Cristo y los Apóstoles

Marcos   •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  50:02
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EL tema principal de esta porción es la creciente división entre las dos partes, los que están con el Señor y los que están en su contra. De entre sus muchos seguidores, el Señor escoge doce discípulos especiales, o apóstoles, para representar el remanente de Israel y extender el ministerio del Señor por todo Israel.

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Marcos 3:13–19 RVR60
13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. 14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: 16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; 17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; 18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista, 19 y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.

INTRODUCCIÓN

El resumen de los versículos 7-12 concluyó como mencionamos la primera parte del ministerio de Jesús en Galilea, caracterizado por la autoridad de Cristo para predicar y curar así como por la creciente oposición de los líderes religiosos hacia Él.
Pero Marcos no solo concluye sino que también introduce una segunda fase del ministerio del Señor en esta región de Galilea.
Comenzando con los relatos sobre los discípulos: su elección como apóstoles y la misión de estar con Él y predicar su reino a otros.
EL tema principal de esta porción es la creciente división entre las dos partes, los que están con el Señor y los que están en su contra.
De entre sus muchos seguidores, el Señor escoge doce discípulos especiales, o apóstoles, para representar el remanente de Israel y extender el ministerio del Señor por todo Israel.

LLAMANDO A LOS DOCE

Marcos 3:13 RVR60
13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
El monte aquí también pude entenderse como colinas, muy seguramente a las de alrededor de Galilea. Fue en ese lugar en el cual el Señor llamó a sus discípulos.
Como bien nos dice el texto: a los que Él quiso.
Esto nos puede ayudar a entender que:
La salvación es un llamado que Dios hace a todos los hombres, Dios manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. Sin embargo el llamado a ser sus siervos o sus mensajeros, es un llamado que Él hace, pero con diferencia, pues en este llamamiento Él denominará a los que Él quiere.
Si Dios quiere usar a alguien, lo llamará y lo usara conforme a lo que Él quiera.

DOS GRANDES TAREAS

Marcos 3:14–15 RVR60
14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:
Entonces el Señor reúne a sus seguidores en las colinas alrededor de Galilea y allí llama o selecciona a doce para que sean sus discípulos más cercanos.
Cuando dice que estableció a doce nos solo se limita al llamado que Él les hace, sino que implica también un encargo, una comisión, una facultad.
El Señor de manera muy especifica selecciona a doce y pone en sus manos dos grandes tareas.
Ahora, personalmente creo que una depende de la otra. La predicación y la extensión del evangelio del reino de Dios es antecedida por un tiempo a solas con el Señor. Como bien se ha dicho, Si el Señor no es mi Señor no podré ser señor de nadie.
Así que su llamado implica primeramente estar con Él. Y después de eso dice que Él les enviaría a predicar.
Los discípulos en segundo lugar tienen la responsabilidad de hacer lo que Cristo hace; predicar, sanar y echar fuera demonios.
Muchos en el día de hoy somos atraídos por el deseo de predicar, de enseñar y de ser maestro de otros, y no quiero decir que el deseo sea malo en si, es más si alguno anhela obispado buena obra desea. Sin embargo Pablo no concluye allí, el continua diciendo: Pero es necesario que el obispo sea. Y a esos dos puntos le siguen una lista que usted puede leer en la carta a Timoteo.
Antes de hacer es necesario ser y antes de ir es necesario que estemos.
En todos estos años que he estado en Cristo y en la Iglesia, he aprendido que la mejor manera de aprender es estar con el Maestro, observándole y siguiendo su ejemplo.
Doy gracias a Dios por los hombres que Dios uso en el pasado para enseñarme a hacer y a ser lo que hoy su gracia me permite.
Muchos queremos ir, queremos hacer, queremos enseñar, queremos predicar, queremos ser maestros, queremos influenciar, queremos ser lideres, queremos ser caciques pero no estamos dispuestos a ser indios.
Si usted notó en el texto primero les llamo a estar con Él y después ellos no irían de una a predicar, no. Él los enviaría a predicar.
Es decir ellos saldrían a predicar y sanar en el momento en el que el Señor mismo les indicara que salieran.
Si Dios no nos dice que vayamos, lo mejor es que no inventemos. (hablando por supuesto de el llamado al ministerio)
Porque evidentemente el Señor nos ha pedido ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Ante semejante orden, no debe haber excusas, aunque lastimosamente nos hemos inventado cualquier cantidad de excusar para no compartir el evangelio con otros.
Pero ¿sabe cuando es que vamos a ir a hacer esto? Cuando estamos con Él.
Porque cuando estamos con Él, no solamente aprenderemos sino que también le conoceremos tal y como es Él y sin dificultad, ni excusas, ni pretextos estaremos dispuestos a ir y hacer lo que Él nos enseñe y pida que hagamos.
Los discípulos tuvieron ese privilegio que el resto de sus seguidores no tuvieron.
Ellos le vieron en lo más íntimo, le vieron caminar sobre el mar, le vieron callar el viento y calmar la tormenta, le vieron transfigurarse en su cuerpo glorificado, le vieron hablar con Moisés y con el gran Elias, ellos conocieron de primera mano todo lo relacionado a Dios e Israel, en los asuntos y enseñanzas difíciles que otros no entendían ellos recibían la explicación en privado y podían ver y conocer el amor, la compasión, la pasión y el gran deseo y la voluntad del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Ellos le vieron resucitado y caminaron con Él y en la gran cena fueron testigos del gran plan de Dios de redención.

