Desde Lo Profundo

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Todos nosotros nos hemos sentido angustiados en algún momento. Para el salmista, esta sensación era como estar arropado por las aguas del océano. Pero en medio de su desesperación, él clama a Aquel que es poderoso para rescatarlo, y en Su Palabra, él espera confiado. El Salmo 130 nos muestra como Dios, en su misericordia, acude al auxilio de pecadores. Es un Salmo que nos consuela en nuestros sufrimientos y nos recuerda que vale la pena esperar en Dios.

Notes
Transcript

Introducción

La semana pasada nuestro hermano Ariel predicó un sermón titulado: “Sumergidos en las Aguas Profundas del Espíritu.”
El sermón que Dios ha puesto en mi corazón para esta mañana lo he titulado: “Desde Lo Profundo”
¡Quiera que sepa que no es nuestra intención ahogarlos!
Son indirectas para que nos inviten a la playa.
Esta mañana he querido traerles un Salmo de Lamentación
Alguno preguntará “¿Por qué un sermon sobre un Salmo de Lamentación?” (Dos razones)
Porque los Salmos de Lamentación son como miel para el sufrido.
Porque tarde o temprano, todos sufrimos.
😐Mi oración esta mañana es que Dios de fuerzas a aquellos que están cansados, por medio de Su Palabra.
Psalm 130 NVI
Cántico de los peregrinos. 1 A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo. 2 Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. 3 Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente? 4 Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido. 5 Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza. 6 Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana, 7 así tú, Israel, espera al Señor. Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención. 8 Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.

Trasfondo del Salmo 130

Autor desconocido.
Posiblemente escrito durante el período post-exílico.
Algunas de sus Biblias tiene un título que dice algo como esto:
Cántico de los peregrinos.
Cántico gradual.
Cántico de ascenso gradual.
Estos salmos de ascensión (Ps 120-134) era cantados por peregrinos que subían a Jerusalén a celebrar las fiestas principales.
En la cultura Hebrea, siempre que alguien viajaba a Jerusalén, se decía que “subía” a Jerusalén, independientemente si venia del Norte, Sur, Este u Oeste. Esto se debe a que la ciudad de Jerusalén esta ubicada sobre el nivel del mar.
Esta imagen de ascensión nos conviene ya que el Salmo inicia en el valle más bajo de la experiencia humana, y termina en la cúspide más alta.
Aprovechando este esquema, esta mañana quiero que veamos...
“Cuatro (4) escalones que debemos tomar para subir de las profundidades.”
Clamar al Señor (vv1-2)
Contemplar al Señor (vv3-4)
Esperar al Señor (vv5-6a)
Proclamar al Señor (vv6b-8)

Clamar al Señor (vv1-2)

Nuestro Salmo inicia en el lugar más bajo que podemos encontrar...

Desde las Profundidades

El salmista inicia diciéndonos el lugar desde donde clama al Señor: “Las Profundidades del Abismo.” (v1)
Los Hebreos no eran muy afectivos del océano. Siendo un pueblo marinero de aguas dulces, sentían terror del océano.
Dicho terror era evidente en su literatura.
Psalm 69:1–3 NVI
1 Sálvame, Dios mío, que las aguas ya me llegan al cuello. 2 Me estoy hundiendo en una ciénaga profunda, y no tengo dónde apoyar el pie. Estoy en medio de profundas aguas, y me arrastra la corriente. 3 Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Mis ojos languidecen, esperando la ayuda de mi Dios.
Psalm 69:14–15 NVI
14 Sácame del fango; no permitas que me hunda. Líbrame de los que me odian, y de las aguas profundas. 15 No dejes que me arrastre la corriente; no permitas que me trague el abismo, ni que el foso cierre sus fauces sobre mí.
En los Salmos, “las profundidades” tienen una connotación negativa. Están asociadas con:
Caos
Desesperación
Abandono
Separación de Dios
El salmista no menciona aquello que lo hunde a las “profundidades”.
POSIBILIDAD #1 - Alguna catástrofe que haya venido sobre él.
Muerte
Enfermedad
Traición
POSIBILIDAD #2 - Sentimientos por algún pecado cometido (El texto parece favorecer esta opción).
Culpa
Remordimiento
Vergüenza
“Ya sean acontecimientos que hayan sobrevenido nuestras vidas, o la carga de las consecuencias de nuestros pecados, ‘las profundidades del abismo’ es el sitio donde tú y yo nos atemorizamos de estar, y de donde no podemos salir por nuestra propia cuenta.”

