La Mortalidad del Ser Humano

Los Últimos Tiempos  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 38 views
Notes
Transcript

Introducción

¿Imaginemos un mundo en el cual no existe la muerte?
Sería un mundo sin enfermedad.
Sería un mundo sin envejecimiento.
Sería un mundo donde nunca tenemos que decir a Dios a nuestros seres queridos.
No podemos imaginar esta clase de mundo porque la muerte / enfermedad / envejecimiento es parte de la experiencia humana.
Todos hemos hemos perdido seres queridos.
Todos conocemos a personas que están batallando con una enfermedad, que en algunos casos es terminal.
Pero hubo un tiempo en la historia de la humanidad en que no se conocía lo que era la muerte.
Hubo un tiempo en que los únicos habitantes en esta planeta eran nuestros primeros padres - Adán y Eva.
La Biblia describe la vida de nuestros primeros padres de esta manera:
Génesis 1:27–28 NBLA
Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Dios los bendijo y les dijo: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra»
Ellos iban a vivir continuamente ante la presencia de Dios.
Ellos iban a disfrutar de una relación con Dios, sin interrupciones.
Ellos iban a vivir cumpliendo el propósito por el cual habían sido creados por Dios.
Pero, algo sucedió que cambió todo.
Algo sucedió que cambió la experiencia de la humanidad.
Algo sucedió que introdujó un cambió radical en la creación entera.
ENTRÓ LA MUERTE.
Este verano estamos estudiando lo que la Biblia nos enseña acerca de los últimos tiempos.
La semana pasada consideramos: El destino del creyente - que inicia desde la predestinación y culmina en la glorificación del ser humano.
Hoy consideraremos: El destino de todo mortal - la muerte. Lo veremos pensando en estos puntos.
La sentencia de muerte
La naturaleza de la muerte
La segunda muerte

I. La sentencia de muerte

El estudio de la muerte cabe dentro del estudio de los últimos tiempos, porque es algo que sucederá en el transcurso futuro de todo ser humano.
El 100% de la humanidad muere.
No hay nadie que estuvo vivo durante antes del diluvio.
Es más, con el pasar de los años llegamos a escuchar noticias como:
Muere el la última persona que nació en los 1890s.
Muere el último soldado sobreviviente de la primera guerra mundial.
Con el tiempo escucharemos:
Muere el último sobreviviente del ataque de las torres gemelas.
Muere el último miembro de la familia X.
La sentencia de muerte aparece por primera vez en Génesis.
Génesis 2:15–17 NBLA
El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Y el Señor Dios ordenó al hombre: «De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás»
Dios delega al hombre el cuidado / cultivo del huerto / paraíso donde los había plantado.
Dios la muestra al hombre la abundancia de alimento que tienen a su disposición.
Pero, a la misma vez Dios expresa una sola prohibición - no pueden comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Las consecuencia de desobedecer el mandato de Dios sería la muerte.
Nuestros primeros padres morirían - no porque el árbol era venenoso o porque al comerlo su cuerpo se iba contaminar.
El árbol del conocimiento del bien y del mal había sido creado por Dios y era bueno.
Sin embargo, Adán y Eva, al comerlo morirían porque al desobedecer el mandato de Dios estaban:
Dando la espalda a Dios.
Desafiando el mandato de Dios.
Desobedeciendo la orden de Dios a pesar de las graves consecuencias.
…el árbol no los contaminaría; pero al comerlo estaban mostrando que su alma / corazón estaban ya contaminados por su decisión de quebrantar la ley de Dios.
Para este momento, Adán y Eva no habían conocido la muerte.
La muerte era un concepto completamente ajeno a ellos.
La muerte era algo que nunca había sida vista en el Edén.

II. La naturaleza de la muerte

Pero, inmediatamente después de su pecado contra Dios, nuestros primeros padres vivieron las consecuencias de la muerte.
Lo primero que vemos es el sentimiento de vergüenza y culpabilidad que sienten al pecar contra Dios.
Génesis 3:7 NBLA
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales.
Luego vemos que se esconden de la presencia de Dios sabiendo que su relación con él había sido violentada. Habían desafiado a Dios y ahora debían esconderse de aquel que lo único que les había hecho era el bien.
Génesis 3:8 NBLA
Y oyeron al Señor Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto.
En la maldición que Dios pronuncia sobre ellos - vemos que sufrirían duros trabajos, la tierra no iba a producir como debía, y la mujer sufriría dolor en su parto.
Pero, quizá lo más terrible de todo esto es que serían expulsados del paraíso que Dios les había dado para cuidarlo y cultivarlo.
Génesis 3:24 NBLA
Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida.
Con el tiempo nuestros primeros padres vivirían el dolor del fraticidio (cuando una persona mata a su propio hermano); y jamás volverían a ver a su hijo Caín (Génesis 4).
Luego, cuando llegamos a Génesis 5 donde describe las generaciones de Adán leemos una linea que se repite una y otra vez (como si fuera un coro), en cuanto a cada uno de sus descendientes, con una sola excepción (Enoc).
Génesis 5:4 NBLA
Y los días de Adán después de haber engendrado a Set fueron 800 años, y tuvo otros hijos e hijas.
Génesis 5:31 NBLA
El total de los días de Lamec fue de 777 años, y murió.
Cada uno de sus descendientes muere.
Cada uno de sus descendientes llega al limite de sus días.
Cada una de las vidas de sus descendientes culmina con el triste y amargo dolor de la muerte.
¿Y que es la muerte?
Adán y Eva tuvieron que sepultar a su propio hijo - Abel tras el asesinato a manos de su propio hermano.
Adán y Eva vieron el cuerpo de Abel, sin vida, inmóvil, y golpeado.
La muerte se describe claramente en el libro de Ecclesiastés:
Eclesiastés 12:7 NBLA
Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era, Y el espíritu volverá a Dios que lo dio.
La muerte se define como la separación del alma y del cuerpo.
El cuerpo pierde la vida a causa de enfermedad, vejéz, accidente, etc.
El espíritu, que es la vida, regresa a Dios quien lo dio.
Por tanto, si Dios da la vida, él también determina el limite de sus días.
Dios llamará ante su presencia la vida de cada ser humano.
El cuerpo será sepultado, sus familiares lo llorarán, y seguiremos viviendo hasta que llegue el momento de nuestra propia muerte; y después volverá a repetirse este ciclo.

III. La segunda muerte

Lo que ha preocupado a muchos es la incertidumbre de no saber lo que sucede después de la muerte.
Sabemos que todos moriremos.
Muchos tal vez hemos considerado nuestra propia mortalidad.
…pero lo que más le da temor al hombre es:
¿Cómo vamos a morir?
¿Qué sucederá segundos después de nuestro último suspiro?
No sabemos como vamos a morir, pero lo que si sabemos es que VAMOS a morir. Pero el creyente tiene una promesa en el momento de su muerte:
Salmo 23:4 NBLA
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
Dios está con cada creyente en el momento de su muerte.
Dios estará con nosotros fortaleciendo nuestra fe y nos llevará ante su presencia.
Nuestro cuerpo será velado y sepultado; pero cada persona que ha creído en Jesucristo (habiendo puesto su esperanza en él) irá inmediatamente ante la presencia de Dios.
2 Corintios 5:6–8 NBLA
Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. (Porque por fe andamos, no por vista). Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor.
No caigamos en el error de pensar que todos los que mueren entran en la presencia de Dios.
Es ilógico pensar que alguien que le dio la espalda de Dios estará por siempre ante su presencia por toda la eternidad.
Esta experiencia es solo para aquellos que han puesto su fe y esperanza en él.
Entonces, ¿qué sucede con los que no han creído en Jesucristo y puesto su fe en él?
Hebreos 9:27 NBLA
Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,
Los hombres mueren una sola vez.
Después de la muerte hay un juicio en que queda sellado el destino eterno de cada ser humano.
No hay purgatorio donde vamos a purgar nuestros pecados.
No hay una segunda oportunidad donde los vivos pueden hacer algo a favor de los que han muerto.
La oportunidad de creer en el evangelio termina cuando el hombre suspira por última vez.
El que no ha creído en el Señor ha sellado su destino eterno alejado de la presencia de Dios.
Su ser queda reservado para lo que la Biblia llama “la segunda muerte”:
Apocalipsis 20:14–15 NBLA
La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
El lago de fuego, el lugar final de destrucción y castigo, es lo que la Biblia llama como “la segunda muerte”.
Aquí estará todo aquel que le dio la espalda a Dios - por toda la eternidad.
Será una castigo perpetuo, sin fin.

Conclusión

Pero, usted no tiene porque temer a la muerte.
Usted tiene la oportunidad de volver al paraíso del Edén.
Usted tiene la oportunidad de cumplir con el propósito por el cual Dios lo creó.
Usted tiene la oportunidad de escapar del juicio, de escapar del lago de fuego, de escapar de la segunda muerte.
¿Como?
Juan 11:25–26 NBLA
Jesús le contestó: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?».
¿Crees esto?
Related Media
See more
Related Sermons
See more