CANCIÓN PARA EL SÁBADO

Recepción de sábado  •  Sermon  •  Submitted
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Sermón sobre qué hacer en el día de reposo

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Introducción

¡Feliz sábado a todos, mis hermanos y hermanas! Gozamos hoy la alegría de contar con este nuevo día de reposo en el que podemos hacer la voluntad del Señor.
¿Pero cuál es la voluntad del Señor para el día de reposo? ¿Qué es lo que Dios desea que hagamos en el día sábado? Bien, esta tarde meditaremos en el mensaje que trae para nosotros el salmo 92 acerca de cuál es el propósito del sábado y qué bendiciones obtendrán los justos.

Desarrollo

El sábado es para anunciar

El salmo comienza con estas palabras:
Salmo 92:1–2 LBLA
1 Bueno es dar gracias al Señor, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo; 2 anunciar por la mañana tu bondad, y tu fidelidad por las noches,
Así que el primer propósito para el sábado, según nos dice el salmo 92, es anunciar la bondad y la fidelidad de Dios. Este es un tema clave en la vida religiosa, una prioridad en el verdadero cristiano; el apóstol Pablo le dice a Timoteo y a nosotros: 2 Timoteo 4:2 “Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”. Siempre me gusta hablar sobre predicar fuera de tiempo, pero también hay un tiempo para predicar y es importante que prediquemos en ese tiempo; y el sábado es el tiempo para predicar.
Es triste lo poco que se predica:
500 ilustraciones 421. ¿Por Que No Viniste Antes?

En las memorias de Hudson Taylor, primer misionero que fue a China, se cuenta el incidente que sigue: Al fin de un culto de predicación del evangelio, se levantó un chino principal y puesto de pie dijo con voz triste:

“Durante años y más años he buscado la verdad, como toda su larga vida mi pobre padre la buscó sin descanso. He viajado mucho, mucho, y he leído todos los libros de Confucio, de Buda, de Taos, y no he logrado hallar descanso. Y hoy, por lo que acabo de oir, siento que, al fin, mi espíritu puede descansar. Desde esta noche yo soy un seguidor de Cristo.”

Después, dirigiéndose al misionero, con voz solemne le preguntó lo que por años conmovió y seguirá conmoviendo a los que de veras aman a los pecadores perdidos.

—¿Por cuánto tiempo conocéis las Buenas Nuevas en Inglaterra?

—Por centenares de años —contesta Taylor.

—¡Cómo! … ¿Es posible? —exclamó el chino—, ¡por centenares de años! … ¿Es posible que hayáis conocido a Jesús el Salvador por tanto tiempo y hasta ahora no nos lo hayáis hecho conocer a nosotros? Mi pobre padre buscó la Verdad por muchos años … y murió sin hallarla. ¡Oh! ¿Por qué no vinisteis más pronto, por qué no vinisteis antes?

He aquí el grito de todos los que ignoran “las buenas nuevas de salud”.

¡Cuán triste es confesar que las tres cuartas partes de los creyentes en Cristo, salvos por su gracia, están callados y no dicen a los demás lo que otros les anuncian a ellos mismos: Que en Cristo hay salvación eterna ahora mismo!

Hagamos caso, hermanos, al apóstol Pablo, hagamos caso al salmista, ¡hagamos caso a Cristo! Salgamos a anunciar las buenas nuevas y prediquemos conforme a los dones que el Señor nos ha dado. Quizá no todos sepan predicar, aunque pueden aprender, el salmista está listo para predicar con lo que sabe, hacer música: “con el decacordio y con el arpa, con la música sonora de la lira”; predica con un sermón, con un canto, un testimonio, una oración, predica como sepas hacerlo, pero predica: “Porque tú, oh Señor, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos” (Vers. 3 y 4).

