HOGARES CON UN PROPÓSITO

INTRODUCCIÓN

Cuando Dios se propone crear al mundo, y lo primero que queda registrado en las sagradas escrituras, y creo firmemente que fue escrito con intención, fue inspirado agrede para que los que recibiríamos estos escritos encontráramos en ellos que Gen 1.2 “la tierra estaba desordenada y vacía, y que las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”

En otras palabras, en la tierra había desorden y caos, pero luego en el capítulo Gen. 1.31 nos dice que “Dios vio que todo lo que había hecho era bueno en gran manera…”

Pero, luego en el Gen. 3 encontramos que el hombre desobedece el mandato de Dios en cuanto no comer del árbol del bien y del mal, como consecuencia entra el pecado al mundo y junto a él entra a reinar el desorden y el caos en el mundo.

Entra la enfermedad, la vejez, el orgullo, la arrogancia, el egocentrismo, la ambición, el llanto, el dolor, la esclavitud, el hambre y la sed de poder, se perdieron los valores como el respeto a la vida, la integridad, el amor y el temor a Dios y sus mandamientos, etc. Etc.

Con esta introducción deseo hablar algo que tienen que ver precisamente con la introducción y, creo yo, que muestra muy ciertamente lo que está afectando la sociedad y que surge desde el núcleo de la misma sociedad que es la familia.

Les voy hablar de Salvador Ramos, un joven de 19 años que asesinó a 19 niños y 2 adultos, un hecho que escandalizó al mundo entero.

El mundo se pregunta ¿cómo puede un joven adolescente llegar a tal grado de criminalidad? ¿Qué impulsó o motivó a este joven a llegar a tal extremo?

Cuando analizamos a los criminales o asesinos en serie, como el monstruo del cañaduzal, Gustavo Garabito entre otros tantos, tienen algo en común.

· Fueron niños que sufrieron traumas por el acoso, el abuso y la violencia por parte de sus padres y sus familiares, han sufrido el abandono, el maltrato entre otros tantos vejámenes.

Fueron víctimas de rechazo y de bulín por parte de sus compañeros

Fueron expuestos al alcohol, drogas y otras sustancias.

Han sido expuestos a las redes sociales, vídeo juegos violentos, o películas violentas.

Quieren llamar la atención, es uno de los síntomas que muchas veces los padres o criadores pasan de inadvertido

Desarrollan un desprecio por la vida de ellos y la vida de los demás.

Odian que los demás sean felices porque ellos nunca han alcanzado la felicidad.

Nunca se han sentido amados, no se les ha demostrado el amor.

1. La Importancia de un matrimonio en el orden de Dios

a. La pareja esta llamada a luchar por el matrimonio

b. Es necesario que ambos estén de acuerdo (para esto se requiere de sacrificio por ambas partes

c. Es necesario el respeto y la tolerancia en la pareja.

a. La sumisión de la esposa a su esposo en el orden de Dios

Efesios 5:21–23 RVR60

21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

b. La Responsabilidad del esposo frente a Cristo para con su esposa

Efesios 5:25–30 RVR60

25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

2. La pareja debe luchar para superar los obstáculos que la vida les presenta

2.1. Planificar juntos el futuro para la familia. (Ambos deben de estar comprometidos con el hogar)

2.2. Cuando hay alguna falta en la pareja, aprender a pedir perdón y buscar lo más pronto la reconciliación.

3. Los hijos en el matrimonio son una bendición de Dios y por ende somos responsables de su salud física, psicológica y espiritual.

Salmo 127:3–5 RVR60

3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

3.1. Los hijos deben ser amados desde que se encuentran en el vientre, pues son el fruto de tu amor, Dios te los ha concedido

Salmo 139:13–16 RVR60

13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

3.2. Se les debe prestar atención en todo momento (hay síntomas que muestran que están siendo abusados o maltratados)

3.3. Hay que medir las palabras con las que los tratamos y sobre todo cuando estamos enojados con ellos.

4. Cuando es necesario hay que disciplinarlos

Proverbios 22:15 RVR60

15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.

Proverbios 23:13–14 RVR60

13 No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. 14 Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.

4.1. La disciplina no es sinónimo de maltrato o violencia (Hablar de esto)

4.2. Es menester hacerles saber que reprendemos su actitud y mostrarles que son amados a pesar de que hay que disciplinarlos. (Nunca los disciplines con ira)

4.3. Hay que tener carácter al momento de la disciplina, no negociar la disciplina, y si se castigó, sostener el castigo hasta que lo complete.

Conclusión

5. Como padres es nuestro deber y nuestra responsabilidad instruirlos en el camino, Dios nos lo demandará

Deuteronomio 6:1–2 RVR60

1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; 2 para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.

Deuteronomio 6:5–7 RVR60

5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.