 4). La ley no fue jamás diseñada para dar salvación a la gente.
I. Dt 5:7 “No tendrás dioses ajenos delante de mí.” Amar a Dios sobre todas las cosas.
Dios se da a conocer recordando su acción todopoderosa, bondadosa y liberadora en la historia de aquel a quien se dirige: "Yo te saqué de tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre" (Dt 5:6) La primera palabra contiene el primer mandamiento de la ley. La primera llamada y la justa exigencia de Dios consisten en que el hombre lo acoja y lo adore.
El primer mandamiento incluye la fe, la esperanza y la caridad. Debido a que Dios es constante, inmutable, siempre el mismo, fiel y perfectamente justo, el hombre debe aceptar su palabra y tener plena confianza en Él.
Es todopoderoso, clemente e infinitamente inclinado a hacer el bien.
¿Quién no puede poner todas sus esperanzas en Él? ¿Quién no lo amaría, considerando todos los tesoros de Su bondad y ternura que derramó sobre nosotros?
Por eso, Dios usa esta fórmula en la Biblia al principio de sus mandamientos: "Yo soy V.6a".
No tendrás dioses ajenos delante de mí, exigía una sumisión de cada aspecto de la vida de la persona al control de Dios.
II. Dt 5:8 “No harás para ti escultura, ni imagen ...”.
El uso de nuestra palabra en las cosas santas. El nombre de Dios es santo, por eso el hombre no puede hacer mal uso de él; ha de emplearlo para bendecirlo, alabarlo y glorificarlo. Este Mandamiento se refiere a tener sentido de lo sagrado.
El peligro de esa práctica era doble.
Primero, debido a que las demás naciones utilizaban la idolatría para expresar devoción a sus dioses, siempre existía el peligro de que el culto a Dios se contaminara por las formas idolátricas de adoración.
Segundo, cualquier intento de representar a Dios en cualquier forma extraída del mundo natural hubiera cuestionado la soberanía de Aquel a quien nada puede limitar. Como Dios celoso (Dt 4:24; 32:16, 21; el comentario de Dt 6:15), él no comparte su posición soberana con nadie más.
A primera vista, v.5:9b . Ezequiel 18:20. Los hijos que odian al Señor serán castigados. Los padres rebeldes que odian a Dios, frecuentemente engendran hijos hasta la tercera y cuarta generación que también aborrecen a Dios (cf. Éx. 20:5; 34:6–7).
III. Dt 5:11 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;...”
Abusar del nombre de Dios, es decir, dar uso inconveniente a su nombre (de las Tres Personas Divinas)
“Compararlo con o adscribirlo a lo que es vacío”. Ese mandamiento prohíbe usar el nombre de Dios en forma profana, pero incluye más que eso. El tercer mandamiento se dirige a la práctica de usar el nombre de Dios manipulándolo (e.g., su nombre no debe usarse para actos de magia o para maldecir a alguien). Hoy día, el cristiano que usa el nombre de Dios de manera vacía o que falsamente atribuye una obra mala a Dios, transgrede ese mandamiento.
Jurar en falso y perjurio, es invocar a Dios como testigo de una mentira o de una promesa que no se tiene intención de cumplir.
IV. Dt 5:12 “Guardarás el día de reposo para santificarlo,...”
El sábado fue un regalo de Dios para Israel. De acuerdo con Éxodo 20:11, Israel debía observar un día de reposo cada semana con objeto de conmemorar la creación de Dios en seis días y su reposo en el séptimo. De esa manera, la observancia de Israel del día de reposo era un testimonio de su creencia en el Dios personal y trascendente que creó el mundo.
Este es el único de los diez mandamientos que no se repite en el N.T., y Pablo argumentó contra su práctica (Ro. 14:5–6; Col. 2:16–17). El día de culto fue cambiado en el período de la iglesia primitiva al primer día de la semana, en conmemoración de la resurrección de Cristo. La naturaleza temporal del mandamiento acerca del sábado se debe al hecho de que servía como “señal” del pacto mosaico (cf. Éx. 31:12–17).
¿Por qué debemos guardar el día de reposo?
Es una señal de gratitud, al considerar todas las grandes cosas que Dios ha hecho con nosotros por medio del Señor Jesús. En la resurrección de Cristo fuimos introducidos a la gloriosa libertad de hijos de Dios. Ese acontecimiento que hizo nuevas todas las cosas, acabó por completo con todo lo ceremonial de la Ley, para que podamos dedicar al Señor, no un día de la semana, todos los días y todos los instantes de nuestra vida.
V. Dt 5:16 “Honra a tu padre y a tu madre,...”
Honrar al padre y a la madre significa valorarlos o apreciarlos en gran manera. Los hijos que viven en casa expresan esto al obedecerlos. Este mandato era crucial para la existencia de la nación: para que sean prolongados tus días (Dt 6:2; 11:9; 25:15; 32:47), y para que te vaya bien sobre la tierra. (En hebr., los pronombres “tus” y “te” se encuentran en pl. en vez de sing.) Los padres, en especial el padre, más que los líderes religiosos, debían transmitir a sus hijos las estipulaciones contenidas en el pacto.
VI. Dt 5:17 “No matarás.”
VII. Dt 5:18 “No cometerás adulterio.”
VIII. Dt 5:19 “No hurtarás.”
IX. Dt 5:20 “No dirás falso testimonio contra tu prójimo.”
X. Dt 5:21 “No codiciarás la mujer de tu prójimo,...”
El terror del pueblo, 22-23
El pueblo aterrorizado pide un intermediario, 24-27
La gran bondad de Dios, 28-29.
La Obediencia a Dios trae bendición, 30-33.
Conclusiones Finales.
1. Cuán importante es que se nos recuerden los Mandamientos de Dios y nosotros recordar a nuestros sucesores, para no desviarnos de lo que agrada a Dios y recibir Su bendición.
2. En el monte Sinaí el Dios que creó el universo habló audiblemente y en el idioma hebreo al pueblo de Israel.
3. Por causa del terror del pueblo al escuchar hablar a Dios directamente, y pedir a un hombre como intermediario entre Dios y los hombres, es que Dios habló luego a través de profetas, apóstoles y en especial, a través de Su Hijo Jesús hecho hombre por nosotros.
4. Jesús es el máximo intérprete del mensaje de Dios al hombre, porque Él mismo es el mensaje, al vivir una vida sin pecado y entregarse por nosotros en la cruz del calvario para reconciliarnos con Su Padre.