CORAZÓN ALEGRE
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El corazón alegre (15:13–15)
15:13–15. Cuando el corazón se siente feliz, el rostro se ilumina; pero un corazón quebrantado nos hace perder la energía y la confianza. Notemos que Salomón no habla de circunstancias exteriores, que pudieran ser favorables o no; lo que realmente nos afecta es lo que está dentro de nosotros, es decir, en nuestro corazón.
A través de toda su extensión, el Libro de los Proverbios trata de la conducta. Una y otra vez nos lleva a la fuente de lo que hacemos: el corazón. La Palabra de Dios va siempre dirigida al corazón. Las leyes y las recompensas pueden producir un cierto grado de conformidad exterior, pero el corazón necesita ser renovado para dar lugar a un verdadero cambio. Por eso oramos con regularidad en los servicios de nuestra iglesia, diciendo: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmo 51:10).
El corazón que ha sido tocado por el Señor buscará aumentar su conocimiento de Dios (versículo 14), de manera que anhela un suministro diario de sabiduría de las Escrituras. El necio se seguirá alimentando de una basura inútil tanto mental como espiritual.
El contraste que hace el versículo 15 no es entre el rico y el pobre, sino entre el contento y los insatisfechos. En los dos versículos siguientes Salomón muestra que uno puede ser pobre y feliz, o rico e infeliz:
Ehlke, R. C. (2001). Proverbios. (J. C. Jeske & G. P. Baumler, Eds.) (p. 153). Milwaukee, WI: Editorial Northwestern.
15:13. Los vv. 13–15 se refieren al corazón alegre, “entendido” y “contento”. El gozo interior (śāmaḥ; V. el comentario de v. 21) se manifiesta en el rostro de la persona, pero el dolor interno (dolor del corazón; cf. 14:13) deprime su ánimo (se abate; cf. 15:4; 17:22; 18:14). La felicidad y la depresión son asuntos del corazón. Lo que una persona es en su interior tiene un impacto más perdurable en su estado emocional que las circunstancias externas. En condiciones difíciles, algunos reaccionan mejor que otros debido a su fortaleza interior.
15:14. La persona que posee discernimiento busca más sabiduría (cf. 18:15; 19:25; 21:11) y la recibe con facilidad (14:6). Mas … los necios se alimentan (rā‘âh, “pastan” como el ganado), con sus necedades y se conforman con ellas (cf. 15:2, 21).
15:15. Se ponen en contraste al afligido (‘ānî, lit., “los que se agachan”, los humildes y afligidos; que regularmente se trad. “pobres” como en 14:21) y miserable, con el de corazón contento (cf. 15:13) que tiene un banquete continuo; goza de la vida a pesar de las circunstancias adversas. Por lo tanto, la gente debería alentar a los oprimidos por medio de su ayuda.
lit. literalmente
trad. traducción, traductor
Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (2000). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 4: Job-Cantar de los Cantares (p. 305). Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C.
Conclusión
Literatura Poética y Sapiencial (Tomo 3) 13. La lengua del sabio (15:1–20)
La alegría es contagiosa, pero la pena es depresiva para uno mismo y para otros (13). El sabio se alimenta de sabiduría; los necios, de necedades (14). La aflicción es depresiva, pero el hombre de alegría interior tiene un continuo banquete (15).