LA BONDAD DE DIOS.
Santiago • Sermon • Submitted
0 ratings
· 145 viewsUna de las mayores muestras de que Dios no busca nuestro mal, sino nuestro bien, es que de su voluntad el nos hizo nacer para ser santos delante de Él, solo por el puro afecto de su voluntad.
Notes
Transcript
Santiago 1:17 (RVR60)
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Sin lugar a dudas, tal como Santiago lo ha mencionado, en nuestro transitar por la vida vamos a atravesar pruebas diversas o tentaciones. Las primeras tienen el propósito de examinar nuestra fe para que crezcamos y maduremos. Las segundas son producto de nuestros propios deseos engañosos.
Sin embargo, a causa de la profunda ignorancia que existe en la iglesia del día de hoy, algunos son engañados por Satanás o por sus propios corazones y culpan a Dios de sus tentaciones y pecados.
Santiago 1:16 (NTV)
Así que no se dejen engañar, mis amados hermanos.
Dios no envía jamás a sus hijos penas y pesares con el fin de alejarlos de Él. Más bien cada una de las adversidades que el manda y permite en nuestra vida, son para venir y confiar más plenamente en Él.
Pero, algunos asistentes a las iglesias al venir las pruebas, pierden la perspectiva y comienzan a cuestionar a Dios por lo que que les esta ocurriendo y por la propia respuesta que ellos mismos estan teniendo respecto a la prueba.
¿Y esto porque sucede?
Una de las mentiras preferidas de Satanás para con los creyentes es convencerlos que Dios esta en nuestra contra, que Dios no nos ama o que no nos cuida pues permite que suframos. Que es un Padre ausente, egoísta y desinteresado.
Génesis 3:1 (NTV)
1 La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
La estrategia de Satanás fue hacer que la mujer dudara del cuidado de Dios por ellos. No es que Eva no supiera la verdad, sino que Satanás susurro al oído de Eva la idea que Dios no los amaba lo suficiente.
Génesis 3:1–5 (NTV)
2—Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto —contestó la mujer—. 3 Es sólo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”. 4 —¡No morirán! —respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
El engaño de Satanás consistió en hacer pensar a Eva que Dios era egoísta, envidioso al no querer compartir con ellos la posibilidad de ser como él.
Dios había puesto su imagen en ellos, eran una representación imperfecta de Dios en la creación (sombra), sin embargo Eva no le era suficiente y sucumbió al engaño.
Algunos hoy sucumben de la misma forma a esta clase de engaño:
¿Si Dios te amara, no estarías pasando por esta serie de dificultades?, ¿de verdad tu crees que un hijo de Dios lo pasa tan mal como tú?
Cuando nos permitimos dudar de la Palabra de Dios, entonces al igual que Eva comenzamos también a añadir cosas que Dios no ha dicho. -Ni Siquiera tocarlo.
El trabajo de Satanás sobre muchos creyentes es que comiencen a dudar de que las pruebas, las dificultades, las tribulaciones son las acciones de un Dios amoroso, bondadoso para con los suyos y que en lugar de eso, se deleita en el sufrimiento de los suyos.
Satanás ha usado esta artimaña de engaño para con los hombres des de Edén, incluso durante el ministerio terrenal del Señor Jesús, pretendió usar la misma estrategia con él mismo.
Si eres hijo de Dios, di a las piedras que se conviertan en pan Mt 4:3 (tienes hambre). Si eres hijo de Dios échate abajo porque a sus ángeles mandara acerca de ti y en sus manos te sostendrá para que no tropieces con tu pie en piedra Mt 4:5-6. Todo esto te daré si postrado me adoras Mt 4:9. Yo te puedo dar todo lo que tu padre no te da.
A diferencia de la respuesta de Eva, el Señor Jesús conocía verdadera y profundamente a su Padre. Jesús nunca fue atrapado por las trampas y los engaños de Satanás en el desierto, porque el conocía la bondad, el cuidado y el amor del Padre.
Cuando comenzamos a dudar de la bondad de Dios, somos presa de los engaños de Satanás y los deseos internos de nuestro corazón morderán la carnada.
La bondad de Dios es una valla de protección para que no caigamos en tentación. El Sabe lo que es bueno para nosotros, no necesitamos a nadie mas para solventar nuestras necesidades.
Si conocemos las Escrituras, entonces conocemos el carácter de nuestro Dios y por tanto no tendremos duda de su bondad, por lo tanto no seremos presa de los engaños del Diablo.