El sábado es para contemplar

El diccionario de Oxford define la contemplación como una “reflexión serena, detenida, profunda e íntima sobre la divinidad, sus atributos y los misterios de la fe”. El salmista también nos manda a la contemplación:
Salmo 92:5 LBLA
5 ¡Qué grandes son tus obras, oh Señor, cuán profundos tus pensamientos!
¿Cómo puede darse cuenta de este hecho sino es por la contemplación de las obras y los pensamientos de Dios? ¿Y cómo podemos contemplar las obras y los pensamientos de Dios nosotros? Es fácil, las obras de Dios las contemplamos a través de su creación, y sus pensamientos a través de su Palabra.
No todos se gozan en la contemplación de las obras y los pensamientos de Dios, es por eso que hoy existe tanta ignorancia acerca del Dios verdadero: Salmo 92:6 “El hombre torpe no tiene conocimiento, y el necio no entiende esto”.
Pero esto no debería de ser una carga para nosotros, deberíamos deleitarnos en conocer más a fondo los caminos y las obras del Señor:
500 ilustraciones 22. Leer La Biblia No Es Tarea, Es Placer (Doblemente Sediento, por la Lectura de la Biblia Mitigó su Sed)

Cuéntase que recorriendo los caminos del país de Gales iba un ateo, el señor Hone; iba a pie y al caer la tarde sintióse cansado y sediento. Se detuvo a la puerta de una choza donde una niña estaba sentada leyendo un libro. Le pidió el viajero agua; la niña le contestó que si gustaba pasar su madre le daría también un vaso de leche. Entró el señor Hone en aquel humilde hogar donde descansó un rato y satisfizo su sed. Al salir vio que la niña había reasumido la lectura, y le preguntó:

—¿Estas preparando tu tarea, pequeña?

—No señor —contestó la niña—, estoy leyendo la Biblia.

—Bueno, ¿te impusieron de tarea que leyeras unos capítulos?

—Señor, para mí no es tarea leer la Biblia, es un placer.

Esta breve plática tuvo tal efecto en el ánimo del Señor Hone, que se propuso leer él también la Biblia, convirtiéndose en uno de los más ardientes defensores de las sublimes verdades que ella enseña.

“Un placer”, suena bien, ¿no lo creen? Debemos aprender a disfrutar los placeres del cristiano: predicar a Cristo, leer su palabra y conocer sus obras.

El sábado es para descansar

Es un descanso para el cuerpo, un día para reponer fuerzas:
Salmo 92:10–11 LBLA
10 Pero tú has exaltado mi poder como el del búfalo; he sido ungido con aceite fresco. 11 Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.
Este texto probablemente se refiera al búfalo de agua, común en el medio oriente y zonas del continente asiático. ¡Esta bestia llega a medir casi los 2 metros de altura y a pesar hasta 1200 kilos! Si Dios puede renovar las fuerzas de un animal como este, sin duda puede renovar las de nosotros.
Pero el sábado es también un descanso para el alma, un descanso donde, por medio de la contemplación de las promesas del Señor, podemos probar la dicha venidera:
Salmo 92:12–13 LBLA
12 El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios.
Algo interesante sobre este verso es que presenta el destino glorioso del justo (“florecerá”, “crecerá”, estará plantado “en la casa de Jehová”), en contraposición con el de los impíos, los cuales “brotan como la hierva” (o sea, son muchos, innumerables) y “florecen” (esto es rápido, mucho más rápido que los justos, así como el pasto crece más rápido que la palmera), pero su destino es “ser destruídos eternamente” porque, al final de cuentas, el pasto no tiene otra utilidad.

Conclusión

Es hoy, pues, un día maravilloso para anunciar al señor, para contemplar sus obras y su Palabra y también para descanso de nuestro cuerpo y nuestra alma.
Entremos en comunión, entonces, con nuestro Señor, Él nos permite este respiro para que estemos listos para la obra que viene todavía para nosotros: Salmo 92:15 “… anunciar cuán recto es el Señor, mi roca, y que no hay injusticia en Él”.
¿Cuántos quisieran que este sábado sea un día memorable entre ustedes y el Señor? ¿Quieres ponerte en pie y decirle a Dios: “¡Gracias por tu día santo!”?
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