Autoridad Pastoral

1 Pedro 5:1–5

“1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. 5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestidos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.”

Introducción

La autoridad pastoral es un tema muy controversial en el cristianismo.

Para algunos, el pastor es la máxima autoridad en todo asunto y sus decisiones no pueden ser cuestionadas (Gobierno episcopal)

Para otros, el pastor tiene autoridad pero es parte de un cuerpo de gobierno que juntamente con el pastor toma decisiones (Gobierno presbiteriano).

Para otros el pastor está sujeto a la autoridad de la congregación (Gobierno congregacional).

Los sistemas de gobierno seculares no pueden aplicarse a la iglesia porque la autoridad que tienen los lideres de la iglesia es delegada por Cristo. Por lo tanto no podemos pensar en la iglesia en un sistema de gobierno totalitario o democrático.

Mateo 20:25–28 “25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

El sistema Teocrático fue establecido por Dios en Israel, en el que el gobierno civil y espiritual era establecido por Dios, hoy día el gobierno civil es ejercido por autoridades y el espiritual por Cristo. En este periodo Dios le ha dado la autoridad a Cristo. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Mateo 28:18”

Apacentar la grey

Antes de pensar en la autoridad de un pastor, es necesario tener claro cual es su función: 1 Pedro 5:2 “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto.”

La prioridad del pastor es alimentar, proteger, guiar apoyar a las débiles y vendar a los heridos. Debe ejercer un liderazgo de servicio para cuidar el rebaño de Cristo. Para esto se necesita tener un corazón de pastor.

Para ejercer eficazmente su ministerio el pastor debe desarrollar una estrategia preventiva antes que curativa. Instruir a la congregación en la Palabra para que puedan evitar males, y que a su vez sean una extensión de su ministerio pastoral.

Pablo instruye esto al pastor Timoteo: 2 Timoteo 4:1-2 “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Los apóstoles lo entendían: Hechos de los Apóstoles 6:3–4 “3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.”

El buen ejemplo

Sin embargo, la tarea de enseñar y corregir necesita que sea ejercida con autoridad, pero esta autoridad no depende de la persona sino que es una autoridad delegada por parte de Cristo. Pablo explica esto a Tito 1:5 “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;”

Pero la autoridad pastoral esta sujeta a su buen ejemplo: 1 Pedro 5:3 “no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.”

1 Timoteo 4:12 “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”

Esto tiene mucho sentido pues una de las principales funciones del pastor es enseñar, en la Biblia el que sustentaba el título de maestro era porque lo que enseñaba lo vivía.

La congregación se va a sujetar fácilmente a un pastor que ejerza su autoridad con el ejemplo.

Esta era la debilidad de los fariseos, pues eran buenos catedráticos pero no maestros, por tal razón no podía ejercer una buena autoridad en el pueblo. Mateo 23:3 “Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.”

El pastor debe ser un buen ejemplo hasta en los pequeños detalles, en cumplir sus promesas, en ser puntual, en ser prudente en hablar, actuar y vestir.

Autoridad en la Palabra

El pastor debe tener la autoridad respecto a la presentación de la Palabra, es decir en cuidar que la iglesia reciba el alimento espiritual adecuado. 1 Timoteo 1:3 “Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,”

Toda actividad de la iglesia debe ser evaluada por el pastor para que considere si es de edificación para la iglesia o no.

Debe ser muy celosos en cuidar a quien delega o invita a predicar a su congregación.

Respecto a aspectos administrativos es importante que el pastor delegue estas funciones a personas idóneas. Hechos 6:1-3 “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”

Conclusión

Cuidemos de no ser persuadidos en los sistemas de gobierno contaminados que afectan a la iglesia hoy día.

En nuestra misión adoptamos el sistema bíblico de Hechos 6:1-4. Este sistema es conocido como presbiteriano (consejo de ancianos), en el cual el pastor preside pero gobierna juntamente con el cuerpo de ancianos en los aspectos administrativos.

En los casos que exista algún conflicto, es necesario presentarlo en una reunión al gobierno de la iglesia. Existen casos muy particulares que es conveniente convocar a una asamblea para tratar algún asunto.