En Oración

A pesar de su condición, el salmista no esta siendo cínico, ¡pues en su hora más oscura clama a Dios!
“Aunque esta en las profundidades, no esta abandono, pues él sabe su Dios esta cerca.”
El salmista clama porque sabe que:
Él es incapaz de ayudarse a sí mismo.
Dios escucha su clamor.
… ¡Y clama con desesperación!
El salmista clama a Dios como aquel que clama por aire desde las profundidades del océano.”
Estos primeros versículos nos enseñan una lección importante:
“Más importante que el lugar donde nos encontramos, es la postura en la que nos encontramos.”
Cuando “suben las mareas” en tu vida, ¿cómo las enfrentas?
¿Recurres a tus habilidades y experiencia para salvarte?
¿Acudes a tus ídolos? (Ej. Dinero, relaciones, vicios)
¿Tratas de convencerte que no tu vida no se esta hundiendo?
O, ¿acudes a Aquél quien “aun los vientos y el mar lo obedecen”?
Nuevamente, “más importante que el lugar donde nos encontramos, es la postura en la que nos encontramos.”
No importa mucho dónde estamos si podemos orar; pero ninguna oración es más real y aceptable que cuando se eleva desde los peores lugares. - Charles H. Spurgeon
Ciertamente “las profundidades del abismo” es un lugar a donde nadie quiere ir. Pero, ¿sabes qué es peor que descender a las profundidades? Volver a la superficie igual que cómo te hundiste.
Las bendiciones del “abismo” es que ahi debajo solo estas tú y Dios.
No necesitas aparentar o impresionar a nadie.
La opinión de los demás tiene poca relevancia.
Lo único que importa eres tú y Dios, y lo que Dios quiere hacer en ti.
Debo confesar que no pude encontrar el contexto de esta cita, pero no podia pasar por alto la oportunidad de campartirla porque hay sabiduria en esto.
“Cuando me enteré que tu cuerpo está desgastado por un feroz e incesante dolor que casi te lleva al borde de la muerte, la noticia me entristeció y humanamente hablando me llena de pena. Sin embargo, el pensamiento de que precisamente esta es la forma en que tu alma está madurando para la eternidad me refresca y con felicidad espiritual observo tu crecimiento en santidad.” - Anselmo de Canterbury
Yo no sé en cuales profundidades haz caído. Pero si haz nacido de nuevo, quiero que sepas, que Dios esta “madurando tu alma” para la eternidad. Y como Anselmo, esto me llena de gozo.
“El Salmo abre el telón con el salmista en su peor circunstancia, y con su mejor postura.”
Esto es importante porque por un breve momento el salmista quita su atención de su “abismo” y pone su mirada al Trono de Gracia.

Contemplar al Señor (vv3-4)

“Nuestro segundo escalón se encuentra en los versículos 3-4: Contempla al Señor.”
Habiendo redireccionado su atención al Señor, el salmista no puede evitar contemplar el carácter de Dios.

Contempla su Justicia

Ilustración: La primera vez que fui a un Concierto.
Gracias a Dios tuve la oportunidad de crecer en un hogar cristiano.
Siendo este el caso, la primera vez que fui a un concierto fue a un concierto de musica cristiana.
Como buen bautista, fui vestido semi-formal. Con camisa manga larga, pantalón de tela, y mi Biblia “debajo del brazo.”
La noche entera me sentí incomodo al ver que todas las personas estaban vestidos de forma casual.
Esta fue la sensación del salmista al acudir delante del Trono de Dios.
En su caso, sin embargo, él no se sintió overdress, sino underdress. No muy formal, sino muy informal.
“Desde las profundidades el salmista suplica a Dios, pero se da cuenta...”
¿Qué derecho tiene un hombre pecador de clamar a un Dios Santo?
¿Qué obligación tiene Dios de rescatar a sus enemigos?
El salmista hace una pregunta que no necesita respuesta…
Psalm 130:3 NVI
3 Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?
¡NADIE!
¡Oh amada Iglesia, cuánto quisiera tomar estas palabras y sellarlas en nuestras mentes por el resto de nuestros días!
😭¡Tú y yo NO merecemos la bondad de Dios!
Cuando clamamos delante del Trono de Gracias, RECUERDA que no merecemos ni siquiera estar delante del Trono.
Cuando nos reunimos como Iglesia cada semana , RECUERDA que venimos a adorar a un Dios del cual no somos dignos.
Cuando miras a tu alrededor y cuentas tus bendiciones, RECUERDA, no mereces ni una de ellas.
Por esta razón, cuando el salmista clama a Dios, no exige, sino que suplica.
“¿Es Dios injusto por dejarnos en el abismo? Amados, el abismo es lo que merecemos.”

