Si tuvieras lo mejor
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Introducción:
¿Cual sería tu actitud si tú fueras el dueño del mejor carro de tu vecindario? ¿Cuál sería tu estado de ánimo si tú fueras el dueño de la casa mejor diseñada y construida de tu ciudad? ¿En qué pasarías pensando si la mujer más hermosa de tu país fuera tu esposa? ¿Cómo te la pasarías si tu tuvieras el mejor empleo en la mejor empresa del mundo?
Yo creo que si tú tuvieras esto, harías hasta lo último por no perderle, estarías dispuesto a sacrificarte, lo cuidarías como la niña de tus ojos.
Entonces, no faltaría quien te hiciera advertencias: ¡Cuídala¡ ¡No la dejes sola¡ ¡Asegúrala¡
El Libro de Hebreos es el libro de las advertencias para los creyentes, porque nosotros los cristianos hemos recibido de Dios lo mejor. Somos los poseedores de lo mejor de lo mejor, tenemos la mejor revelación, el mejor mediador, el mejor sacerdote, el mejor sacrificio. Tenemos a Cristo.
En la primera parte del Libro de Hebreos el escritor nos dice eso, pero en la segunda parte nos dice: Asi que, ya que lo tienen ¡Cuídenlo¡ ¡No lo dejen¡ ¡Asegúrense de retenerlo¡
Leer
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
1. Tenemos lo mejor.
1. Tenemos lo mejor.
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
En resumen, estos versículos nos dicen lo que tenemos:
- Tenemos la libertad que nadie mas puede tener, y nadie mas puede darnos.
- Tenemos la libertad que nadie mas puede tener, y nadie mas puede darnos.
La libertad para entrar al lugar santísimo, el lugar al cual no teníamos capacidad de acceder, para poder tener comunión con Dios.
Ahora tenemos franqueza, confianza, basada en la conciencia de que nuestros pecados están perdonados por la sangre de Cristo.
Es en la sangre de Jesús donde fundamos nuestra confianza para entrar.
12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
Lo que nos da este franco acceso es que él ha entrado una vez por todas como nuestro Precursor
20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
y Sumo Sacerdote
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
haciendo propiciación por nosotros con su sangre, la cual está continuamente allí
24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
delante de Dios.
Esto es posible por qué,
- Tenemos el mejor camino.
- Tenemos el mejor camino.
El cristianismo era conocido por el camino.
Y este camino tiene dos características es nuevo y vivo. nosotros (como) camino nuevo (Griego, reciente: recién abierto,
y vivo”, No es un camino sin salida, no es una ruta estéril que no nos lleva a nada, no es un camino inútil, como lo eran las ofrendas rituales judías de la sangre de víctimas muertas, sino camino real, vital, y de perpetua eficacia, porque el Salvador viviente y vivificante es el camino.
Es una esperanza viva la que tenemos, que produce obras no muertas, sino vivas.
- Tenemos el mejor sacerdote, sobre la casa de Dios.
- Tenemos el mejor sacerdote, sobre la casa de Dios.
Es gran rey y sacerdote sobre la iglesia, la casa de Dios. Somos parte de una familia que tiene un padre que oye sus oraciones, somos parte de un reino que es guardado por el mas grande y poderoso rey, somos parte de un pueblo que tiene quien interceda por el ante Dios para que cumpla sus promesas.
Entonces si esto es así,
2. Debemos responder de la mejor manera.
2. Debemos responder de la mejor manera.
En los siguientes versículos el escritor de Hebreos presenta tres formas como debemos responder como poseedores de lo mejor.
2.1 Debemos acercarnos a Dios.
2.1 Debemos acercarnos a Dios.
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Es dar el paso de movernos hacia Dios hasta el punto en que podamos tener una relación reciproca con él.
Nuestro autor describe cuatro aspectos de nuestro acercamiento a Dios.
Primero, solamente podemos acercarnos a Dios con corazón sincero.
Es necesario que en el centro del ser tengamos un deseo sincero de relacionarnos con Dios; no podemos fingir lealtad a él.
El corazón sincero es el corazón cuyo fundamento y contenido son las cosas celestiales, eternas. Es constante y sincero porque está centrado en lo eterno.
Segundo, nos acercamos en plena certidumbre de fe.
El cap. 11 cita ejemplos de esta fe en Dios que da la seguridad de que Dios nos recibe cuando nos acercamos.
Tercero, acercarnos purificados los corazones de mala conciencia.
La purificación que Cristo nos consiguió con su sacrificio. Purificados es lit. “rociados”. Como los sacerdotes levíticos fueron rociados con sangre
21 Y con la sangre que estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él.
y lavados con agua
4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
en su dedicación, así los cristianos somos purificados por la sangre de Jesús cuando iniciamos nuestro acercamiento a Dios. Su sangre nos purifica en el corazón o conciencia, donde está arraigada la maldad. El lavamiento de los cuerpos con agua es un símbolo exterior de la purificación interior. Este simbolismo viene de los lavamientos ceremoniales de los judíos, pero el autor también piensa en el bautismo cristiano. El agua es pura en su simbolismo, porque representa al Espíritu Santo que purifica (Eze. 36:25, 26; Tito 3:5). No se puede dudar que el autor de Hebreos ve el bautismo como un símbolo de la salvación, y no como un requisito.
2.2 Debemos mantenernos firmes.
2.2 Debemos mantenernos firmes.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Es mantenernos firmes en nuestra creencia sin fluctuar, sin volver atrás.
A causa de la persecución los cristianos hebreos estaban pensando en regresar a los ritos antiguos del judaísmo. El cristiano necesita un equilibrio entre el progreso, acercándose a Dios, y la estabilidad de una esperanza firme. Confesamos esta esperanza públicamente al aceptar a Cristo. El autor exhorta a sus lectores a continuar aferrados a esta esperanza, sin vacilación en su lealtad al Salvador que esperan. Ponemos confianza absoluta en Dios, el único que es absolutamente fiel a todo lo que ha prometido. Dios siempre cumple; siempre es fiel a los que confían en él y en sus promesas. Los cristianos caminamos hacia el futuro con optimismo porque conocemos el Señor del futuro y confiamos en él
2.3 Debemos comprometernos a hacer lo mejor.
2.3 Debemos comprometernos a hacer lo mejor.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Considerando lo que Jesucristo hizo
1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
Debemos estimularnos al amor y a las buenas obras.
Tener una actitud que produzca un cambio en nuetras vidas y la de otros. para motivarnos a la fidelidad y al progreso;
Considerémonos los unos a los otros, para aprender de su ejemplo y para ofrecerles el nuestro.
El compañerismo cristiano nos ayuda a mantenernos firmes y a crecer en nuestra relación con Dios. Nuestra relación con Dios no se puede separar de la relación con nuestros semejantes.
Esta es una invitación a vernos cara a cara para confrontarnos sobre la necesidad de provocar en nosotros hacer lo mejor para El Señor:
- No dejando de congregarnos
Abandonar la práctica de reunirnos con los hermanos.
- Exhortándolos unos a otros ante la venida del Señor
Es estar al lado de aquellos que necesitan animo, consejo y llamado de atención.
CONCLUSION: Yo quiero invitarte a poseer lo mejor que Dios puede darte, tu salvación. Usted puede tener hoy lo mejor que puede tener en su vida: A Cristo Jesús. Para tenerlo lo que tienes que hacer es acercarte a Dios. Acércate con sinceridad, acércate a Dios con fe, acércate a Dios arrepentido, acércate a Dios dispuesto a entregarte a Él.