Desde Lo Profundo (RV60)
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· 36 viewsTodos nosotros nos hemos sentido angustiados en algún momento. Para el salmista, esta sensación era como estar arropado por las aguas del océano. Pero en medio de su desesperación, él clama a Aquel que es poderoso para rescatarlo, y en Su Palabra, él espera confiado. El Salmo 130 nos muestra como Dios, en su misericordia, acude al auxilio de pecadores. Es un Salmo que nos consuela en nuestros sufrimientos y nos recuerda que vale la pena esperar en Dios.
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Esta mañana he querido traerles un Salmo de Lamentación.
Alguien preguntará “¿Por qué un sermon sobre un Salmo de Lamentación?” (Dos razones)
Porque los Salmos de Lamentación son como miel para el sufrido.
Porque tarde o temprano, todos sufrimos.
😐Mi oración esta mañana es que Dios de fuerzas a aquellos que están cansados, por medio de Su Palabra.
Cántico gradual. 1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. 5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6 Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. 7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.
Trasfondo del Salmo 130
Trasfondo del Salmo 130
Autor desconocido.
Posiblemente escrito durante el período post-exílico.
Notarán en sus Biblias un título que dice: Cántico gradual.
Tradicionalmente, estos salmos de ascensión (Ps 120-134) eran cantados por peregrinos que subían a Jerusalén a celebrar las fiestas principales.
En la cultura Hebrea, siempre que alguien viajaba a Jerusalén, se decía que “subía” a Jerusalén, independientemente si venia del Norte, Sur, Este u Oeste. Esto se debe a que la ciudad de Jerusalén esta ubicada sobre el nivel del mar.
Esta imagen de ascensión nos conviene ya que el Salmo inicia en el valle más bajo de la experiencia humana, y termina en la cúspide más alta.
Aprovechando este esquema, esta mañana quiero que veamos...
“Cuatro (4) escalones que debemos tomar para subir de las profundidades.”
Clamar al Señor (vv1-2)
Contemplar al Señor (vv3-4)
Esperar al Señor (vv5-6)
Proclamar al Señor (vv7-8)
Clamar al Señor (vv1-2)
Clamar al Señor (vv1-2)
Nuestro Salmo inicia en el lugar más bajo que podemos encontrar...
Desde las Profundidades
Desde las Profundidades
El salmista inicia diciéndonos el lugar desde donde clama al Señor: “Desde lo profundo” (v1). Es decir, “Desde las profundidades del océano.”
Los Hebreos no eran muy afectivos del océano. Siendo un pueblo marinero de aguas dulces, sentían terror del océano.
Dicho terror queda evidente en su literatura.
1 Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. 2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. 3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.
“No creo que el salmista esta describiendo una clase de natación o un día en la piscina, sino comparando su angustia con la sensación de ahogarse.”
14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. 15 No me anegue la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca.
En los Salmos, “las profundidades” tienen una connotación negativa. Están asociadas con:
Caos
Desesperación
Abandono
Separación de Dios
Hoy en día usamos esta expresión de la misma manera.
“Sumergido en depresión”, y NO, “flotando en depresión.”
“Hundido en deudas” y NO, “caminando en deudas.”
El salmista no menciona aquello que lo hunde a las “profundidades”.
POSIBILIDAD #1 - Alguna catástrofe que haya venido sobre él.
Muerte
Enfermedad
Traición
POSIBILIDAD #2 - Sentimientos por algún pecado cometido (El texto parece favorecer esta opción).
Culpa
Remordimiento
Vergüenza
“Ya sean acontecimientos que hayan sobrevenido nuestras vidas, o la carga de las consecuencias de nuestros pecados, ‘la profundidad ’ es el sitio donde tú y yo nos atemoriza estar, y donde no podemos salir por nuestra propia cuenta.”
En Oración
En Oración
A pesar de su condición, el salmista no esta siendo cínico, ¡pues en su hora más oscura clama a Dios!
“Aunque esta en las profundidades, no esta abandono, pues él sabe su Dios esta cerca.”
El salmista clama porque sabe que:
Él es incapaz de ayudarse a sí mismo.
Dios escucha su clamor.
… ¡Y clama con desesperación!
“El salmista clama a Dios como aquel que clama por aire desde las profundidades del océano.”
Estos primeros versículos nos enseñan una lección importante:
“Más importante que el lugar donde nos encontramos, es la postura en la que nos encontramos.”