Contempla su Misericordia

Pero (y que glorioso “pero” es este) en ti se halla perdón.” (v4)
¿Cómo sabe el salmista que puede encontrar perdón en un Dios Santo? Porque Dios mismo lo ha revelado.
Exodus 34:5–7 NVI
5 El Señor descendió en la nube y se puso junto a Moisés. Luego le dio a conocer su nombre: 6 pasando delante de él, proclamó: —El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, 7 que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.
Cuando Dios se da a conocer a sí mismo, se da a conocer primeramente como un Dios de Amor y de Compasión.
“A diferencia de las caricaturas que vemos acerca de Dios, Dios no esta sentado en el Cielo, amargado y buscando oportunidades para castigarnos.”
Todo lo contrario, Dios esta pacientemente sentado en su Trono, buscando maneras de demostrarnos que Él nos ama.”
Dios no esta procurando nuestra condenación - eso lo conseguimos tú y yo por nuestra propia cuenta.
Dios esta procurando nuestra salvación.
2x “Dios tiene razones de sobra para querer nuestra condenación, pero su amor apacigua cada una de ellas.”
Esto no significa que el pecado queda impune. ¡No! El mismo dice, “que no deja sin castigo al culpable.”
“El amor de Dios no anula su justicia, la redirecciona.”

Esperar al Señor (vv5-6a)

“Ya el salmista elevó su oración al Trono de Gracia y sabe que Dios anhela acudir a su rescate. Ahora debe esperar la respuesta de Dios.”
“Es interesante que lo difícil no es orar al Señor, sino esperar su respuesta.”
Es fácil para nosotros decirle a Dios todo lo que necesitamos. Lo difícil es esperar que Dios nos diga lo que verdaderamente necesitamos.
Es fácil para nosotros pedir ayuda. Lo difícil esperar cuando sentimos “el agua en el cuello.”
A pesar de todo, esperar es bueno para nosotros.
Ejercita nuestra fe.
Evidencia nuestros ídolos.
Exalta al Padre en nosotros.
“De nada sirve que Dios cambie nuestras circunstancias sino no cambia nuestros corazones.”
😁“Es necesario que por medio de la espera, Dios extirpe los ídolos más profundos de nuestros corazones.”
Pero debemos aprender a esperar.

Como Centinelas

El salmista utiliza un símil que nos ayuda a entender cómo debemos esperar: Un centinela.
“En la antigüedad, los centinelas o vigilantes eran guardias ubicados en puntos estratégicos de la ciudad con el propósito de velar por la seguridad de la ciudad durante la noche.”
Por esta razón, los centinelas siempre esperaban la mañana, porque representaba un alivio de sus deberes.

Con Expectativa

Psalm 130:5 NVI
5 Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.
El salmista no espera a ver si Dios responde a su oración. Él espera porque sabe que Dios responderá a su oración.
Esto no es una fantasía, sino la plena confianza que viene de la Palabra de Dios.
“...en su palabra he puesto mi esperanza.” (v5b)
Tampoco espera de brazos cruzados, pues mientras sea de noche, el centinela esta de servicio.
“De la misma forma que el que ha yace en las profundidades utiliza todas sus fuerzas para llenar sus pulmones de aire, el sufrido debe utilizar todas sus fuerzas para llenar su corazón de Dios.”

Con Seguridad

No importa que tan larga sea la noche, ¡la mañana siempre llegará!
“El salmista espera pacientemente porque su confianza esta en alguien que no puede fallar.”
La noche puede ser larga.
Los peligros puedes ser muchos.
Pero tarde o temprano, amanecerá.
Ilustración: Las estaciones del año.
Hace algunos meses atrás meditaba sobre por qué Dios diseño nuestro planeta con estaciones del año.
(Recuerden que vengo de una isla donde las cuatro estaciones del año son:)
- Verano.
- Verano caliente.
- Verano mojado.
- Verano fresco.
Meditaba, entonces, sobre las estaciones y Dios trajo este pensamiento a mi corazón: Las estaciones nos recuerdan que ninguna temporada es para siempre.
- Puede que el invierno sea largo y frio, pero tarde o temprano, la primavera siempre llega.
- Pero tampoco la primavera es para siempre, pues a pesar de su verdor y de todas sus flores, pronto llega el otoño con sus hojas secas.
El punto de esto no es hacer una “teología de las estaciones del año.” Sino que Dios ha diseñado nuestras vidas en estaciones.
Ninguna estación dura para siempre.
Y todas las estaciones tienen una belleza particular.
¿Se ha puesto el sol en tu vida? Espera en tu Salvadora, ¡que pronto amanecerá!
¿Ya resplandeció la mañana en tu vida? Descansa y recobra fuerzas, que la noche se avecina.