Y es precisamente eso lo que Santiago quiere que sus lectores comprendan.
Santiago 1:17 (RVR60)
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Los primero que Santiago quiere que sus lectores puedan ver, es la naturaleza misma de Dios, es es bondadoso, porque esa es su misma esencia. Su propia naturaleza Santa y Perfecta es incompatible con cualquier clase de mal que cualquiera pudiera pensar.
Toda buena..
Buena = agathos; bueno beneficioso, de buena naturaleza, generoso.
VINE: agathos; describe aquello que, siendo bueno en su carácter o constitución, es beneficioso en sus efectos. Se usa en sentido moral frecuentemente en personas y cosas. Dios es esencialmente, absolutamente y consumadamente Bueno
Marcos 10:18 (RVR60)
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno (agatho)? Ninguno hay bueno (agatho), sino sólo uno, Dios.
Santiago uso la misma palabra que uso Jesús para referirse al carácter bondadoso y bueno de Dios.
DIOS es la fuente de todo lo bueno, todo lo bueno que tengamos en nuestra vida, tiene su origen en Él mismo. (El nos Dios el Cielo y la tierra, Dios mostró su bondad al enviarnos al Hijos, Dios muestra su carácter bondadoso al darnos al Espíritu Santo). Todo lo que Dios pone a nuestro alcance es bueno y perfecto.
Toda buena divida y todo don perfecto.
Dádiva = dosis; regalo, Acto de dar, acción de dar, porción.
Don = dorema; regalo, presente, algo adquirido o dado sin compensación alguna a cambio.
Perfecto = teleios; completo genuino,maduro,integro, sin defecto ni mancha.
Es decir que en Dios mismo se origina el deseo de darnos de forma voluntaria y unilateral, otorgarnos toda clase de regalos sin defecto y completos para la formación del carácter en nuestras vidas.
Santiago quiere que los lectores y nosotros podamos ver que todo lo que Dios hace, esta lleno de bondad, y esto incluye las adversidades, estas no tienen defectos o son para mancharnos, sino que son puestas para nuestra integra formación como hijos de Dios, por que sabe que es lo mejor para cada uno de los que son sus hijos.
Mateo 7:11 (TLA)
»Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará buenas cosas a quienes se las pidan.
En el mundo natural ningún hombre en sus 5 sentidos busca el mal de sus hijos (existen claro sus casos y excepciones), pero por regla general todo padre desea el bien de sus hijos.
Ahora el Señor Jesús mismo nos enseña, si nosotros que somos malos (NTV pecadores, es decir poseedores de una naturaleza rebelde y caída), siempre tratamos de darle a nuestros hijos cosas buenas, Dios que es el Padre por excelencia, nos dará cosas que son buenas para nuestra vida incluso las pruebas.
Este verso expresa claramente la diferencia entre Dios y nosotros, nosotros somos malos por naturaleza, corrompidos desde el nacimiento, nacidos en pecado, y Dios es completamente puro, santo y limpio; Él habita en el cielo, y nosotros en la tierra, por eso es que las cosas buenas desciende de lo alto.
Esta acción refleja que Dios toma siempre la iniciativa para mostrar su bondad para con nosotros. El no espero a que nosotros le buscáramos (porque estamos imposibilitados para hacerlo), el actúa en bondad porque es parte de su mismo carácter.
La bondad de Dios de manifiesta de forma continua y permanente. No es que su bondad actúo solamente en el Pasado en nuestra salvación, no es que su bondad actuará solamente en el futuro en nuestra glorificación, sino que su bondad sigue actuando continuamente en nuestra vida presente.
Del Padre de las luces, el cual no hay mudanza, ni sobra de variación.
Este era un antiguo titulo que los judíos usaban para referirse a Dios aludiendo con el Creador de los astros que alumbran en firmamento (Sol, Luna, Estrellas).
Santiago aprovecha esta idea para explicar que tanto el Sol, la luna y las estrellas a pesar de su luz y esplendor que tienen estas varían en el tiempo y su resplandor se desvanece, mientras el carácter, el poder, la sabiduría y el amor de Dios no tienen sobra de variación.
Santiago usa esta expresión para recordarles a los Creyentes que no solo Dios es el creador de las grandes lumbreras, sino que en el mismo no hay ninguna clase de tinieblas o maldad, sino que el mismo es la fuente de Luz verdadera.
