¿Cómo es una vida transformada por el evangelio?

Ser cristianos Moldeados por el evangelio.  •  Sermon  •  Submitted
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El mensaje del evangelio, no tiene que ver con quien eres tu, tiene que ver con quién es Jesús, tiene que ver con encontrarse con Cristo, con arrepentimiento, tiene que ver con nuevo nacimiento, tiene que ver con una nueva vida, que sólo Cristo puede dar.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN:

En el año 2010 se estrenó una película titulada “Origen”, o “Inception” en ingles.
La premisa de esta película es sobre un grupo de especialistas que se dedican a robar ideas o informaciones del subconsciente de las personas.
Sin embargo en esta película, en vez de robar una idea, debían implantarla
En una de las escenas principales de la película, el protagonista (Leonardo DiCaprio) habla de la importancia de su misión, el dice:
“La semilla que plantamos en la mente de este hombre crecerá en una idea. Esta idea lo definirá. Puede originar un cambio, puede originar un cambio de todo su ser.”
Me pregunto si Christopher Nolan (el Director de esta película) alguna vez leyó sobre el Apóstol Pablo, pero esto es exactamente lo que sucedió en la vida de Pablo.
El apóstol Pablo, siendo quien era según Hechos 8: 3, un asolador de la iglesia.
Hechos de los Apóstoles 8:3 RVR60
3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.
Saulo respiraba odio por los cristianos.Hechos 9.1,
Hechos de los Apóstoles 9:1 RVR60
1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
En ese estado, en esa situación, sufrió un cambio de 180º, producto de una idea que fue plantada en su mente.
¿Quién plantó esta semilla?
Cristo.
¿Cuál fue la semilla que plantó?
El Evangelio.
Hermanos la vida de Pablo nos enseña que el Evangelio puede transformar la vida de una persona.
Así como el evangelio transforma la vida de Pablo, también puede transformar nuestras vidas, independientemente, de que tan malo te creas, o qué cosas tan terribles hayamos hecho.
Vamos a considerar, CUATRO aspectos de la obra transformadora del evangelio en la vida de Pablo, que todos nosotros deberíamos considerar en nuestra propia vida.

I. ¿ DÓNDE ESTABA PABLO?

Hermanos, en el capítulo 26, encontramos a Pablo, no en su proceso de conversión, eso está en el capítulo 9, pero si encontramos que estaba preso, en el contexto más cercano, podemos destacar los siguientes aspectos:

A. Pablo lleva dos (2) años en una prisión en Cesarea.

Al final de su Tercer Viaje Misionero, Pablo es guiado por el Espíritu Santo a subir a Jerusalem, y allí es apresado.
Al día siguiente compadece frente a las autoridades Judías, pero luego es enviado a Cesarea por temor de su vida.
Durante dos (2) años Pablo compadeció antes el Gobernador Feliz, hasta que este fue sucedido por Festo. Pablo también compadeció ante Festo, la cual terminó en una apelación al Cesar.
Finalmente En Hechos 25:13 el Rey Agripa llega a Cesarea para saludar a Festo y este le presenta el caso de Pablo, buscando una opinión al respecto.
Agripa le pide a Festo escuchar a Pablo, el cual responde “pues mañana mismo lo oirá usted” (25:22).
Ya en el capítulo 26, encontramos a Pablo presentando defensa del evangelio y esta defensa es de la que se presentan mayores detalles.
Pablo en su defensa, habla, de quién era él, y en qué tenía esperanza.

B. PABLO VIVÍA PARA UNA ESPERANZA VACÍA.(V. 4-8)

Hechos de los Apóstoles 26:4–8 RVR60
4 Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;5 los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.6 Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio;7 promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.8 ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?
Pablo reconoce que:
1.Desde temprana edad ya era una figura publica. Esto pudo ser gracias al hecho que era estudiante de Gamaliel.(Hechos 22:3).
2. Según Pablo, desde joven vivía como un fariseo, ¡acorde a la secta más estricta! (v5).
3. Tanto Pablo como el pueblo de Israel tenían algo en común: Ambos anhelaban la misma esperanza. (vv6-7)
¿Cuál es esta esperanza?
Para los Judíos: “La expectativa que Dios iba a cumplir todas sus promesas y profecías del Antiguo Testamento.”
Para Pablo: “Que Dios ya cumplió todas estas promesas y profecías en Cristo.”
Sin embargo, “Aunque Pablo y los Judíos compartían la misma esperanza, ambos miraban a dos Mesías, completamente diferentes.”
Los Judíos esperaban un Mesías que:
Viniera con gran poder y esplendor, no que viniera manso y humilde.
Los liberara de la opresión romana, pero no de la opresión del pecado.
Que juzgue a las naciones y las someta a sus pies, pero no que tenga compasión de ellas y las salve.
Que les diera todas los tesoros terrenales, pero no los celestiales.
Pablo declaró que ese mesías ya había llegado, En el versículo 6, el expresa: “ ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio”
Pablo dice, ellos aún conservan la esperanza del mesías, pero el mesías ya vino, y por reconocer a ese mesías, es que estoy ahora en juicio.
Amados hermanos, “Lo triste de esta historia no es que los Judíos rechazaron al verdadero Mesías , sino que quizás algunos de nosotros no somos diferentes a ellos.”
Mira esta estadística del año 2015 en EEUU.
El 16% de la población mundial es atea o sin aflicción religiosa.
Esto significa que la gran mayoría del mundo cree en la existencia de algún Dios, dioses o deidad.
“El hombre necesita un dios. Nuestra alma testifica de esta necesidad. El problema esta que en vez de buscar al Dios verdadero, lo sustituimos con seudo-dioses.”
Buscamos a un dios que nos sirva, y se acomode a nuestra agenda.
Buscamos a un dios que nos saque de apuros, pero que no nos comprometa.
Buscamos a un dios que recompense nuestros esfuerzos religiosos, y no que nos diga que es por gracia.
Buscamos un dios, que no demande santidad y pureza, un dios que no nos demande consagración
Al final reconocemos que necesitamos un dios, pero no al Dios verdadero.
¡Que triste!
Saulo dice, ellos aún siguen esperando, pero tienen una esperanza vacía, yo creo que la esperanza que teníamos, ya se hizo realidad.
Oiga hermano, amigo, quizás Dios ya te ha estado llamando, él quiere transformar tu vida a través del evangelio, pero no lo reconoces, estás esperando que se te predique un evangelio, más acomodado, un evangelio más light.
El segundo aspecto que podemos aprender de la obra transformadora del evangelio en Pablo, es:

II. PABLO RECONOCE QUE ERA UN HOMBRE CONVENCIDO.

Hechos de los Apóstoles 26:9–11 RVR60
9 Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;10 lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.11 Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.
Pablo dice hermanos, yo estaba convencido de que mi deber era hacer muchas cosas en contra del nombre de Jesús de Nazareth, pero estaba equivocado.
¿Qué tan convencido estaba Pablo?
Miremos bien lo que él dice :
Pablo veía los encarcelamientos a los cristianos como un servicio comunitario.
No sintió ningún remordimiento en consentir con sus muertes.
No escatimo tiempo ni recursos en la persecución de los Cristianos, al punto tal de perseguirlos en el extranjero.
Pablo se había convertido en un “vigilante religioso”.
Él estaba convencido que hacia lo correcto, y si esto no fuera suficiente, ¡también contaba con el apoyo de los líderes religiosos!
En el versículo 10 dice: “habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes”
“En la mente de Pablo no cabía la menor duda que Dios estaba apoyando su cruzada.”
Hermanos, ¡Pablo, enfrentaba una Ceguera Espiritual!
Pablo no podía ver las cosas de Dios, como espirituales, él las miraba de forma religiosa. El mismo da testimonio de eso a la iglesia de Corintios.
2 Corintios 4:4 RVR60
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Pablo, reconoce que estaba embriagado en su propia opinión. En otras palabras, Pablo era inamovible en sus convicciones.
Él estaba convencido, de que hacía bien, él estaba segado, su pecado, era vivir religiosamente.
Hermanos, pensemos, ¿Cuántos estábamos así, antes de conocer a Cristo?
Y hermanos, cuando una persona se encuentra así y no reconoce su error, el cambio es imposible.
Pablo declara de si mismo que estaba así.
Hermanos, amigos, quizás tú, has estado viviendo como Pablo, convencido en ti mismo que tu forma de vivir de actuar, está bien, que no hay nada malo en tí, que tu religiosidad no es mala, que esa es la forma en que agradas a Dios, y Dios se complace en eso, pero Dios, quiere que dejes de vivir en esa ceguera espiritual, y realmente vivas para él.
El tercer aspecto que encontramos en el relato de la obra regeneradora del evangelio en Pablo es:

III. LA INTERVENCIÓN DEL EVANGELIO EN SU VIDA.

Hechos de los Apóstoles 26:14–15 RVR60
14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Hermanos, Pablo reconoce que él estaba viviendo con una esperanza vacía, Pablo reconoce que estaba convencido, que estaba cegado, pero en esa condición, el mensaje del evangelio que es Cristo mismo interviene en su vida.
“Ahí es donde el poder del Evangelio se manifiesta de una manera asombrosa.”
Piense en ese momento, piense en ese encuentro, Jesús hablando a Pablo, ese Jesús que él perseguía, y en quien no creía, le habla.
Imaginemos lo que pudo pasar por la mente de Pablo:
¡Jesús esta vivo!
Todo lo que había escuchado sobre Jesús, ¡es cierto!
Si Jesús esta vivo, entonces debe ser el Mesías.
¡Jesús ES el Cristo!
Yo soy culpable...
He estado persiguiendo al Mesías...
He maltratado a su pueblo...
He pecado contra Dios....
“Una dosis de verdad, y toda la fuerza del Evangelio fue suficiente para derrumbar toda una vida de mentiras.”
Hermanos, al pensar en Pablo encontramos las razones por las que debemos regresar al Evangelio constantemente.
Vivimos en medio de un mundo en tinieblas. Donde escuchamos mentiras a diario.
Constantemente El Evangelio nos recuerda la verdad:
Dios es santo y justo.
Yo soy pecador e inmerecido.
Gracias a Cristo un pecador como yo puede ser hijo de un Dios Santo.
¡Amados hermanos, el Evangelio debe ser la casa donde vivimos, no el hotel que visitamos!
Debemos vivir de tal manera que el evangelio de salvación, moldee nuestras vidas constantemente.
El cuarto aspecto que encontramos en el relato de la obra regeneradora del evangelio, en Pablo es:

IV. PABLO TUVO UN ENCUENTRO DECISIVO.

Hechos de los Apóstoles 26:15–18 RVR60
15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Hermanos, Pablo sigue narrando su encuentro con Jesús, ha llegado el momento que el ha venido preparando en todo este discurso.
Es importante notar que Pablo aquí no tiene interés en demostrar su inocencia, Pablo esta interesado en que su audiencia conozcan cómo un perseguidor de la Iglesia se convirtió en un servidor de la Iglesia.
El centro de todo el discurso de Pablo, es que la gente sepa que este encuentro con Jesús fue un encuentro decisivo en su vida.
Recuerde, Pablo iba a Damasco, iba en cruzada, en contra del evangelio, en contra de Jesucristo, en contra de la iglesia, el estaba obsesionado, su corazón estaba lleno de odio, pero fue en en ese momento Jesús salió a su encuentro.
Miremos hermanos y amigos, como obra la soberanía de Dios:
"Pablo salió a perseguir a Jesús, ¡pero era Pablo quien estaba siendo perseguido por Jesús!”
A pesar de todos sus errores, a pesar de toda su crueldad, a pesar de todos sus pecados, Pablo estaba donde Cristo quería encontrarlo.
Jesús tenía una propósito, él tenía una razón.
Jesús le dice:
....para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti....... para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Nuestra lógica, nos dice, ¿Qué le pasa a Jesús?, ¿Qué pasa a Dios?
¿Porqué llama a Pablo?
Hermanos, la repuesta es sencilla, Dios no obra de la manera en que nosotros lo haríamos o pensamos.
Jesús eligió al “menos ideal” de los hombres, para ser llamado Apóstol.
Jesús eligió a un enemigo del Evangelio, para convertirlo en su paladín del Evangelio.
En los versículo 15 y 16, que leímos, Jesús da una respuesta que contrasta con lo que estamos viendo ahora en los versículos 17 y 18.
Hechos de los Apóstoles 26:15–16 RVR60
15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,
Hermanos, ¿usted ve, lo que aquí está pasando?
Jesús le dice a Pablo, “Aquel a quien tu persigues, ahora te designa siervo y testigo de Él.”
Sabe, que debe hacernos sentir, este relato del encuentro de Pablo con Jesús, es “Esperanza”
Esperanza porque veo como Cristo puede amar a un pecador como Pablo y digo, “también me puedes amar así” “Me puedes usar así”, “También le puede amar a usted así”
Veo el testimonio de Pablo y sé que no existe fosa, lo suficientemente profunda, de la cual Cristo no nos puede sacar.
¡No hay matrimonio que Cristo no pueda restaurar!
¡No hay error que Cristo no pueda enmendar!
¡No hay lagrima que Cristo no pueda enjugar!
¡No hay vicio que Cristo no pueda romper!
¡No hay escombros que Cristo no pueda reedificar!
¡No hay batalla que Cristo no pueda ganar por nosotros!
Aun en medio de nuestros pecados más horripilantes y asqueroso, la luz del Evangelio nos encuentra y nos dice:
“Siempre y cuando Cristo este sentado en su trono, hay esperanza.”
Hermanos, “Mi pecado no es un impedimento para Cristo.”
Tu pecado, no es impedimento para Cristo.
No estoy diciendo que barramos nuestro pecado bajo la alfombra y sigamos con nuestras vidas. No.
Debemos venir a cuentas con Cristo. Debemos confesar nuestros pecados y clamar por misericordia.
“Pero sepamos esto, la Gracia de Dios esta disponible a todo aquel que clama por ella, SIN EXCEPCIÓN.”
El patrón Bíblico, es el arrepentimiento, el nuevo nacimiento, y la nueva vida en Cristo.
Pablo tuvo su encuentro con Cristo y no volvió a ser el mismo, ese encuentro lo cambió por completo y de ahí en adelante, fue lo que Cristo quería que fuera.
No sólo fue transformado por el evangelio sino que vivió y predicó el evangelio.

Conclusión:

Por Favor, piense:
¿Donde se encuentra usted ahora?
¿Qué convencimiento hay en su mente?
¿Qué estás haciendo?
Quiero que sepas que JESÚS te está persiguiendo, mientras tú estás siguiendo, quizás, aquellas cosas que no son agradables a Dios, Jesús te está siguiendo a tí, él quiere perdonarte, el quiere restaura tu vida, él quiere hacerte su siervo su ministro, un hombre una mujer, un joven, una jovencita que le honre.
La pregunta es que vas a ser tú, vas a seguir oponiendote a Cristo, o vas a dejar que él te cambie.
Recuerda: El mensaje del evangelio, no tiene que ver con quien eres tu, tiene que ver con quién es Jesús, tiene que ver con encontrarse con Cristo, con arrepentimiento, tiene que ver con nuevo nacimiento, tiene que ver con una nueva vida, que sólo Cristo puede dar.
¿Te gustaría que ese mensaje transforme tu vida?
Vamos a orar.
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