Hojas de Higuera
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Introducción:
Introducción:
Dios había dado un mandamiento al hombre:
Génesis 2.15-17 “15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
Pero, ¿Qué pasó? El hombre desobedeció el mandamiento del Señor y trajo a toda la humanidad el pecado y la muerte.
¿Cómo fue que ocurrió esto?
La manera en que esto ocurrió es la misma manera en que el pecado nos tienta hoy a cada uno y la manera en que reaccionó es la misma manera en la que reaccionamos nosotros.
Hoy aprenderemos cómo trabaja el pecado en nosotros y la manera correcta que Dios ha provisto para vencerlo.
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Desarrollo:
Desarrollo:
1. El engaño del pecado.
1. El engaño del pecado.
Una imagen incorrecta de Dios: v.1b ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
En esta mentira Satanás y el pecado no quieren hacer pensar que Dios es restrictivo. Dios si había permitido comer de los árboles del huerto, solo les prohibió comer de uno. Justamente esto es lo que le responde la mujer: v.2-3 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
El engaño es pensar que viviendo para Dios no se puede ser feliz. Por eso la mayoría de la gente no quiere saber de Dios. Le buscan cuándo le necesitan pero en realidad ellos pretender sacarlo de sus vidas, no quieren que Dios entre sus vidas porque no quieren empañar el placer que el pecado les da. Esto se expresa muy bien en las palabras del Ap. Juan:
Juan 3.19-20 “19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.”
Dios le dio todo para que el hombre pudiera disfrutar. Además de los árboles de dio una esposa, le dio trabajo, le dio su Ley, le dio su presencia. Pensar que solo en el pecado se puede ser feliz y no en lo que Dios da es un engaño en el cual todos los hombres hemos caído. La Palabra de Dios nos enseña que vivir con Dios y disfrutar de lo que él da es donde se encuentra el verdadero gozo del alma del hombre:
Eclesiastés 2.24 “24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.”
Eclesiastés 9.7-9 “7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. 8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. 9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.”
Salmo 16.11 “11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.”
Salmo 73.25-26 “25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.”
Desconfianza en la Palabra de Dios: v.4 y 5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, será abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Satanás dijo que no es verdad que ellos morirían si comían del árbol prohibido.
Por otra parte les presentó de encontrar sabiduría fuera de Dios y de ser sus propios dioses.
Esto es lo que hace el pecado, hace que desconfiemos de la Palabra de Dios y que busquemos en otra parte la sabiduría.
Esto se manifiesta d e muchas maneras:
Algunos dicen: “no creo que Dios vaya a castigar a los pecadores, Dios es bueno él no ha de condenar a nadie”
Otros argumentan: “Si, está bien que Cristo vino a salvarnos pero debe haber algo que nosotros debamos hacer también”
Por otra parte algunos pueden pensar que no importa si no obedecemos los mandamientos que Dios nos ha dado, él nos acepta como somos.
Incluso algunos ignoran las ordenanzas de Dios y pretenden adorarle a su manera: “Yo no me congrego pero leo la Biblia en casa” o “no me congrego pero veo la transmisión por internet”
Todo tiene que ver con pensar que estaremos bien a pesar de pasar por alto lo que Dios dice en su Palabra.
Una imagen incorrecta del pecado: v.6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
El fruto se presentó agradable pero después de probarlo su sabor fue amargo.
Después de haberlo comido vino la culpa a sus vidas, se dieron cuenta de su desnudez, se apartaron de Dios, vino la maldición al mundo y los problemas en su familia.
Así mismo es el pecado. Nunca se presenta como algo malo si no como algo atractivo, pero es solo una ilusión.
En el libro de proverbios podemos encontrar una ilustración de este engaño de la siguiente manera:
Proverbios 23.1-3 “1 Cuando te sientes a comer con algún señor, Considera bien lo que está delante de ti, 2 Y pon cuchillo a tu garganta, Si tienes gran apetito. 3 No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso.”
Proverbios 23.6-8 “6 No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares; 7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. 8 Vomitarás la parte que comiste, Y perderás tus suaves palabras.”
Así mismo es el pecado, te ofrece felicidad y placer pero nunca presenta sus consecuencias.
