Serie Conexión Ekklesía: Nº3 - La iglesia Primitiva

Introducción

Cita bíblica: Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”

I. Compromiso comunal

Una de las primeras características de compromiso que observamos en la iglesia primitiva es el compromiso comunal. Esto quiere decir, una clase de compromiso que tiene que ver con la comunidad cristiana que ahora ha sido establecida. Después de recibir en Espíritu Santo las evidencias de este compromiso implícito lo observamos en Hechos 2:41 ss. La palabra que es interesante notar para comprender que era un compromiso es “perseveraban” indicando que lo hacían un esfuerzo intenso pese a la dificultad que pudiera presentarse.

Comunión doctrinal

Existen doctrinas esenciales que como denominación se sostiene y que se da la libertad al que rehúse creer que pueda retirarse de manera pacífica y que si quiere permanecer debe hacerlo en el marco del respeto.

Lo que ocurría en la iglesia primitiva era que los primeros cristianos perseveraban en la doctrina y enseñanzas de los apóstoles. La predicación era sobre la encarnación de Dios, la resurrección de Cristo y la salvación por gracia. Tenes esta comunión significa vivir en unanimidad dentro del cuerpo de Cristo e incluso dentro de la denominación. No quiero decir con esto que en Hechos 2 se hable de una denominación, sino de perseverar en las instrucciones de los apóstoles y las enseñanzas de ellos.

Comunión social

La segunda parte de Hechos 2:42 dice “en la comunión unos con otros”. Lo anterior lleva a tener una comunión social con la comunidad cristiana. Comprender que debemos vivir en comunión los unos con los otros nos envuelve en humildad y respeto. “Koinonía” significa “mantener una asociación que implica relaciones estrechas mutuas y con participación” (2:44, “juntos” eran lo mismo) lo que nos lleva a comprender que no se hace acepción de personas.

Comunión litúrgica

Las dos anteriores son las que hacen capaz de tener una comunión litúrgica, es decir, una unidad en un sentir de adoración en la liturgia eclesial. Los elementos litúrgicos son: El partimiento del pan, las oraciones, el congregarse (v46), la música. Estos son elementos en los cuales todos participaban en comunión dentro de la iglesia.

II. Compromiso Ministerial

De hablar sobre un compromiso comunal pasamos a hablar sobre un compromiso ministerial. No sólo se trata de comunión en un sentido pasivo, sino de también servir al Señor por medio del desarrollo ministerial. En la iglesia primitiva encontramos referencias claras sobre el ministerio que iba desarrollando la iglesia. Veamos los siguientes ejemplos.

Un servicio con motivación correcta

Hechos 5:1-11 es una sección que no tendría significado si no se ve Hechos 4:36-37. El compromiso que José tenía con la iglesia primitiva lo llevó a vender su propiedad y así dar el dinero para la obra del Señor. El dar también es un servicio que uno realiza con la iglesia. Algunas caraterísticas de José son: 1) 1 Levita, 2) Amigo y compañero misionero de Pablo, 3) Eusebio, antiguo historiador de la Iglesia, dice que fue uno de los setenta de Lucas 10.

En base a estas 3 características podemos comprender porque él fue capaz de hacer lo que hizo. La ley en el AT no permitía a los sacerdotes poseer tierra, pero las autoridades romanas habían cambiado muchas cosas en Palestina. Quizás al saber que su heredad viene de Jehová, decidió entregarlo todo para la obra. al vender lo da todo y no se queda con nada. Su motivación fue “la obra del Señor” mientras que por otra parte, observamos la vida de Ananías y Safira quienes queriendo replicar la obra de José lo único que consiguieron fue morir por tener una motivación correcta en el ministerio. Siendo ejemplos de lo que no se debe hacer (Hch. 5:11).

Un servicio perseverante

Entonces, el compromiso ministerial debe tener una motivación correcta y debe ser perseverante. Pedro y los discípulos fueron objeto de posible muerte. Dice Hechos 5:33 que los del sanedrin estaban furiosos y querían matarlos. A pesar de recibir duras amenazas, de ser azotados (v40) y ser privados de hablar, lo primero que hicieron al salir fue seguir enseñando. Nos muestra un ministerio que continuó pese a los inconvenientes (Hch. 5:40-42).

