El Cántico de Moisés

Introducción

Dios había profetizado que Israel se desviaría de los caminos de Dios y por tal razón sufriría las consecuencias de su rebeldía.

Dios inspira un canto a Moisés para que Israel lo aprendiera y lo enseñara a sus generaciones, este canto era un testimonio de la advertencia de Dios.

En la antigüedad las noticias importantes o acontecimientos trascendentales era divulgados por medio de cantos. Había personas que viajaban de pueblo en pueblo contando historias con cantos, estos eran llamados Joglares, o también conocidos como trovadores.

Este canto rebela la voluntad de Dios de escoger a Israel como su pueblo por el puro afecto de su gracia, de la rebeldía de Israel al encontrarse bendecido, del juicio de Dios por su rebeldía y de la misericordia de Dios al volverlos a rescatar.

El testimonio

Los testigos

Deuteronomio 32:1 “Escuchad, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.”

Antes de declarar su testimonio Dios llama a los cielos y la tierra como testigos contra Israel, pues su situación era grave.

En los cielos y la tierra está marcado el testimonio de la maldad de la humanidad, los desastres naturales testifican contra el pecado, convirtiéndose a la vez en verdugos de la maldad de la humanidad.

Isaías 1:2 “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.”

Palabra como lluvia

Deuteronomio 32:2 “Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba.”

Dios declara que su palabra no ha faltado, así como la lluvia cae de cielo y lo riega todo, así su Palabra no ha faltado a su pueblo, nadie puede reclamar ignorancia.

Hoy día es predicado el evangelio por todo el mundo como lluvia, para que nadie pueda excusarse delante de Dios. Mateo 24:14 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

La justicia de Dios

Deuteronomio 32:3–4 “Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. 4 El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.”

A pesar de ser un mensaje de dura advertencia, en el cántico de aclara que Dios es justo, y que a pesar de la imperfección de Israel, la obra de Dios es perfecta, y su obra se cumplirá sin que nadie la estorbe.

La Maldad de Israel

Deuteronomio 32:6–7 “6 ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? El te hizo y te estableció. 7 Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán.”

Llegará el tiempo en que estas Palabras cobrarán sentido, Dios reclama a Israel su injusticia al no reconocer que las bendiciones, prosperidad, éxito y bienestar proceden de Él.

Les hace acudir a las enseñanzas que le instruyeron sus padres.

Este es el mismo reclamo de Dios por medio de Isaías: Isaías 1:3-4 “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. 4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.” (750 años más tarde)

La ingratitud

Deuteronomio 32:13–15 “13 Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal; 14 Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino. 15 Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.”

Dios cumplió su promesa de prosperar a su pueblo, pero les hizo mal la prosperidad, pues al verse prosperados dejaron de poner su mirada en el Dios de la provisión y la pusieron en la provisión. Ser engordados significa ser prosperados.

Jesurún es un nombre que Dios le da a Israel significa “El justo o el recto”

Dios no desea que seamos pobres, la pobreza viene de la incredulidad y de la confianza en las cosas materiales.

Pero también es peligroso ser muy enriquecidos.

Proverbios 30:8–9 “8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”

Debe existir un equilibrio, y este es confiar en Dios y no en las riquezas, dejar de confiar en Dios nos conduce a la pobreza espiritual.

La justa retribución

Deuteronomio 32:20–23 “20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles. 21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata. 22 Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes. 23 Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis saetas.”

Por causa de su pecado, Israel sería castigado justamente, Dios enviaría un pueblo pagano para castigarles. Jeremías 25:9 “he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua.”

La esperanza

Deuteronomio 32:36 “Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y por amor de sus siervos se arrepentirá, Cuando viere que la fuerza pereció, Y que no queda ni siervo ni libre.”

Deuteronomio 32:43 “Alabad, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.”

Aunque el castigo de Israel será severo, Dios les declara que hay esperanza de restauración, Él vengará a ese pueblo que los castigó.

Esto nos revela que Dios corrige a sus hijos, pero no los condena al castigo eterno.

Hebreos 12:5–7 “5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”

Para los que no son sus hijos no existe la corrección, pero si la condenación.

Conclusión

Nosotros como sus hijos estamos propensos a fallarle, pero si realmente somos sus hijos, seremos corregidos por el Señor para que no seamos condenados.

Como en el caso del cristiano adultero de 1 Corintios 5. Pablo exhorta a la iglesia que ejerzan la disciplina en Él, para que sea corregido por el Señor, a fin de que sea salvo.

1 Corintios 5:5 “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.”