1 Juan 1:5 (TLA)
Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Este es el mensaje que ahora les anunciamos.
Todos los apóstoles entendían claramente este mismo principio; En Dios no hay ninguna clase de oscuridad, de maldad o tinieblas, por lo tanto; el no puede tentar a pecar a nadie, Su Luz es un reflejo de su Santidad, su Pureza, Bondad, Amor, Integridad, y de su Inmutabilidad (es decir que Dios no cambia ni ha cambiado, ni cambiara a lo largo de las eras).
El Padre de las luces en el cual no hay mudanza ni sobra de variación. Los astros pueden reflejar variación en su luz dependiendo de la posición de la tierra y el pasar del día, la luz que ellos emiten es cambiante, es inestable. Pero Dios a diferencia de ellos no lo es.
La naturaleza y el carácter de Dios son inalterables. Todo lo que el hace es parte de su plan eterno de Salvación, redención, santificación y glorificación para los que son suyos.
Basta solo con darle una mirada a nuestro pasado para darnos cuenta de la bondad de Dios sobre nosotros
Efesios 2:1–3 (PDT)
2 Hace tiempo ustedes estaban espiritualmente muertos a causa de sus pecados(una vida que permanentemente estaba contra Dios) y sus ofensas contra Dios. 2 Antes vivían pecando, igual que todo el mundo, y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios. 3 Todos nosotros vivíamos así antes. Nuestra forma de vida era complacer los deseos perversos de nuestra naturaleza carnal. Hacíamos cualquier cosa que la naturaleza carnal deseara o que la mente pudiera imaginar. Tal como los demás, merecíamos que Dios nos castigara con su enojo.
Santiago nos deja una magnífica prueba de la bondad del Dios que no cambia.
Santiago 1:18 (RVR60)
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
El, de su voluntad nos hizo nacer. En el griego la acción esta por delante del sujeto, lo que indica claramente que la Acción depende completamente del Sujeto. Es decir nadie tiene el poder la forma de coaccionar a Dios para actuar para salvación de una persona.
Cuando Dios salva a un pecador no lo hace basado en sus cualidades, capacidades, raza, posición social, sexo o condición económica. Sino que Dios salva al pecador por el puro afecto de su voluntad en una muestra de su bondad.
En la salvación vemos una de las expresiones máximas de la bondad de Dios, pues, aún en el hecho que aún cuando estábamos completamente muertos espiritualmente, es decir no teníamos ninguna clase de interes por saber de Dios, por conocerle, aún cuando nos la pasábamos ofendiendo a Dios completamente con cualquier acto, pensamiento o idea en nuestra vida, y cuan cuando hacíamos cualquier cosa que pudiéramos imaginarnos que pudiera ofender a Dios, el de su voluntad nos quiso dar otra vida.
Debemos entender que la Salvación no tienen nada que ver con nosotros. No hay quien busque Dios, todos se desviaron, se volvieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, ni uno solo. Ro 3:10-12. Nuestra salvación, es un acción que surge directamente del corazón de Dios para llevar a cabo sus propios planes.
Tal como un niño que viene al mundo en la esfera de lo natural, no pude hacerlo por su propia voluntad, Un hombre no puede llegar a ser salvo porque se lo propone o porque hace todos los méritos para alcanzarlo, el Dios mismo el que lo hace.
Juan 3:1–3 (NTV)
1 Había un hombre llamado Nicodemo, un líder religioso judío, de los fariseos. 2 Una noche, fue a hablar con Jesús: —Rabí —le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo. 3 Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.
Nicodemo era un hombre prominente, estudioso, fiel congregante en la sinagoga, sin duda que oraba, sin duda parecía un creyente verdadero del Dios de Israel. (tal como muchos de aqui el día de hoy)
El podía distinguir que todo lo que Jesús hacía tenía el respaldo de Dios, podía asegurar que el mensaje de Jesús era el correcto; incluso, podía habernos convencido a todos que el creía en el Evangelio.
Sin embargo, a Jesús nada se le escapa, el puede mirar a lo profundo del corazón y vio que Nicodemo se veía muy bien por fuera, pero aún y con toda su religión estaba muerto.
Nacer de Nuevo = la frase significa nacer de arriba o nacer de lo alto. Es decir ser reformado, por una fuente sobrenatural.
Jesús despojo el corazón de Nicodemo de todos sus argumentos con los cuales el creía que se había ganado el favor de Dios.