Un servicio dispuesto

Una motivación correcta, perseverancia y también disposición. Los varones que encontramos en Hechos 6:1-8 son personajes dispuestos a la obra ministerio. Las características de estos personajes son: 1) Buen testimonio, 2) lleno del Espíritu Santo y 3) sabios. De los dos primeros encontramos muchas referencias en cuanto a su ministerio, no sólo fue servir las mesas, sino que también serían grandes predicadores, Esteban muriendo a causa del evangelio y Felipe predicando fielmente al Etiope eunuco. Gente dispuesta a servir en el ministerio del Señor.

III. Compromiso Económico

Hemos observado un compromiso comunal, ministerial y ahora veremos un compromiso económico. Al formar parte de la iglesia uno entra en un compromiso económico, no con el pastor o los líderes, sino con la obra del Señor para que el reino avance. Observemos 3 ejemplos sobre un compromiso económico con la iglesia.

El ejemplo de Cornelio

En Hechos 10:1-2 encontramos la referencia de un tal Cornelio, que formaba parte de un clan llamado gens Cornelia, este hombre tenía un millar de voluntarios romanos que servían a la cohorte romana. Es decir, tenía demasiados amigos y familiar y de ahí se toma la relevancia de su conversión en favor del cristianismo. No sólo tenía mucha gente a su disposición, sino que también tenía un buen soporte económico. El hecho de enviar gente a traer a Pedro para dar palabra de Dios indica que su patrimonio era muy fuerte. El servir de esa forma resultó en la conversión de muchísima gente (Hch. 10:1, 24, 27, 44, 48)

El envío de Pablo y Bernabe

En Hechos 15:3 vemos a Pablo y Bernabé, ahora siendo enviados por la iglesia a Jerusalén. “Encaminados” significa ayudar a alguien a continuar un viaje, en este caso la iglesia se hizo cargo de eso. El resultado del envío fue que el testimonio de lo que hacía el Señor sobre los gentiles causó gran gozo a todos los hermanos. Enviados por la iglesia y recibidos por una iglesia (15:4).

La solicitud de Corinto

La solicitud que los corintios tenían era sorprendente. En 1 Corintios 16:1-4 encontramos que la iglesia recogía ofrendas para los santos que servían al Señor y de esa forma sigan trabajando en el ministerio. La indicación fue que cada primer día de la semana aparten algo, según lo que hayan prosperado.

También en 2 Corintios 8:1-4 vemos notas de que la iglesia con gran gozo a pesar de las circunstancias se dieron a sí mismos y lo que tenían con generosidad. Por eso en 2 Corintios 9:1-2 reconoce su forma de dar para el ministerio.

Conclusión

La iglesia primitiva tenías compromisos serios y no superficiales. Es decir, se identificaban con el evangelio y por eso eran capaces de darse a sí mismos. Pablo, como siervo también era uno de lo que daba, por eso dice en 2 Co. 12:15 que él gastaría su vida y lo que tenía por la obra del Señor.

Aprendamos a tomar el compromiso comunal, ministerial y económico para sustentar la obra del Señor.

No somos nuestros, por tanto, ni nuestra razón ni nuestra voluntad deben predominar en nuestras deliberaciones y acciones. No somos nuestros, por tanto, no lo propongamos como nuestro fin, para buscar lo que puede ser conveniente para nosotros de acuerdo con la carne. No somos nuestros, por tanto, en la medida de lo posible, olvidémonos de nosotros mismos y de todo lo que nos pertenece. Por el contrario, somos de Dios, por tanto, vivamos y muramos para él. Somos de Dios, por tanto, que sea su sabiduría y su voluntad las que presidan todas nuestras acciones. Somos de Dios, por tanto, que cada parte de nuestras vidas esté orientada hacia él, como nuestro único y legítimo fin. - JUAN CALVINO