Ventajas de la sabiduría

Proverbios 3:5–8

5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

7 No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal;

8 Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.

Introducción

La excesiva confianza del ser humano en su propia inteligencia ha provocado mucho dolor, angustia y tristeza a la humanidad.

Desde Eva quien pensó que podría ser tan inteligente como Dios, hasta la humanidad de nuestros días que cree que puede ignorar a Dios y vivir acorde a su razonamiento y sentimiento. Marx, Darwin, Hegel, Freud.

Vemos hoy día una sociedad moralmente corrupta en la que a lo malo llaman buen y a lo bueno llaman malo. Los medio se esfuerzan por hacer aceptable el homosexualismo, bestialismo, aborto, las drogas, la infidelidad, la mentira etc.

Ante esta crisis espiritual, moral y ética, la iglesia procura sobrevivir a tanto bombardeo de parte del mundo, en recordarle a los cristianos que es preferible confiar en la sabiduría de Dios que en la nuestra.

Confía en el Señor y no en tu entendimiento

Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.”

Para Dios nosotros la humanidad somos de mucha estima, pues envió a su amado Hijo a morir en la cruz para rescatarnos del castigo eterno, algo que no hizo por el resto de la creación.

Por tanto, todas sus instrucciones y ordenanzas son con el propósito de bendecirnos, cuidarnos y darnos bienestar.

Por otro lado, no podemos confiar totalmente en nuestro entendimiento o inteligencia.

Esto no significa que vivamos con inseguridad, significa que llenemos nuestra mente del conocimiento de Dios revelado en su Palabra para que las decisiones que tomemos en la vida sean basadas en ella.

Proverbios 1:20-22 “La sabiduría clama en las calles… ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza...?”

No es prudente despreciar la Palabra de Dios por seguir razonamientos de hombre, sentimientos o corazonadas, pues estos traen dolor y fracaso.

Israel prefirió confiar en su entendimiento antes que confiar en Dios.

Números 13:30-31 “Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. 31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.”

Reconócelo en todos tus caminos

Proverbios 3:6 “Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”

Los caminos se refiere a las decisiones que tomamos o proyectos que emprendemos. Si no consultamos a Dios cuál es su voluntad, Él nos mostrará que camino tomar.

En Josué 8, los israelitas tomaron la desición de tomar Hai sin consultar a Dios, pues razonaron que era una población más débil que Jericó, pero fracasaron.

Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en Él; y Él hará.”

Puede parecer buena la desición o el proyecto que queremos tomar, pero no te apoyes solamente en tu experiencia, capacidad, entendimiento o inteligencia, ponlo en las manos de Dios y confía en Él.

Santiago 4:15 “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”

Dios puede llevarte por un mejor camino.

Teme a Jehová

Proverbios 3:7 “No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal.”

No confíes en tu propia sabiduría y experiencia sin el temor de Dios, pues esta jactancia te llevará al mal.

En Daniel 4 el rey Nabucodonosor fue advertido por Dios por medio de un sueño que sería humillado por su arrogancia, pero no hizo caso de la advertencia. Al año perdió el razonamiento y se convirtió en una bestia, esta humillación duró siete años.

Al final Nabucodonosor reconoció el poder, la sabiduría y autoridad de Dios.

Herodes Agripa no tuvo la misma suerte, En Hechos 12:21-22, narra que cuando recibió la gloria de los hombre, se ensoberbeció y no le dio la gloria a Dios, por tal razón un ángel le hirió y murió comido por gusanos.

En el transcurso de los años alcanzamos experiencia y conocimiento, pero estos no son suficientes para alcanzar el bienestar y la salvación, es necesario temer y obedecer a Dios.

Conclusión

Proverbios 3:8 “Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.”

Confiar en El Señor y su Palabra traerá salud a nuestro cuerpo y fortaleza a nuestra huesos. Es decir traerá bienestar y paz.

Esta es la promesa para aquellos que confían en El Señor y su Palabra.

Por tanto, no seamos insensatos, confiando en nuestro razonamiento, conozcamos la voluntad de Dios y sus consejos escritos en su Palabra y pongámoslo por obras.

El mandato más importante que debemos cumplir es rendir nuestra vida a Cristo y reconocerlo como nuestro Señor y Salvador.