NUESTRO MODELO

Marcos 3:14–19 RVR60
14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: 16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; 17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; 18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista, 19 y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.
La elección de los doce apóstoles es un momento importante dentro de la narrativa del evangelio. A partir de este momento estos discípulos estarán constantemente al lado de Jesús, aprendiendo de él y compartiendo su ministerio. No son ni serán los héroes de la historia; Cristo lo es. y esta narración del llamamiento tiene más que ver con Cristo y su misión que con las cualidades especiales de estos hombres.
Ahora bien, el propósito de Cristo para los doce puede también ser el modelo de entrenamiento para nosotros mismos, en nuestro crecimiento, en nuestro discipulado.
Cristo nos ha elegido principalmente para acompañarle, o sea para estar con Él. Como sus seguidores, estamos llamados a observarle, a aprender de Él, a conocerlo más profundamente, a conocer su amor, su misericordia, su justicia, su bondad, su enojo, su santidad, su ira, conocer su humanidad pero también su divinidad y pasar tiempo a solas con el Maestro, para aprender, para crecer, para madurar, para que nuestras vidas mismas sean atestadas es decir llenas de Él, que su santidad nos quebrante por lo pecaminoso que somos y al mismo tiempo nos transforme a uno semejante a Él, en pureza, en justicia y santidad.
Después Él mismo nos enviará a hacer lo que su voluntad soberana ha predeterminado para nosotros. Con el propósito de ampliar o extender al ámbito de su propio ministerio.
No para que seamos los héroes y modelos, no para que Él sea glorificado y su nombre exaltado porque el héroe sigue siendo Él.
El Señor sabía que la mejor manera de entrenar a sus discípulos era servir de modelo a seguir y luego enviarlos a ser ellos mismos el modelo.
Muchas veces aprendemos mejor observando cómo alguien hace algo y luego repetirlo en lugar de leer manuales y asistir a conferencias.
El entrenamiento practico es clave.
Si no venimos y estamos dispuestos a estar con Él, muy difícilmente Él nos vaya a usar.

CONCLUSIÓN

Por eso le pregunto hermano:
¿Dónde esta usted, está usted al lado del Señor, observándolo, leyendo sobre Él, aprendiendo de Él, pasa usted tiempo a solas con el Maestro?
¿Conoce usted a Cristo personalmente?
¿Tiene usted una relación intima y personal con Él?
A lo mejor es que usted necesita ser salvo, por eso usted no puede tener una relación con Él porque sus pecados no han sido perdonados, si esa persona es usted, pídale a Cristo que lo salve y así comience una intima relación con Él.
Dios busca y quiere usar a hombres para la extensión de su reino, pero es necesario que estemos antes de que vayamos.
Recuerde, antes de hacer es necesario ser y antes de ir es necesario que estemos.
Y la mejor manera de aprender es estar con el Maestro, observándole y siguiendo su ejemplo.
Muchas veces no sabemos, ni conocemos a Dios simplemente porque no pasamos tiempo con Él.
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