Dios es el único que puede re-crear a un hombre o una mujer, despojarlo de su vieja vida, de esos viejos deseos y de esa vieja naturaleza y darle una nueva completamente.
Juan 1:12–13 (NTV)
12 pero a todos los que creyeron (confían para perdón de sus pecados) en él y lo recibieron (sujetaron, tomaron), les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 13 Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.
No son los que se creen muy religiosos, los que saben mucho, los que entran en un activismo los que son salvos, sino aquellos que son transformados por el poder re-generativo de Dios.
¿Y entonces donde queda la responsabilidad del hombre?
El hecho que Dios provea todos los medios para la salvación del hombre, no exime al hombre de responsabilidad, pues Dios salva a aquellos que creen en su Hijo, los que lo reciben.
Juan 3:36 (RVR60)
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Aún cuando Dios hace toda la obra en la regeneración del pecador, este es responsable de al escuchar el mensaje responder favorablemente al llamado de Dios.
Juan 3:17–19 (NTV)
17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. 19 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.
El que cree habla de un acto voluntario, una respuesta al llamado de Dios, de la misma forma el que se rehúsa a creer también lo hace de manera voluntaria al mensaje de la Salvación.
¿Como podemos entender esta obra de Dios? Santiago nos continua diciendo.
Él de su voluntad nos hizo nacer por la palabra de verdad.
Vemos la bondad de Dios en la salvación del pecador, en el nos hace nacer por medio de la Palabra de Verdad.
El milagro de la regeneración viene cuando la Palabra de Dios es predicada con fidelidad, verdad y rectitud.
Dios utiliza su propia palabra para traer vida.
Juan 3:4–5 (NTV)
4 —¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo—. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo? 5 Jesús le contestó: —Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu.
El agua representa en la biblia a la Palabra de Dios (el agua con la que se lavaban los sacerdotes antes de entrar al tabernáculo)
Es por medio de la proclamación de la verdad de Dios (la Palabra), que el Espiritu Santo hace la obra regeneradora en los corazones.
Cuando la Palabra de Dios es proclamada, el Espiritu Santo la toma para convencer de justicia juicio y pecado a los hombres.
Tito 3:5 (TLA)
y nos salvó. Pero no lo hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de nuevo!
Cuando, este evangelio es proclamado, Dios regenera al pecador y lo reforma, haciendo de él “una nueva creación.
Cambia nuestra naturaleza, nuestros deseos, nuestros anhelos, nuestras preferencias. ( No cabe el cristiano que no quiere congregarse, que no quiere servir, que no quiere vivir para corresponder a esa enorme bondad que le ha sido mostrada).
D. Edmond Hiebert : “Nada hay que sustituya la proclamación del evangelio”.
para que seamos primicias de su criaturas.
Santiago vuele a usar un ejemplo muy familiar para sus lectores que son la primicias. Recordemos que las primicias era el primero y mejor cultivo que se estaba cosechando y era por lo regular un indicador de como sería el resto de la cosecha.
Estos judíos que estaban dispersos ahora, que estaban pasando por diversas pruebas, eran las primicias de todos aquellos creyentes que habrían de venir por delante.
De todas las criaturas que Dios hizo en el universo, los creyentes son lo mejor por excelencia.
No se puede experimentar mayor bondad de Dios para con los hombres, el hecho de hacernos participes de la naturaleza divina. El que el Dios eterno hay decidido desde antes de la fundación de mundo enviar al unigénito del Padre a morir por nuestros pecados en una cruz, que el cargara nuestro castigo y que por medio de su sacrifico, todos aquellos que confiaran en el obtuvieran perdón de sus pecados, salvación y reconciliación con Dios, debería llevarnos a cada uno simplemente a reconocer que Dios no ha otorgado un enorme honor.
Un honor que nos compromete a vivir para darle Gloria, en todo lo que hagamos, a responder con fidelidad a su llamado, a no abusar de la libertad que Dios no ha dado convirtiéndola en libertinaje.
Dios nos escogió como muestra de su bondad, para ser santos y dedicados para el mismo. Le pertenecemos a Dios, que privilegio, ya no le pertenecemos a Satanás ni al mundo, no vivimos más para el placer personal; sino para la Gloria de nuestro Dios.
Por esa misma bondad es que Dios jamás buscara que nos extraviemos de el. El sigue derramando sus bondades desde el cielo, nos ha hecho su pueblo, nos ha escogido, por lo tanto vivamos en consecuencia a ese enorme privilegio y esa gran bondad.