ENSEÑANZAS DE JESÚS SOBRE LA ORACIÓN. ESTUDIO 1. (2)

Enseñanzas de Jesús sobre la oración.  •  Sermon  •  Submitted
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La forma en que oramos, muestra también como es el Dios que conocemos.

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INTRODUCCIÓN:

Comenzamos la semana anterior, a ver las distintas enseñanzas que Je´sus dio a sus discípulos sobre la oración.
Vimos en los primeros ocho versículos de Lucas 18, la enseñanza en la parábola, la viuda y el juez injusto.
De esta oración aprendemos que:
1. LA ORACIÓN DEBE SER UNA NECESIDAD PARA SUS DISCÍPULOS. Lucas 18:1
2. SUS DISCÍPULOS DEBEN PERSEVERAR EN LA ORACIÓN. Lucas 18:2–5
3. QUE DIOS SIEMPRE HARÁ JUSTICIA A SUS ESCOGIDOS. Lucas 18:6-8
Ahora en los versículos 9 al 14, encontramos otra enseñanza de Jesús respecto a la oración, esta vez enseña a través de la parábola del fariseo y el publicano.
Hermanos, el mensaje de Jesús señaló reiteradamente dos aspectos:
La necesidad de elegir si seguir o no a Dios.
Y el hecho de que las decisiones son dos y solo dos:
Hay dos puertas, la estrecha y la ancha;
Dos caminos, el angosto y el amplio;
Dos destinos, vida y destrucción;
Dos grupos, los pocos y los muchos;
Dos tipos de árboles, los buenos y los malos, que producen dos clases de fruto, los buenos y los malos;
Dos tipos de personas que profesan fe en Jesucristo, los sinceros y los falsos;
Dos clases de edificadores, los sabios y los insensatos;
Dos bases, la roca y la arena,
Y dos casas, la segura y la insegura
En esta parábola, Jesús enseña la historia de dos hombres. Uno era el fariseo santurrón y religioso por fuera, y el otro un pecador marginado, un cobrador de impuestos, un traidor despreciado por su pueblo.
Es la historia de dos hombres, dos posiciones, dos oraciones, y dos resultados que analizaremos bajo cuatro aspectos que debemos considerar todos los cristianos.

I. LA AUDIENCIA DE JESÚS.

Lucas 18:9 RVR60
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
En el contexto, Jesús , viene hablando sobre la salvación y la reconciliación del hombre con Dios, mencionaba al final de la parábola dela viuda y el Juez injusto , que Jesús está haciendo una alusión a la justicia final que Dos hará a sus escogidos, cuando él regrese por la iglesia, y luego en su segunda venida, establezca su reino milenial y posteriormente el reino eterno.
Él sabía que la gente que le escuchaba, se preguntaba ¿Cómo puede alguien reconciliarse con Dios?, y que los judíos, de la época de Jesús habían perdido de vista la enseñanza del Antiguo Testamento de que la justificación es únicamente por la fe, presentada en el Antiguo Testamento a través del sistema expiatorio.
Justificación que es retomada, luego en el nuevo Testamento, por la fe en Jesucristo y y la justicia en é imputada por Dios en el pecador.
Pero los judíos religiosos de la época, habían inventado un falso y legalista sistema de salvación por justicia propia basado en buenas obras, rituales y cumplimiento externo de la ley del Antiguo Testamento y también de las adiciones y los adornos rabínicos que le hicieron.
Entonces, en esta sección Jesús presenta la repuesta correcta al a la pregunta acerca de la reconciliación del hombre con Dios.
Entonces, el Señor dirigió esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros.
Él sabe quienes son los que le oyen, los fariseos y escribas y aquellos que habían sido enseñados por ellos.
Es decir aquellos que buscan la salvación por medio del esfuerzo propio y la justicia propia; es decir, todos aquellos que creen tener el poder para vivir del modo que agrada a Dios lo suficiente como para obtener la vida eterna en el reino divino.
Su actitud, llegaba hasta el punto de menospreciar a otros, a quienes ellos consideraban menos justos de lo que ellos se creían.
su interés era dejarles un mensaje a ellos y a nosotros ahora, este es el mensaje:
“ nadie puede ganarse su entrada al cielo , al reino de Dios, por su propia justicia religiosa, o un sistema de creencia en “obras” de justicias, solo lo puede hacer en Cristo”
Luego les presenta un contraste como ejemplo:

II. LA ANALOGÍA DE DOS HOMBRES QUE ORAN.

Lucas 18:10–13 RVR60
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
Jesús en su analogía, presenta dos hombres, que eran polos opuestos.
Uno quizás considerándose, el más piadoso, y más respetado y otros considerándose el más impío y despreciado de los miembros de la sociedad judía.
El texto lo describe como un fariseo y un publicano, ambos subiendo a orar al templo.
Los judíos, tenían establecido dos horas para hacerlo, las 9:00 AM, y las 3:00 PM, la hora del sacrificio,después de esto podían ofrecer oración y adoración.
La escena que Jesús está trayendo a ellos, era algo conocido por todos.
Primero Jesús presenta al fariseo, este estaba en pie mientras oraba, aunque era una forma aceptable, de acuerdo a otras enseñanzas de Jesús, seguramente este lo hacía de esa manera para ser observado por los hombres.
El texto dice que este hombre oraba consigo mismo, y esto nos muestra que su oración era autocomplaciente, no era una oración a Dios,porque que no le daba alabanza, ni pedía nada de parte de Él: misericordia, gracia, perdón o ayuda.
El decía de manera pomposa y arrogante: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, era pura hipocresía, resalta una declaración a Dios de un súper valor personal, y arrogancia moral, de quien era él y lo que había logrado por su cuenta.
Es una oración que enfoca su confianza en que su propia virtud era suficiente para tener una relación con Dios.
Sigue diciendo, yo no soy como los otros que son ladrones, injustos, adúlteros, características que eran representativas normalmente de de los recaudadores de impuestos.
Y es probable que en su alocusión, se percatara de quién estaba la par de él orando y dice, ni soy como este publicano.
Para ellos, un publicano era tan impuro, que ni siquiera debían acercarsele, no lo podían tocar, porque eran considerados impuros.
Pero además aún no contento, sigue diciendo quien era él, no quería que nada quedara encubierto acerca de si mismo; dice: “ayuno dos veces a la semana”(como era costumbre de los judíos, lunes y jueves), doy diezmos de todo lo que gano”
Luego Jesús presenta al segundo personaje, este manifiesta una actitud radicalmente distinta, a la de los fariseos.
Un hombre que en su oración se ve a una persona humillada, delante de Dios, aún comenzando con la posición que toma para orar. él no estaba cerca del lugar santísimo, sino que se encontraba lejos, quizás consiente de su indignidad de encontrarse en la presencia de Dios.
Es importante como él se considera ante los ojos de Dios, y como se considera así mismo.
Su humillación ante Dios se ve claramente en su comportamiento, el texto dice que se golpeaba el pecho,
Ahora ponerse la mano en el pecho y bajar la cabeza, quizás era una actitud normal en la oración de un fariseo, pero el golpearse repetidamente el pecho, muestra una actitud de tristeza y angustia por el pecado.
Y luego sus palabras, es la oración de un penitente, quien se dirige a Dios, refiriéndose así mismo como un pecador.
El dice “ Dios, sé propicio a mí, pecador”
Propicio, significa apaciguar, compensar, y este hombre entonces decía, compensa, mis pecados Señor.
Sus palabras, muestran que este publicano se veía en comparación a otros como el más pero pecador de todos.
Luego termina Jesús la enseñanza, trayendo conclusión al contraste presentado.

III. JESÚS DA UNA RESPUESTA SORPRENDENTE Y UNA VERDAD PARA TODOS.

Lucas 18:14 RVR60
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Jesús ante su audiencia en su mayoría fariseos y gente enseñada por ellos, da una contundente e impresionante repuesta, quizás no la esperada,
Jesús dice que el publicano fue justificado, antes que el fariseo, y la raíz griega que se usa para justificado, da la connotación de justificado permanentemente.
Dejando en claro que la única justicia aceptable para Dios es su propia justicia, aquella que ningún ser humano puede alcanzar por su propio mérito o esfuerzo.
Ahora esa justicia de Dios, sólo la alcanza el hombre a través de Jesucristo.
Aquel hombre no la alcanzó a través de la cruz, puesto que Jesús aún no había id a la cruz, pero la alcanzó de Dios y esto hermanos, es porque en cualquier época el hombre es justificado, en la justicia que viene de Dios.
Nosotros hemos sido justificados en Cristo, pero siempre es la obra de Dios.
Y la justicia de Dios no tiene que ver con las obras humanas.
Luego Jesús termina la declaración estableciendo una verdad importante:
Lucas EL AXIOMA CENTRAL

porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. (18:14b)

En el contexto Jesús lo que está diciendo, es que cualquiera que quiere salvarse así mismo, será humillado, en sentido de ser “Aplastado” en pérdida y castigo eterno”
Es decir el camino de la auto justificación terminará en en juicio eterno.
Sólo Dios puede enaltecer a un hombre y nadie puede considerarse al nivel de Dios.

Conclusión:

A Dios le gusta la oración humilde, la oración de reconocimiento.
Nadie puede auto justificarse así mismo, delante de Dios, sólo Dios puede justificarnos.
Par nosotros la justificación está en Cristo.
Debemos reconocer y confesar nuestros pecados delante de Dios, cuando oremos.
No debemos compararnos con otros, mucho menos, menospreciar a otros y exaltarnos a nosotros mismos.
La forma en que oramos, muestra también como es el Dios que conocemos.
Vamos a orar.
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