Eso es lo que ocurre con los vicios; con el amor la las riquezas, con el dinero fácil, con el yugo desigual, con el dejar de congregarse. Una vez que experimentas estos pecados veraz que su placer es efímero, pasajero y que sus consecuencias parecen nuca acabar.
2. El engaño de la auto-justificación.
2. El engaño de la auto-justificación.
Al comer del fruto prohibido dice que ocurrió lo siguiente:
Génesis 3.7 “7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”
Vemos que al darse cuenta de su desnudez ellos intentaron cubrirse con delantales hechos de hojas de Higuera.
Aunque las hojas de higuera son grandes no son apropiadas y eficaces para cubrir la desnudez.
Esto es un reflejo de la manera equivocada en que los hombres reaccionamos ante el problema de nuestro pecado.
Así como Adán y Eva nosotros también intentamos cubrir nuestra desnudez con hojas de higuera, es decir con maneras o argumentos que pueden tapar nuestro pecado momentaneamente, pueden tranquilizar por un tiempo nuestra conciencia, pero el pecado permanece ahí sin ser tratado.
Algunas de estas hojas de higuera que nosotros usamos pueden ser las siguientes:
Pensar que nuestro pecado no es algo tan grabe.
Recordar que existen persona que son mas malas que nosotros.
Pensar que aquella persona la cual hemos hecho un daño o hemos ofendido se lo merecía de alguna manera.
Pensar en las obras buenas que hacemos, lo cual nos hace pensar que nos somos tan malos.
Pensar que el pecado que hemos cometido es algo que realmente todos hacen.
Pensar que nos hemos visto en la obligación de competer tal o cual pecado.
Etc.
Todos estos son esfuerzos vanos que intentan tapar nuestro pecado para que no se vea o no se vean tan grabe, pero son solo hojas de higuera que pronto se secarán o se pudrirán y ya no podrán cubrir.
Es como tratar de limpiarse uno mismo. Con respecto a esto la Palabra de Dios dice:
Jeremías 2.22 “22 Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.”
Job 9.30-31 “30 Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la limpieza misma, 31 Aún me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán.”
Hay una mejor y verdaderamente eficaz manera de cubrir la maldad, y no solo cubrirla, si no limpiarla. Y esa manera viene directamente de Dios.
3. La verdad del evangelio.
3. La verdad del evangelio.
Génesis 3. 20-21 “20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”
Dios es el que provee una manera correcta de tapar la desnudes de sus hijos.
Así mismo es Dios el que provee una manera correcta de cubrir y limpiar nuestro pecado.
Lo interesante es que Dios le había dicho al hombre que si él comía del árbol del conocimiento del bien y el mal moriría, pero aunque Adán murió muchos años después, no fue él el primero que murió si no el animalito del cual Dios extrajo la piel.
Al animalito no había comido del fruto prohibido, no había desobedecido. El murió por culpa del pecado de Adán.
Así mismo Dios provee para nosotros una manera de cubrir nuestro pecado por medio de la muerte de un inocente, nuestro Señor Jesucristo.
Dice la Palabra de él:
2 Corintios 5.21 “21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
1 Pedro 2.24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
1 Juan 2.2 “2 Y él es la propiciación por nuestros pecados...
Con respecto a este último versículo. La Palabra propiciación se relaciona con el propiciatorio, que era la tapa del arca que cubría el contenido de ella (las tablas de la Ley, una vasija con maná, la vara de Aarón). Por ello propiciación quiere decir que gracias a la obra de Cristo, cuando confiamos en él, nuestros pecados son cubiertos para que Dios ya no los considere. Tiene que ver con apaciguar la ira de Dios por nuestra maldad.
Cuando confiamos en Cristo él nos cubre con su justicia y Dios ya no toma más en cuenta nuestro pecado.
Conclusión:
Conclusión:
¿Qué te ha hablado Dios esta mañana? ¿ Ha cambiado tu concepto del pecado?
¿Cómo piensas cubrir tu pecado? ¿Seguirás con hojas de hojas de higuera o te cubrirás con las ropas de Cristo?
Cristo está hoy delante de padre para interceder por todos aquellos que confían en él.
Es por eso que te invito a que reconozcas tu desnudez delante de Dios, reconozcas tu pecado y pongas tu confianza en el cordero de Dios, Cristo, quien es el único que puede cubrir toda tu maldad, el único que te puede perdonar, limpiar y transformar en un nueva creación.