ORACIÓN CON PROPÓSITO. Parte 2

INTRODUCCIÓN:

Encontramos al profeta Daniel, quien habiendo estudiado los libros o rollos, del Antiguo Testamento, se enfoca en los setenta años profetizados para el cautiverio de Israel, en Babilonia.

Esta profecía que había sido dada por Jeremías en Jeremías 25: 11, 12, Jeremías 29:10

Jeremías 25:11 RVR60

11 Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.

Jeremías 25:12 RVR60

12 Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre.

Jeremías 29:10 RVR60

10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.

Como Nehemías al leer los rollos, se da cuenta que este período estaba por finalizar, ora a Dios para que obre a favor de Israel.

Este período de tiempo que Dios había establecido de exilio para Israel, tenían un propósito de Dios, restaurar los reposos sabáticos que Israel había ignorado durante mucho tiempo.

Los versículos, del 4 al 19, nos enseñan mucho sobre la oración, y nos muestra como debemos orar, cuando queremos que Dios obre a favor nuestro, a favor de su pueblo.

Vamos a estudiar tres aspectos de esta oración con propósito que todos debemos aplicar en nuestras oraciones.

I. MUESTRA DEPENDENCIA DEL CARÁCTER DE DIOS.

Recuerda a Nehemías, la oración de Daniel tiene también un inicio similar.

Daniel, durante su oración muestra una dependencia completa al carácter de Dios.

v.4 “.... Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos...”

v.7 “Tuya es, Señor, la justicia....”

v.9 “De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar....”

v. 15 “ Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre”

Al igual que en la oración de Nehemías, Daniel recuerda a Dios, quien es él y reconoce, que todo depende de Dios.

Daniel Sabía que el tiempo había llegado, que el tiempo se había cumplido, que el pueblo debía salir de su cautiverio, pero, también sabía que todo depende de Dios, y por eso ora, y le recuerda a Dios, que no es por los méritos del pueblo, sino por la grandeza de su carácter.

Luego en la oración siguiendo el mismo patrón que utilizó Nehemías para rogar a Dios por la reconstrucción de los muros de Jerusalén, ahora Daniel ora para rogar a Dios por el regreso del pueblo y lo hace, como sigue:

II. DANIEL RECUERDA LAS PROMESAS DE DIOS PARA CON ELLOS.

v. 15 “ Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre”

v. 16 “... Conforme a tu justicia..”

v. 17 “... por amor de ti mismo...”

v. 18 “…por tu gran compasión...”

v. 19 “… por tu amor y por tu nombre, por tu ciudad y por tu pueblo...”

Dios había prometido amarles hermano, Dios les había prometido que su justicia estaría con ellos, Daniel también apela en el versículo 18 a la compasión de Dios como la base para la petición que está haciendo a él.

Si volvemos un poco atrás, veremos que esta oración de Daniel se caracteriza por el fervor piadoso de este hombre hacia Dios y su amor.

Daniel 9:3 RVR60

3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Solo alguien que busca a Dios de esta manera puede recordar quien es Dios, y lo que Él ha prometido y esperar que lo cumpla.

De igual manera solo alguien así va a identificarse con su pueblo y al mismo tiempo confesar delante de Dios los pecados de su pueblo como suyos.

v.5, 15b. “ hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.....hemos pecado, hemos hecho impíamente”

No dice, que ellos han pecado, sino, hemos pecado, se involucra y eso hermanos, es agradable delante de Dios, lo hace ser la persona idónea para la oración que está haciendo.

Lo último que debemos considerar,...

III. PRINCIPIOS QUE PODEMOS APLICAR A NUESTRA ORACIÓN.

Cuando oramos con propósito y este propósito, busca mover la mano de Dios a nuestro favor, debemos:

Nuestra oración debe ser con mucho fervor piadoso y abnegación.

Debemos orar de manera que mostramos una dependencia completa al carácter de Dios.

Nuestra oración debe llevarnos a confesar nuestros pecados y los de toda la congregación como propios.

Debe nuestra oración buscar la gloria de Dios.

Daniel 9: 16-19

“Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia”

“y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor”

“porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias”

“..Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo...”

Conclusión:

Que tremenda enseñanza aprendemos en esta oración de Daniel, un hombre fiel a Dios, un hombre de oración.

No olvide que cuando oremos a Dios, buscando su ayuda en un propósito determinado, debemos siempre reconocer quien es él, quienes somos nosotros, debemos depender de su carácter y recordar sus promesas.

Vamos a orar.