Cuando “sube la marea” en tu vida, ¿cómo las enfrentas?
¿Recurres a tus habilidades y experiencia para salvarte?
¿Acudes a tus ídolos? (Ej. Dinero, relaciones, vicios)
¿Le das riendas sueltas a sus emociones, y dejas que ellas fijen el curso de tu día?
O, ¿acudes a Aquél quien “aun los vientos y el mar lo obedecen”?
Nuevamente, “más importante que el lugar donde nos encontramos, es la postura en la que nos encontramos.”
No importa mucho dónde estamos si podemos orar; pero ninguna oración es más real y aceptable que cuando se eleva desde los peores lugares. - Charles H. Spurgeon
Procurando las Bendiciones del Abismo
Procurando las Bendiciones del Abismo
Ciertamente “las profundidades ” es un lugar en el que nadie quisiera estar.
Pero, ¿sabes qué es peor que descender a las profundidades? Volver a la superficie igual que cómo te hundiste.
Las bendiciones del “abismo” es que ahí, en lo profundo, solo estas tú y Dios.
No necesitas aparentar o impresionar a nadie.
La opinión de los demás tiene poca relevancia.
Lo único que importa eres tú y Dios, y lo que Dios quiere hacer en ti.
Disclaimer: Debo confesar que no pude encontrar el contexto de esta cita, pero no podia pasar por alto la oportunidad de campartirla ya que hay sabiduría en esto.
“Cuando me enteré que tu cuerpo está desgastado por un feroz e incesante dolor que casi te lleva al borde de la muerte, la noticia me entristeció y humanamente hablando me llena de pena. Sin embargo, el pensamiento de que precisamente esta es la forma en que tu alma está madurando para la eternidad me refresca y con felicidad espiritual observo tu crecimiento en santidad.” - Anselmo de Canterbury
Yo no sé en cuales profundidades haz caído. Pero si haz nacido de nuevo, quiero que sepas, que Dios esta “madurando tu alma” para la eternidad. Y como Anselmo, esto me llena de gozo.
“El Salmo 130 abre el telón con el salmista en su peor circunstancia, pero con su mejor postura.”
Esto es importante porque por en breves momentos el salmista quita su atención de su “profundidad” y pone su mirada en el Trono de Gracia.
Contemplar al Señor (vv3-4)
Contemplar al Señor (vv3-4)
“Nuestro segundo escalón se encuentra en los versículos 3-4: Contempla al Señor.”
3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.
Habiendo redireccionado su atención al Señor, el salmista no puede evitar contemplar el carácter de Dios.
Contempla su Justicia
Contempla su Justicia
Todos hemos sentido lo incomo que es llegar a un lugar y no estar vestido apropiadamente.
Esta fue la sensación del salmista al acudir delante del Trono de Dios.
“Desde lo profundo el salmista suplica a Dios, pero se da cuenta de algo...”
¿Qué derecho tiene un hombre pecador de clamar a un Dios Santo?
¿Qué obligación tiene Dios de rescatar a sus enemigos?
El salmista hace una pregunta que no necesita respuesta…
3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
En otras palabras...
“Si tú, Señor, tomaras en cuenta nuestros pecados, ¿quién, Señor, podría ser declarado inocente?
¡NADIE!
¡Oh amada Iglesia, cuánto quisiera tomar estas palabras y sellarlas en nuestras mentes por el resto de nuestros días!
😭¡Tú y yo NO merecemos la bondad de Dios!
Cuando clamamos delante del Trono de Gracias, RECUERDA que no merecemos ni siquiera estar delante del Trono.
Cuando nos reunimos como Iglesia cada semana , RECUERDA que venimos a adorar a un Dios del cual no somos dignos.
Cuando miras a tu alrededor y cuentas tus bendiciones, RECUERDA, no mereces ni una de ellas.
Por esta razón, cuando el salmista clama a Dios, él no exige (demanda), sino que suplica.
“Dios no es injusto por dejarnos en ‘las profundidades’ del abismo. Amados, las profundidades del abismo es lo único que merecemos.”
Contempla su Misericordia
Contempla su Misericordia
“Pero (y que glorioso “pero” es este) en ti hay perdón.” (v4)
¿Cómo sabe el salmista que puede encontrar perdón en un Dios Santo? Porque Dios mismo lo ha revelado.
