Principios de Vida: La Creación 01

Pregunta Inicial

¿Cuál es la diferencia entre una vida vacía y una vida desordenada?

Leer

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 1

1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Exploremos Juntos

¿Qué te hace pensar cuando lees que había desorden y vacío en la tierra, había tinieblas PERO Dios se movía?

¿Es posible que coexistan el desorden y el mover de Dios en la vida de una persona? Por qué si, o por qué no.

Estudio

Todo inicia con Dios

“En el principio creó Dios...” El primer personaje que aparece en la escena es Dios. Todo inicia con Él. Y la primera acción que se registra en la Biblia es el verbo crear. Dios inicia creando y termina creando un cielo y tierra nueva en Apocalipsis.

La condición de la tierra

El relato nos describe que la tierra estaba desordenada y vacía. Que interesante que no dice que los cielos también estaban desordenados y vacíos.

Deseo sugerir que el orden de la palabras que describen la condición de la tierra es relevante y transcendente. Se dice que estaba,

Desordenada y

Vacía.

El desorden me indica que no había estructura, y el vacío me enseña que no había propósito. Cuando en la vida de alguien no hay estructura, orden, reglas que dirigen su vida, entonces produce una vida sin propósito y sin rumbo. Esto suele suceder con muchísimas personas hoy en día.

Preguntas de reflexión

¿Puedes indentificar este patrón, desorden-vacío, en la vida alguna persona? En otra palabras, ¿conoces a alguien que tenga una vida desordenada y ese desorden le provoca una vida sin propósito?

¿Qué tal tu vida? ¿Vives en desorden u orden? ¿Existen áreas desordenadas en tu vida?

Un posible conflicto

Siempre me ha incomodado la última parte del verso 2, “… y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

¿Cómo es posible que el Espíritu de Dios se este moviendo y aún así exista desorden y caos? ¿Puede ser esto posible? Bueno, al parecer si es posible.

Principio de Vida

El Espíritu de Dios es de suma importancia en la vida del ser humano. Su Espíritu nos empodera, nos vitaliza, nos impulsa. Pero hay algo que no nos garantiza.

El principio de vida que deseo dejarte este día es el siguiente:

El Espíritu de Dios no nos garantiza una vida ordenada ni enfocada.

Esto lo podemos ver, no solo en Génesis 1:2, sino en muchas personas en las iglesias que están llenas de Dios, no obstante, son un desorden como cónyuges, padres y madres, hijos, empleados, estudiantes, etc.

Hay algo mas que necesita pasar en nuestras vidas, y eso, lo veremos en la continuación de esta serie. Por lo tanto, te invitamos la próxima semana para que descubramos que es lo que pone orden y enfoque en nuestras vidas. ¡No te lo puedes perder!

Manos A La Obra

Deseamos que este estudio no solo te desarrolle intelectualmente, sino también afecte tu conducta. Por lo tanto, te invito a que en la semana hagas una lista de las áreas que han estado desordenadas en tu vida. Después, intenta asociar esas areas con los diferentes desenfoques o falta de estructura de tu diario vivir.

Te recomiendo altamente, que inicies esta lista en oración tomando como base los siguientes versos:

Reina Valera Revisada (1960) Salmo 139

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

Pruébame y conoce mis pensamientos;

24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,

Y guíame en el camino eterno.

Oración

Padre amado, gracias te damos por tu Palabra y el efecto que ella produce en nuestras vidas. Hoy, mientras analizamos nuestras vidas bajo la lupa de las Escrituras, te pedimos que nos muevas a reconocer aquellas áreas personales que no están en orden aún, o que se han vuelto a desordenar.

Te pedimos perdón por nuestra ignorancia y/o negligencia y que nos ayudes a por el poder de tu Espíritu a tomar los pasos necesarios para traer orden a nuestras vidas.

Te adoramos y te glorificamos por lo que hoy haces en nosotros. Gracias por tu misericordia diaria en nosotros. En el nombre de Jesucristo oramos, amén.