Proclamar al Señor (vv6b-8)

Este es el ultimo escalón en nuestro Salmo, ¡y que escalón! - Proclama al Señor
Dos cosas han cambiado en el salmista desde que iniciamos nuestro Salmo:
Su enfoque ya no esta en las profundidades del abismo, sino en las “alturas del Monte de Dios”.
Su enfoque ya no esta en sí mismo, sino en sus compatriotas.
Una cosa NO ha cambiado: el salmista sigue en las profundidades del abismo.
Todavía este esperando en el Señor, pero ahora esta invitando a otros a esperar con él. (v6b-7a)
En algún momento de su trayectoria se dio cuentas que no estaba solo, que otras personas compartían la misma experiencia de las profundidades, y los invita a confiar en Dios.
“Uno no puede evitar preguntarse, si el propósito de Dios en llevar al salmista a las profundidades del abismo, era principalmente para traer esperanza a aquellos cautivos en las profundidades.”
Quizás tu enfermedad es una oportunidad de traer esperanza a aquellos que están enfermos contigo.
Quizás tus perdidas económicas son una oportunidad para presentar las riquezas del Evangelio a aquellos que buscan las riquezas terrenales.
Quizás las lagrimas que hoy lloras con dolor, son lagrimas que mañana traerán consolación.
¿Acaso no fueron estas las palabras del Apóstol Pablo?
2 Corinthians 1:3–6 NVI
3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 5 Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. 6 Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos.
¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede una persona redimir sus sufrimientos para verlos como instrumentos de bendición para las vidas de otros?
Cuando sufrimos, nuestra inclinación es pensar cómo las otras personas pueden ayudarnos.
Pero tanto Pablo como el salmista están más preocupados en cómo sus sufrimientos pueden ayudar a otros.
Esto, damas y caballeros, solo lo hace el poder del Evangelio.
Psalm 130:7 NVI
7 así tú, Israel, espera al Señor. Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención.

Su Amor Inagotable

Nuestro Dios no raciona su amor. Nunca tiene escasez de amor.
Nuestro Dios es una fuente inagotable de amor para todo aquel que se sumerge en Él.
Por esta razón no debemos mendigar por el amor de los demás, porque tenemos todo el amor que necesitamos en Dios, ¡y nos sobra para compartir!
“Más aun, su amor es suficiente para cubrir todos y cada una de nuestras pecados. Por esta razón, su redención es plena.

Su Plena Redención

Martin Lutero consideraba este Salmo, su Salmo favorito. Lo llamaba uno de los “Salmos Paulinos”.
No es difícil ver esto, pues una de las grandes preguntas que atormentaba a Lutero era, ¿cómo puedo saber que estoy correctamente relacionado con Dios?
No fue hasta que entendió Romanos 1:17, que Lutero comprendió que nadie alcanza una correcta relación con Dios por medio de su propia justicia, sino por la fe en la justicia de Cristo.
Que refrescante debieron ser estas palabras para Lutero: “En Él hay plena redención.”
No es una redención progresiva.
No es una redención a medias.
No es una redención temporal - No esta condicionada a nuestro comportamiento.
“¡Es una redención plena e irrevocable, porque cuando Cristo dijo, ‘Consumado es’, consumado fue.”

Conclusión

El último escalón es posiblemente el más importante de todos.
Nuestro salmo concluye con un final abierto, con un “To Be Continue.” El salmista sabe que la respuesta a su oración yace en el futuro.
Psalm 130:8 NVI
8 Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.
“Lo que para el salmista es futuro, para nosotros es pasado.” Esto es Cristo Jesus.
Cristo Jesus es aquel en quien el Padre redireccionó su ira (v4).
“La justicia de Dios fue satisfecha en Cristo, para que el amor de Dios sea manifestado en nosotros.”
[Presentar Evangelio]
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