6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Cuando Dios se da a conocer a sí mismo, se da a conocer primeramente como un Dios compasivo y clemente.
“A diferencia de las caricaturas que vemos acerca de Dios, Dios no esta sentado en el Cielo, amargado y buscando oportunidades para castigarnos.”
Todo lo contrario, Dios esta pacientemente sentado en su Trono, buscando maneras de demostrarnos que Él nos ama.”
Dios no esta procurando nuestra condenación - eso lo conseguimos tú y yo por nuestra propia cuenta.
Dios esta procurando nuestra salvación.
2x “Dios tiene razones de sobra para querer nuestra condenación, pero su amor apacigua cada una de ellas.”
Esto no significa que el pecado queda impune. ¡No! El mismo dice, “que de ningún modo tendrá por inocente al malvado.”
“El amor de Dios no anula su justicia, la redirecciona.”
De esto hablaremos un poco más adelante.
Esperar al Señor (vv5-6)
Esperar al Señor (vv5-6)
“Ya el salmista elevó su oración al Trono de Gracia y sabe que Dios anhela acudir a su rescate. Ahora debe esperar la respuesta de Dios.”
5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6 Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana.
“Es interesante que lo difícil no es orar al Señor, sino esperar su respuesta.”
Es fácil para nosotros decirle a Dios todo lo que necesitamos. Lo difícil es esperar que Dios nos diga lo que verdaderamente necesitamos.
Es fácil para nosotros pedir ayuda. Lo difícil esperar cuando sentimos “el agua en el cuello.”
A pesar de todo, esperar es bueno para nosotros.
Ejercita nuestra fe.
Evidencia nuestros ídolos.
Glorifica al Padre en nosotros.
“De nada sirve que Dios cambie nuestras circunstancias sino no cambia nuestros corazones.”
😁“Es necesario que por medio de la espera, Dios extirpe los ídolos más profundos de nuestros corazones.”
Pero debemos aprender a esperar.
Como Centinelas
Como Centinelas
El salmista utiliza un símil que nos ayuda a entender cómo debemos esperar: Un centinela.
“En la antigüedad, los centinelas o vigilantes eran guardias ubicados en puntos estratégicos de la ciudad con el propósito de velar por la seguridad de la ciudad durante la noche.”
Por esta razón, los centinelas siempre esperaban la mañana, porque representaba un alivio de sus deberes.
“Similar a como nosotros esperamos por nuestras esposas cuando vamos de tiendas.”
Con Expectativa
Con Expectativa
5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.
El salmista no espera a ver si Dios responde a su oración. Él espera porque sabe que Dios responderá a su oración.
Esto no es una fantasía, sino la plena confianza que viene de la Palabra de Dios.
“...en su palabra he esperado.” (v5b)
Tampoco espera de brazos cruzados, pues mientras sea de noche, el centinela esta de servicio.
“Asi como aquel que yace sumergido en las profundidades utiliza todas sus fuerzas para llenar sus pulmones de aire, el sufrido debe utilizar todas sus fuerzas para llenar su corazón de Dios, mientras espera en el Señor.”
Con Seguridad
Con Seguridad
No importa que tan larga sea la noche, ¡la mañana siempre llegará!
“El salmista espera pacientemente porque su confianza esta en alguien que no puede fallar.”
La noche puede ser larga.
Los peligros puedes ser muchos.
Pero tarde o temprano, amanecerá.
Ilustración: Las estaciones del año.
Hace algunos meses atrás meditaba sobre por qué Dios diseño nuestro planeta con estaciones del año.
(Recuerden que vengo de una isla donde las cuatro estaciones del año son:)
- Verano.
- Verano caliente.
- Verano mojado.
- Verano fresco.
Meditaba, entonces, sobre las estaciones y Dios trajo este pensamiento a mi corazón: Las estaciones nos recuerdan que ninguna temporada es para siempre.
- Puede que el invierno sea largo y frio, pero tarde o temprano, la primavera siempre llega.
- Pero tampoco la primavera es para siempre, pues a pesar de su verdor y de todas sus flores, pronto llega el otoño con sus hojas secas.
El punto de esto no es hacer una “teología de las estaciones del año.” Sino que Dios tambien ha diseñado nuestras vidas en estaciones.
Ninguna estación dura para siempre.
Y todas las estaciones tienen una belleza particular.
