05. La soberanía de Dios IIº Parte.
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Introducción/ Repaso:
Introducción/ Repaso:
La semana anterior aprendimos acerca de Nabucodonosor, de cómo él se había enorgullecido y Dios lo castigó poniéndolo en un estado de locura, comportándose como un animal. Vimos como después de haber sido humillado el mira al cielo y reconoce la grandeza de Dios.
Esto es algo que nosotros necesitamos: que nuestro ojos se eleven al cielo y comprendan la grandeza de Dios.
Por una parte nadie puede ver la grandeza de Dios sin primero experimentar la obra de Dios en su corazón, y por otra parte cuando vemos la grandeza de Dios somos transformados, y nuestra vida ya nunca vuelve a ser la misma.
Les comparto algunos ejemplos:
Cuando Dios se le presenta a Abrahám para anunciarle la destrucción de Sodoma, después de haber hablado con Dios Abrahám dice: Génesis 18.27 “27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.” El ver a Dios llevó a Abrahám a reconocer su bajeza.
Cuando Ezequiel tiene una visión de Dios dice: Ezequiel 1.28 “28 Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.”
Cuando Pedro vio el milagro del Señor en la pesca milagrosa dijo: Lucas 5.8 “8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.”
Después que Isaías recibe la visión gloriosa de Dios exclama: Isaías 6.5 “5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.”
Desarrollo:
Desarrollo:
Daniel 4.34-35 “34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”
En el día de hoy vemos como Nabucodonosor reconoce la autoridad de Dios. El entiende tres verdades de la autoridad de Dios:
1. El dominio de Dios es perpetuo.
1. El dominio de Dios es perpetuo.
“cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades” v.34b
La palabra “sempiterno” quiere decir perpetuo, que permanece o que es eterno. Esto se enfatiza con la siguiente declaración: “Su reino por todas las edades”.
Esto habla la perpetuidad del reino de Dios, a diferencia de los reinos de la tierra. Todos los reinos de la tierra pasarán, terminarán, pero Dios siempre seguirá reinando.
Dice la Palabra: Daniel 2.44 “44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,” Daniel 7.13-14 “13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.” Isaías 9.6-7 “6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”
Y no solo eso, la perpetuidad de Dios no solo se refiere a su gobierno, si no a su palabra también.
Dila as Escrituras: Salmo 33.11 “11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.”
2. El está por sobre todos.
2. El está por sobre todos.
“Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada” v.35a
Quiere decir que Dios está por sobre toda autoridad. Los reyes y los grandes gobernantes de la tierra, por muy poderosos que parezcan son considerados como nada para Dios. Nadie está por sobre Dios.
Dice la Palabra: Isaías 40.15-17 “15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio.17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.”; Isaías 40.22-24 “22 El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23 El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.”
Esta verdad debe alentarnos cuando pensamos que podemos ser perjudicados por los poderosos, o cuando sentimos impotencia por algo que no está en nosotros solucionar.
Debemos recordar las palabras del Ap. Pablo en Romanos 8.31 “31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
3. Su voluntad prevalece.
3. Su voluntad prevalece.
“él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” v.35b
Nadie puede impedir que él haga su voluntad.
La Palabra nos enseña que Dios no actúa en base a las circunstancias si no que todo lo hace por su propia voluntad, Efesios 1.11 “11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,”
Y nadie puede ir en contra de su voluntad, su planes nunca serán frustrados por nadie, Salmo 135.6 “6 Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.”; Salmo 33.9-11 “9 Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió. 10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones, Y frustra las maquinaciones de los pueblos. 11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.” Hechos 4.27-28 “27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.”
Conclusión y consejos:
Conclusión y consejos:
Podemos concluir las siguientes cosas:
Solo cuando Dios obra en nosotros es que nuestros ojos pueden ser abiertos para ver la grandeza de Dios. A veces esa obra tiene que ser la humillación.
Es necesario que crezcamos en nuestra comprensión de la grandeza de Dios.
Dios humilla a los soberbios y exalta a los humildes.