Principios de la fe salvadora.

Introducción.

(Profesiones o conversiones)

Muchos dicen ser cristianos, pero sus vidas y prioridades indican lo contrario. ¿Que tipo de fe es la que demuestran este tipo de cristianismo?

Hablar es muy fácil, hacer, actuar, obrar, obedecer, demostrar lo hablado es lo difícil en la vida cristiana y para eso se necesita tener la fe salvadora.

La fe salvadora se puede comparar con un músculo que se ejercita todos los días por medio de las obras.

Hoy estudiaremos tres principios en cuanto a la verdadera fe, la fe que salva y mi deseo hoy es que usted examine a luz de la palabra de Dios, si realmente usted tiene la fe que salva.

I. El fruto de la fe salvadora son las obras.

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Sant 2.14

La fe solo cómo una expresión intelectual.

v.14. -"alardear de la fe" LP:MD -"sino lo demuestra con sus acciones" NTV

v.16 -"¿de que les servirán sus palabras?" LP:MD

Es una fe que solo es útil para jactarse.

Es engañosa por presumir algo que no sucederá. (presuntuosa)

Esa es la misma fe de los demonios.

“tu crees que Dios es uno; bien haces, También los demonios creen, y tiemblan..” Sant 2.19

La persona que no pasa a creer más allá de lo que la Biblia dice sobre la fe en Jesús, no alcanza a llegar a la fe y a la conversión verdadera. La persona que cree meramente la Biblia tiene la clase de fe que se llama fe histórica, que tiene raíz en creer Biblia, pero no va más allá. La debilidad de la fe histórica es que no te puede salvar. Los demonios caídos tienen esta clase de fe – pero no son salvos. La Biblia dice,

La fe en los hechos de la biblia no es suficiente.

Los Fariseos creían la Biblia, pero hasta ahí no más. Ellos se afianzaban a la “fe histórica” en la Biblia, pero rehusaban ir más allá, a la fe personal en el Señor Jesucristo Mismo.

La fe que no hace nada por nadie no es fe salvadora.

Es decir es infructuosae inútil.

La expresión “Id en paz” representa un antiguo saludo judío basado en la palabra hebrea “shalom”, que además de paz, significa sanidad, prosperidad, un estado de completa tranquilidad, contentamiento, satisfacción.

La fe verdadera se juzga por los frutos no por la apariencia.

Por sus frutos los conoceréis - Mateo 7.16

El buen árbol no se juzga por su apariencia, sino por la calidad de sus frutos.

¿qué clase de frutos ven otros en usted cuando ellos le examinan? 0 más importante, ¿qué dirá Jesús cuando Él examine sus actos? ¿Encontrará los frutos de su vida podridos, llenos de gusanos, sin sabor o pura cáscara? ¿Puede usted imaginar las acciones suyas en las manos del Maestro? ¿Serán como frutos escogidos, de buen gusto, y abundantes?

Salvos por fe y no por obras.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras” Ef 2.8-10

II. La fe y las obras son inseparables.

“Pero alguno dirá: Tu tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Sant 2.18

La fe salvadora es visible por medio de las obras.

v.18 - "alguien podría argumentar: Algunas personas tienen fe; otras buenas acciones" NTV.

La fe sin obras es vanidad ("hombre vano")

La palabra “vano”, del griego kenos, significa vacío, falto de verdad, hace referencia a personas que no tienen nada, que vienen con las manos vacias y cuyos actos no resultan en nada productivo.

La fe salvadora implica obediencia a Dios.

La obediencia a Dios es la marca de la verdadera fe salvadora. Santiago utiliza los ejemplos de Abraham y Rahab para ilustrar la obediencia que acompaña a la salvación.

III. La fe se perfecciona por medio de las obras.

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. Sant 2.26

La fe sin obras revela un corazón no transformado por Dios.

No ha nacido de nuevo y por lo tanto no es capaz de hacer LAS OBRAS que Dios preparó de antemano.

Continúa en los patrones de una vida pecaminosa.

Las obras son necesarios para la santificación.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gal 5.22-23

Las obras prueban de quien somos hijos.

Abraham fue probado por medio de la obras y fue llamado amigo de Dios y padre de la fe.

“Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham harías. Pero ahora procuraís matarme....Vosotros sois de vuestro padre el Diablo y los deseos de vuestro padre queréis hacer...” Juan 8.39-44

Conclución.

La fe sin obras es muerta porque revela un corazón que no ha sido transformado por Dios. Cuando hemos sido regenerados por el Espíritu Santo, nuestras vidas van a demostrar esa vida nueva. Nuestras obras se caracterizarán por la obediencia a Dios.

La fe sin obras es muerta porque la fe resulta en una nueva creación, no en una repetición de los mismos patrones de conducta pecaminosa.

La fe sin obras es muerta, porque viene de un corazón que no ha sido regenerado por Dios. Profesar una fe vacía, no tiene el poder para cambiar vidas. Aquellos que dicen tener fe pero que no tienen el Espíritu, escucharán a Cristo mismo decir, "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mateo 7:23).