¿Se ha puesto el sol en tu vida? Espera en tu Salvadora, ¡que pronto amanecerá!
¿Ya resplandeció la mañana en tu vida? Descansa y recobra fuerzas, que la noche se avecina.
Proclamar al Señor (vv7-8)
Proclamar al Señor (vv7-8)
Este es el ultimo escalón en nuestro Salmo, ¡y que escalón! - Proclama al Señor
7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.
Dos cosas han cambiado en el salmista desde que iniciamos nuestro Salmo:
Su enfoque ya no esta en las profundidades del abismo, sino en las “alturas del Monte de Dios”.
Su enfoque ya no esta en sí mismo, sino en sus compatriotas.
Una cosa NO ha cambiado: el salmista sigue en las profundidades del abismo.
Todavía este esperando en el Señor, pero ahora esta invitando a otros a esperar con él. (v6b-7a)
En algún momento de su trayectoria se dio cuentas que no estaba solo, que otras personas compartían la misma experiencia de las profundidades, y los invita a confiar en Dios.
“Uno no puede evitar preguntarse, si el propósito de Dios en llevar al salmista a las profundidades del abismo, era principalmente para traer esperanza a aquellos cautivos en las profundidades.”
Quizás tu enfermedad es una oportunidad de traer esperanza a aquellos que están enfermos contigo.
Quizás tus perdidas económicas son una oportunidad para presentar las riquezas del Evangelio a aquellos que buscan las riquezas terrenales.
Quizás las lagrimas que hoy lloras con dolor, son lagrimas que mañana traerán consolación a otros.
Quizás los conflictos que hoy enfrenta tu matrimonio, mañana serán palabras de aliento a matrimonios cansados.
¿Acaso no fueron estas las palabras del Apóstol Pablo?
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Pablo agrega en los versículos 6-7, cómo las aficionas de Pablo y los Apóstoles, son para el beneficio de la Iglesia.
6 Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.
¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede una persona redimir sus sufrimientos para verlos como instrumentos de bendición para las vidas de otros?
Cuando sufrimos, nuestra inclinación es pensar cómo las otras personas pueden ayudarnos.
Pero tanto Pablo como el salmista están más preocupados en cómo sus sufrimientos pueden ayudar a otros.
Esto, damas y caballeros, solo lo hace el poder del Evangelio.
7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él;
La palabra hebrea que se traduce “misericordia”, habla más alla de la benevolencia de Dios. Habla de un amor leal.
En Jehová hay misericordia porque Jehová ha pactado amar a Su pueblo.
Su fiel amor hacia nosotros lo impulsa a ser misericordioso con nosotros.
Su Inagotable Amor
Su Inagotable Amor
Nuestro Dios no raciona su amor. Nunca tiene escasez de amor.
Nuestro Dios es una fuente inagotable de amor para todo aquel que se sumerge en Él.
Por esta razón no debemos mendigar por el amor de los demás, porque tenemos todo el amor que necesitamos en Dios, ¡y nos sobra para compartir!
“Más aun, su amor es suficiente para cubrir todos y cada una de nuestras pecados. Por esta razón, su redención es plena (abundante).”
Su Plena Redención
Su Plena Redención
Martin Lutero consideraba este Salmo, su Salmo favorito. Lo llamaba uno de los “Salmos Paulinos”.
No es difícil ver esto, pues una de las grandes preguntas que atormentaba a Lutero era, ¿cómo puedo saber que estoy correctamente relacionado con Dios?
Que refrescante debieron ser estas palabras para Lutero: “En Él hay abundante, plena redención.”
No es una redención progresiva.
No es una redención a medias.
No es una redención temporal - No esta condicionada a nuestro comportamiento.
⬆️“¡Es una redención plena e irrevocable, porque cuando Cristo dijo, ‘Consumado es’, consumado fue.”
Conclusión
Conclusión
El último escalón es posiblemente el más importante de todos.
Nuestro salmo concluye con un final abierto, con un “To Be Continue.” El salmista sabe que la respuesta a su oración yace en el futuro.
8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.
“Lo que para el salmista es futuro, para nosotros es pasado.” Esto es Cristo Jesus.
Cristo Jesus es aquel en quien el Padre redireccionó su ira (v4).
“La justicia de Dios fue satisfecha en Cristo, para que el amor de Dios sea manifestado en nosotros.”
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