El orgullo en Proverbios
El orgullo
Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo,
pero a la gloria precede la humildad.
Delante de la destrucción va el orgullo,
y delante de la caída, la altivez de espíritu.
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;
pero con los humildes está la sabiduría
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco.
Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás:
10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos.
11 El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: «Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos.
12 »Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano».
13 Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «Dios, ten piedad de mí, pecador».
14 Os digo que este descendió a su casa justificado pero aquel no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso
No es esta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?».
31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: «Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado,
32 y serás echado de entre los hombres, y tu morada estará con las bestias del campo; te darán hierba para comer como al ganado, y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres, y que lo da a quien le place
Pero a este miraré:
al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra
El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría,
y antes de la gloria está la humildad
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo