Esperanza en el quebranto

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Introducción: Hoy estamos con una mini-serie sobre la fidelidad de Dios para con su iglesia. Como iglesia necesitamos preguntarnos que estamos haciendo para el avance del Reino, es decir, qué hacemos para que la gloria de Dios sea notoria en este mundo. La vida del siglo XXI ofrece un sinfín de posibilidades para llenar nuestro tiempo y muchas de ellas valen la pena. Desde proyectos de trabajo extra y oportunidades de voluntariado para los adultos, hasta deportes extracurriculares y clases de especialidad para los niños, siempre hay más formas de llenar nuestras agendas, creyendo que más es mejor y menos es malo. Pero a veces solo queremos aliviar el dolor, el quebranto que sufrimos, pero a veces, todo esto nos ha llevado a dejar de mirar lo que es el Reino de Dios. Nuestra pasividad para con el reino es natural a causa del pecado, nadie quiere ni puede obedecer a Dios sin la intervención del Espíritu Santo. OREMOS.
Oración: Señor, muchas por hacer posible que el Espíritu viniera a nuestra vida, para regenerar nuestros corazones egoístas y distanciados de tu Verdad, permite que nuestra mente y vida se apeguen a tu Escritura, en esta mañana y realiza tu obra poderosa en nuestros corazones, para que te deseemos más, para que te adoremos genuinamente.
El libro de Lamentaciones fue escrito por Jeremías, es uno de los libros muy pocos citados de la Biblia por que es un libro de endechas y luto, compuesto por 5 lamentos, el autor escribió Acrósticos para que pudiéramos reflexionar en la fidelidad de Dios en medio del quebranto, del dolor, del lamento por la pérdida. Hoy solo veremos una parte del Cap. 3

1 Espera en el Señor. Lamentaciones 3.19-24

Lamentaciones 3:19–24 RVR60
Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
La Palabra es un gran aliciente para nuestros tiempos de dificultades.
Jeremías escribe este libro como un recordatorio para su pueblo porque Babilonia atacó la ciudad y la desoló.
Jeremías escribe con un corazón quebrantado Lam. 3.19-20Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí;” qué terrible es el abatimiento, es vivir con dolor, estos versos nos hablan de su angustia y tentación de alejarse del Señor. PERO EN LA AFLICCIÓN DEL SANTO, EL OBJETIVO DE DIOS ES LA MISERICORDIA
Jeremías frena un momento y deja de mirar a su alrededor y busca su esperanza. Lam 3.21Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.” o como dice la NTV. más claramente “No obstante, aún me atrevo a tener esperanza cuando recuerdo lo siguiente”.
¿quién de nosotros no se ha sentido abrumado por todos los cambios en pandémia? como iglesia también sentimos los vidrios rotos de este mundo (enfermedad, violencia, indiferencia, abandono, individualismo), ¿cuál será nuestra esperanza en estos vidrios rotos? ¿será que nos volvemos muy egoístas y no nos importa que pasen los demás porque ya tenemos suficiente con lo que pase con nosotros?
Jeremías un profeta de Dios, se preguntaba dónde estaba el Señor, SOLO PODÍA VER LOS vidrios rotos de su vida, de su pueblo: muerte, hambre, destrucción, negación, terquedad, soledad.
Pero la esperanza no la halló en su fuerza, en su posición como profeta, sino en su Dios. Dios no quiere abandonarnos en nuestra aflicción. Santiago 5.11He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
Esto significa que para el creyente el quebranto que vive lo conduce a la misericordia del Señor. A su HESED- es decir: (1) Misericordia*, es decir, benevolencia gratuita, en lí­nea de perdón. (2) Lealtad, es decir, firmeza en el cumplimiento de los compromisos. O AMOR QUE SIEMPRE SE MANIFIESTA EN BONDAD Y GRACIA.
Jeremías se dice así mismo: esperaré en el Señor. Pero quién es el Señor, tal vez alguno osara pensar que: es indiferente,o que al Señor como que se le pasa la mano.PERO LA BIBLIA NOS DICE QUE: Él Señor es misericordioso y fiel. Este es el carácter del Señor para con los que ha salvado.
El panorama de ese momento no pintaba nada bien, seguramente se sentía frío, desolado y muy lejos de ser algo bueno. De la misma manera podemos sentirnos entre vidrios rotos. Como iglesia hemos pasado por varios vidrios rotos, personas frías y egoístas, no solo de a fuera sino también de dentro de este grupo de personas, otros vidrios rotos y que duelen es cuando nos cerraron el local que remodelamos, nos ponían música que estorbaba para concentrarnos en el Señor, otros vidrios rotos tal vez personales, causaron dolor y se distanciaron de sus hermanos. ¿en dónde estará su esperanza?
Miramos a fuera de este lugar y vemos como la mentira se ha infiltrado en la sociedad creando ideologías con medias verdades, o en total engaño, y nosotros vemos esos vidrios rotos, abuelos criando a sus nietos, relaciones sentimentales rotas, hombres cobardes y “confundidos”, niños y adolescentes abandonados en su formación. Este es el mundo quebrantado, en el que vivimos a raíz del Pecado.
Mientras todo es fluctuante, inestable, insostenible y confuso. La fidelidad del Señor es grande así como su hesed.
Necesitamos ojos espirituales para ver las misericordias de Dios. Los vidrios rotos lastiman, pero las misericordias del Señor no son inestables, siempre se renuevan cada mañana.
Grande es la fidelidad del Señor, y gracias a Cristo ya no hay duda de que Él es fiel, pues nos ha dado a su Espíritu Santo como garantía para nuestra salvación eterna.
Es muy fácil perder de vista la misericordia de Dios y su fidelidad, cuando fallamos, a veces nos escondemos de la iglesia, a veces nos alejamos de Dios. Yo sufro al igual que ustedes por mis propios vidrios rotos, cuando me esfuerzo por mantenerme sereno, sin bromear o alterarme cuando estoy en una discusión, y de repente caigo en lo que ya no quería hacer, esa persona se ofende y se siente lastimada, y le pido perdón y nuevamente trato de no hacerlo, pero vuelvo a caer, me quebranta mi pecado, me quebranta ver mi debilidad, y sin el Señor yo ya hubiera dicho: para qué me esfuerzo, o que: el Señor ya no me ama, o de seguro me va a ir mal porque otra vez fallé, pero Él me recuerda su amor y fidelidad:
Miqueas 7.18-19 “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
A esto se refiere Jeremías cuando se experimente el quebranto, duda y el mal con el que batallamos.
Nuestra única solución es Esperar en el Señor, quedarse ahí hasta que nuestros ojos espirituales puedan ver Su amor y fidelidad.
Habrá desesperación por querer tapar nuestros propios pecados con un falso “lo siento”, llegará la tentación de ignorar los vidrios rotos de la vida porque estamos avergonzados, porque nos sentimos en deuda, pero ni tu ni yo podemos pagar lo que es justo ante el Señor, tenemos que rendirnos de nuestros propios esfuerzos de salvarnos o de recibir su perdón, necesitamos creer en lo que Cristo en la cruz por nosotros.
Nuestra porción- no es que sea poco, sino que Él MISMO es nuestra posesión, nuestra herencia es el Señor, mientras todo está perdido, Él Señor se ha dado así mismo para nosotros, no una casa en el cielo, sino el Señor mismo. Por lo tanto si tienes al Señor podemos esperar, confiar.
La esperanza en el quebranto es confiar, Dios es bueno.

2 Confía, Dios es bueno. Lamentaciones 3.25-30

Lamentaciones 3:25–30 RVR60
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso; Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza; Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.
Este siguiente párrafo describe una vez más al Señor.
Si bien hemos entendido que en nuestra aflicción, el objetivo del Señor es la misericordia. hay algo más que debe de alentar nuestra esperanza como cristianos y especialmente como iglesia.
Se trata de confiar en que Dios es bueno. ¿oye pastor, pero si Dios es bueno como es que permite este dolor? ¿porqué permite las enfermedades y la muerte?
Estas son preguntas que a veces vienen a nuestras mente, pero la pregunta que vemos en la Biblia es ¿hay alguien bueno? ¿hay algún justo en la tierra? ¿Si Dios proveyó todo para adorarlo y honrarlo y nadie lo hizo, qué merece esa persona? Ahora quiero que veas que Dios es bueno.
Me fascina leer despacio estos versos, Dios es bueno a los que en el esperan, mis hermanos no probaremos que Dios es bueno hasta que esperemos, confiemos en Él. Hasta que nuestra alma le busque.
Nadie sabría que Dios es bueno, sino fuera porque Cristo nos posibilita para buscarle y para esperarle. Su Espíritu obra en los creyentes para que esperen, mueve las almas para que le busquen, puesto que nadie busca a Dios ni si quiera lo esperan.
Cuan difícil es esperar, pero gracias a Dios su Espíritu nos ayuda cuando ya sentimos que no podemos más, muchas veces nos desesperamos al ver que Dios no actúa, pero sabes en la espera el Señor quiere afirmar en nuestras vidas que Él es bueno.
Escucha esta situación que le pasó a Susan Shelley, cuando nació su hijo a las 8:20 p.m. 22 de noviembre de 1991 (justo antes del Día de Acción de Gracias), y murió a las 8:22 p.m., dos minutos después. La enfermera preguntó: "¿Tienes un nombre para el bebé?" Y Susan dijo: "Toby. Es la abreviatura de un nombre bíblico, Tobaiah, que significa: 'Dios es bueno'". Y cuando su esposo Marshall contó la historia en una reunión de ex alumnos de Wheaton College, resumió su charla: "La vida es difícil y Dios es bueno".
Puedes entender que nosotros no merecemos nada, merecemos vivir en miseria, dolor y desgracia, pero Dios VINO, Dios se reveló a la humanidad y atravesó los mismos dolores, y se reveló por que así lo quiso a Jeremías, y Él confió, Dios es bueno. Necesitamos que sean abiertos nuestros ojos.
Dice Jeremías, bueno es esperar en silencio------------- la salvación de Jehová.
Es incómodo el silencio, pero es bueno quedarse en silencio salvación del Señor. Y añade, bueno es someterse al Señor desde su juventud.
Me fascina ir al Pueblito Mágico dónde crecí, recuerdo que era alguien muy violento con todo mundo, y a su vez cubría mi maldad con religiosidad, pero ahora puedo ver que Dios es bueno, porque no me lastimaron, y no dejó que me alejara de la iglesia, ni que abandonara a mi familia, me dio una madre que tenía la esperanza en el Señor. Por ello puedo decir que Dios es bueno.
Es bueno que el Señor intervenga en nuestra vida, es bueno Dios al salvarnos aun si somos lastimados, así podremos decir Señor no importa sino me das o no, lo que yo quisiera en este momento, solo quiero tu Salvación.
Esto es lo que deberíamos enseñar desde temprana edad, Jeremías dice: bueno es someterse al Señor desde temprana edad. Ves cuan importante es traer a los niños al ministerio infantil, cuan importante es modelar y predicar el Evangelio estos pequeños. “Nadie puede someterse al Señor hasta que Dios lo rescate”.
Hemos hablado de que Dios es bueno, y es bueno buscarle y ser encontrado pro Él. pero ¿qué tan esperanzador son los versos Lam. 3.28-30? parece más bien una llamada de atención, pero el v. 29 nos dice: Por si un hay esperanza, debe reverenciar al Señor.
Me fascina ver que Jeremías dice: No es inútil reverenciar al Señor. No es malo sino bueno escuchar las exigencias del Señor. No es malo soportar los insultos de los enemigos.
Recuerda que los Babilonios se están burlando y matando a todos en Jerusalén, Dios ya lo había advertido, pero no escucharon, no quisieron volverse al Señor, no creyeron que vendría destrucción para ellos pues tenían una ciudad fortificada y no veían peligro cerca.
En nuestra ciudad se ha celebrado la marcha del orgullo gay, y dicen yo no estoy en contra tuya, pero sino aceptas lo que digo te censuramos, te tachamos como retrograda. Como explicamos que lo que ellos quieren imponer no es biológicamente natural ni correcto. Pero Dios los deja, y pasan por alto la Biblia, porque no va de acuerdo con su maldad y no somos mejores que ellos.
Pero Dios es bueno, que nos da la oportunidad de que en silencio podamos comprender sus exigencias. Aun el sufrir es un recordatorio para anhelar algo más que lo que vivimos aquí, es una manera de buscar y esperar algo más grande para el futuro.
Nos prepara para el futuro, equilibra nuestros corazones con preguntas como: Señor, ¿es esto todo lo que es la vida, la acumulación de recuerdos? ¿El cierre de un capítulo tras otro? ¿O este mismo dolor en nuestro corazón, este reflejo de rebelión contra el cierre de capítulos, significa que estamos hechos para algo más? ¿Algo futuro? ¿Algo permanente? ¿Ha puesto Dios, como dice Eclesiastés 3: 11 "puesto la eternidad en [nuestro] corazón"? ¿Es este inmenso anhelo en mi corazón de experimentar algo precioso y profundo y verdadero y hermoso y personal y satisfactorio que es permanente y no pasajero?
Jeremías no hace mirar con esperanza en nuestro quebranto porque Dios es bueno, todo creyente puede confiar. Dios es bueno. Cristo fue quien padeció en nuestro lugar Isaías 50.6Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.” el sufrió y no merecía esas burlas, no merecía nada de ello, ahora tu y yo podemos sufrir sin vergüenza, ni temor, puesto que ya alguien pagó nuestra deuda y nos hizo aceptable delante de Dios. Dios es bueno. nos ha dado a Cristo.

