¿Por qué necesito amigos?
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Estamos experimentando una hambruna de amistad en nuestros días. A medida que el individualismo aumenta, los vínculos sociales disminuyen. Y reemplazamos las relaciones de carne y sangre con ilusiones digitales de la misma. Los estudios muestran que los estadounidenses tienen cada vez menos amigos cercanos. Muchas personas no se sienten solas, pero cuando se detienen a pensar en la profundidad de sus relaciones, a menudo se dan cuenta de que están más aisladas de lo que pensaban.
Quiero rogarte que vivas el resto de tus días valorando correctamente este regalo de la amistad verdadera. Pero si vamos a valorar la amistad como deberíamos, necesitamos saber por qué es tan valiosa. ¿Por qué vale la pena darle a la amistad todo el esfuerzo que podamos?
1. Eres humano
1. Eres humano
Fundamentalmente, necesitas amistad porque eres ineludiblemente un ser comunal. Estás hecho a imagen de Dios, y Dios no es solitario. Él existe eternamente como una fraternidad trina de amor. Esta es la razón por la cual “no es bueno que el hombre esté solo” (Gn. 2:18). Nuestro Dios trino nos hizo para reflejarlo, y una hermosa implicación es que estamos hechos para tener vidas de plenitud relacional con otras personas.
En Génesis 2:18 la idea de “bueno” es “ser bueno, ser mejor, o sea, estar en un estado de posesión de características apropiadas o estar capacitado para llevar a cabo una función esperada” James Swanson.
Dios plantó el anhelo de la verdadera amistad en nuestro ADN. No podremos florecer en la vida a plenitud sin ella.
2. La amistad es la “mayor felicidad”
2. La amistad es la “mayor felicidad”
Jonathan Edwards reflexionó profundamente y con frecuencia sobre la verdadera alegría. Mira cómo conecta nuestra felicidad y amistad: “El bienestar y la felicidad de la sociedad es la amistad. Es la mayor felicidad de todos los agentes morales” (Works, 23:350). Edwards era un pensador analítico. Él era preciso con las palabras. Fue un fiel pastor y teólogo. Cuando dice que la amistad es nuestra mayor felicidad, me pregunto: ¿por qué no pensamos o hablamos así sobre la amistad?
Y Edwards no está solo. Mira cómo algunos de nuestros otros héroes cristianos pensaron sobre esto:
Agustín: “En este mundo, dos cosas son esenciales: la vida y la amistad. Ambos deben ser muy apreciados y no debemos subestimarlos” (Sermón 299D).
John Newton: “Creo que para una mente sensible no hay placer temporal igual al placer de la amistad” (Letters, p. 331).
C. S. Lewis: “La amistad es el mayor de los bienes mundanos. Ciertamente para mí es la principal felicidad de la vida” (Collected Letters, p. 174).
Hemos perdido la gozosa maravilla de este regalo, el cual se experimenta verticalmente con Dios y horizontalmente el uno con el otro (Mt. 22:37-39). Esto significa que tenemos la gran oportunidad de recuperar nuestro patrimonio olvidado.
3. No lo lograrás solo
3. No lo lograrás solo
Dios nos lleva a la fe, y Él nos hará perseverar en esta fe (Fil. 1:6). Y usa medios, y uno de sus principales instrumentos es su gente.
El autor de Hebreos nos llama a “exhortarnos unos a otros todos los días” (He. 3:13) y “alentarnos unos a otros” (He. 10:25). Tú y yo necesitamos más que solamente las reuniones semanales. Necesitamos relaciones llenas de discipulado intencional. La verdadera amistad es un vínculo afectuoso forjado entre personas que, en verdad y confianza, perseveran en la fe.
4. La amistad divide a la mitad tus penas
4. La amistad divide a la mitad tus penas
Necesitamos compañeros que se sienten con nosotros en días de oscuridad. Necesitamos que nos recuerden en carne el corazón de Cristo por los pecadores y los que sufren. Uno de los mejores regalos que podemos dar a alguien en depresión es nuestra compañía.
J. C. Ryle escribió: “Este mundo está lleno de tristeza porque está lleno de pecado. Es un lugar oscuro. Es un lugar solitario. Es un lugar decepcionante. El rayo de sol más brillante es un amigo. La amistad reduce a la mitad nuestros dolores y duplica nuestras alegrías” (Sermón: ¡El mejor amigo!). Muchos de nosotros soportamos un gran dolor y tristeza. Los verdaderos compañeros cortan esas penas a la mitad, a menudo con su mera presencia y palabras en el momento correcto.
5. La amistad apunta al significado del universo
5. La amistad apunta al significado del universo
La amistad apunta al final de nuestra existencia. Dios no solo nos perdona por medio de Cristo, sino que también se hace nuestro amigo (Jn. 15:13-15). Él nos salva para glorificarlo y disfrutar de la comunión con Él para siempre. Nos dirigimos hacia un mundo eterno de compañerismo: con Dios y con todos Sus amigos por medio de Cristo.
La amistad es también el medio para este fin, porque la cruz es el acto de amistad más heroico que la historia haya conocido jamás. Jesús dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn. 15:13). La cruz es la mayor expresión de amor, y Jesús quiere que la entendamos como un sacrificio por los amigos. El momento más grandioso de la historia, donde vemos que la gloria de Dios brilla más intensamente, es un acto cósmico de amistad.
Forjando la amistad
Forjando la amistad
Atesoremos a Dios por encima de la amistad, agradezcamos a Dios por la amistad, y disfrutemos a Dios a través de la amistad. Es cierto que los verdaderos amigos pueden ser difíciles de encontrar, y muchos de nosotros podemos recordar amistades que nos decepcionaron o nos hirieron profundamente. Pero estas cinco razones muestran por qué la amistad, a pesar de todo el desorden y el dolor, vale más esfuerzo de lo que a menudo le damos.
¿Qué próximos pasos podrías dar para cultivar amistades más profundas? Identifica a algunas personas y planea un tiempo para reunirte, como en un café o almuerzo semanal. Acércate a un amigo con el que has perdido el contacto habitual. Sumerge tus conversaciones a las aguas más profundas de la vida. Oxigena tus amistades con afirmación y aliento.
Con la ayuda de Dios, lleguemos a nuestros lechos de muerte sin arrepentirnos por falta de amistades.