3 Descansa en la Salvación del Señor.. Lamentaciones 3.31-33

Lamentaciones 3:31–33 RVR60
Porque el Señor no desecha para siempre; Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
Estas palabras de Jeremías deben ser un consuelo muy grande para cada persona, en primer lugar
Porque el Señor en Cristo ha abierto las puertas del cielo para conocerle.
El Señor no se rige por nuestras maldades sino por su justicia pero también sobre su amor inagotable, sobre la multitud de sus misericordias.
Segundo la promesa de que el Señor nos restauraría se hizo evidente con la llegada la obra de Cristo en su muerte, resurrección y ascensión.
Fil. 1.6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” Esto es fascinante, porque ya no lucharemos contra el pecado en nuestras propias fuerzas, iglesia deberíamos levantarnos, iglesia deberíamos de ver el futuro con optimismo, puede que no tengamos un lugar fijo, o puede que lo tengamos, pero nuestro futuro no es esto sino la gloriosa presencia de nuestro Salvador.
El Señor nos está restaurando, está aliviándonos de nuestros vidrios rotos, está quitando los temores de mi corazón, está poniendo nuevos anhelos de buscarle, de hacer bien a las personas, de extender el reino.
Como iglesia necesitamos dejar que el Espíritu nos guíe, sobre todo a reconocer su bondad, somos en ocasiones muy pesimistas como si Dios se estuviera tardando, pero si Cristo nos ha salvado, no nos dejará perdernos.
Las pruebas no son para siempre, sino que son temporales y se alivian porque él se compadece según la multitud de sus misericordias (vv. 31–32). ¿cuáles son las heridas que te ha causado tu rebeldía? ¿te sientes solo? ¿te sientes avergonzado? ¿estás paralizado ante las situaciones complicadas a tu alrededor? El señor ha extendido su mano, sus misericordias son seguras en Jesús.
Pero como lo vimos en Romanos 8.18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”
Estas aflicciones ya sea de nuestro propio pecado no son lo que seremos no fue lo que el Señor ha planeado para nosotros.
Puede ser que nosotros estemos buscando nuestra esperanza en una relación sentimental, o en el sexo, en las vacaciones, pero eso no nos da esperanza eterna, el quebranto no será aliviado, puede ser que sea el dinero tu mayor esperanza, pero no lo es, puede ser cubrir todos los gasto de tu familia, pero eso no alivia tu alma.. No hay compasión en sacrificarte tanto, nadie aprecia lo que haces, no te sientes verdaderamente amado o valorado, pues todas esas cosas son limitadas e incluso el amor. Pero Jesús nos dice esta no es la vida que quiero para la humanidad. La multitud de sus misericordias.
La evidencia clara se ve en una cruz vacía, en un sepulcro vacío, pero en un trono celestial ocupado, donde Jesús está preparándose para volver por su iglesia.
El Señor no aflige ni entristece voluntariamente, ni se solaza en la aflicción (v. 33). Ezequiel 33.11 “Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”
Nuestro padre no se complace en herir o causar dolor, no fuimos diseñados para ello, fuimos diseñados para algo más glorioso, representar al Señor y tener comunión eterna con él.
Hoy puede ser que tu no tengas esta relación, tal vez tu te hayas dado cuenta que no puedes salvarte por ti mismo, sino que Dios mismo tiene que venir a salvarte, que ningún esfuerzo nuestro puede acércanos a Dios. Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, que lleva al Padre, nadie puede ir al Padre sino es al creer en Él.
Esto significa reconocer, admitir que eres pecador, que no solo mereces aflicción, sino la miseria y la excomunión del Señor. Pero Él envió a su único Hijo, para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga la vida eterna. Hoy no es casualidad que estés escuchando esto una vez más este mensaje. Cree que Él es tu único y suficiente Salvador.
Y si tu ya eres un cristiano y miembro de esta iglesia, te animo a que reflexiones ¿porqué te hiciste cristiano? ¿qué beneficio te hizo decir que eres cristiano? Si hoy tu estás aquí, a pesar de tu incredulidad y pasividad sobre la expansión del reino del Señor, es porque la Misericordia y al fidelidad del Señor están presentes para que te arrepientas.
Como iglesia necesitamos ver con más esperanza el siguiente aniversario, y sobre todo el fin glorioso de estar con el Señor por siempre.
Arrepiente de cantar sin ganas y sin alegría, la misericordia del Señor ha llegado hasta hoy.
Estas pasando por algún dolo o sufrimiento, no durará para siempre, ese quebranto no es el diseño del Señor para tu eternidad. Busca tu esperanza en el Señor. que tu esperanza sea Él mismo. Y mira con atención su bondad y su amor eterno.
Oremos.
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