Juzgar 5: Injusto e Incómodo

Juzgar 5 Injusto e incómodo  •  Sermon  •  Submitted
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Cristo murió cuando eramos pecadores

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Juzgar 5 Injusto e Incómodo
Muchos ponen como objeción al cristianismo o para ser cristianos lo que veremos hoy. El mensaje de Jesús nos emociona a los cristianos a otros la emoción que les despierta se vuelve un argumento contra el mensaje mismo.
Si no eres cristiano y oyes la historia de Jesús, no es fácil de entender: alguien muere en la cruz y resucita, algunos ponen una resistencia EMOCIONAL, mi propósito es desnudar el argumento de esa resistencia, la tesis es que ese origen emocional parece un argumento intelectual, pero -espero- veremos que no lo es. Tiene peso emocional, pero queda en eso en una “emoción”.
Hoy terminamos la serie y la intención es quitar esa objeción; no es un intento de probar nada del cristianismo sino de quitar ese obstáculo de la emoción. No la minimizo pues la emoción es real, muchos la experimentan, se escucha mucho y se usa la falacia de que: como muchos lo creen, entonces debe ser verdad. Así empieza y se sustentan muchas ideologías, con emociones.
La semana pasada vimos que a veces la religiosidad puede ser dogmática. Varias religiones del mundo tienen al menos 8 puntos en común, concuerdan en que tienen cosas que deben y no deben hacer. Concuerdan que la deidad ha dado leyes, mandatos, instrucciones qué cumplir y al no hacerlo se está en deuda con la deidad.
También vimos que todas las religiones tienen otra cosa en común: reconocen el fracaso de sus seguidores, son incapaces de cumplir con esas reglas, leyes y surge la pregunta ¿qué hago con eso? Y cada religión tiene un sistema o un intento de lidiar con esa brecha que genera la expectativa que Dios tiene y la realidad de nuestro fracaso de no poder cumplir.
Si no crees en Dios, esto también te sucede, porque tú también quedas corto de tus propias expectativas, a veces no cumples con lo que tú te prometes, esto está en todo ser humano; todos en alguna ocasión dicen: lo siento, te fallé, por favor perdóname.
La pregunta es la misma ¿qué hago para llenar ese espacio, entre lo que Dios -o yo mismo- debo hacer y no puedo? La Escritura y la historia lo confirma, cuando Dios envió a SU Hijo al mundo, lo envió para morir por el pecado de todas las personas de toda nación, idioma, religión. Cristo vino a morir por el pecado de todo el mundo.
Todas las leyes, religiones apuntan a la necesidad que tenemos de ser salvados. Jesús vino para ser el Salvador no de los cristianos, judíos sino de todo el mundo y aquí es donde el camino se divide. Los cristianos creemos que la respuesta al fracaso del ser humano es un Salvador, otras religiones del mundo dice: que la respuesta al fracaso del ser humano es “intentar con más esfuerzo cumplir las leyes, seguir intentando cumplir la lista”.
La semana pasada terminamos con un verso que todos sabemos que es verdad y no necesitas ser cristiano para creerlo, es casi intuitivo. “La ley es incapaz de salvar, es impotente para enmendar una relación”. Lo que la ley no pudo hacer, los cristianos sabemos que Cristo lo hizo. Y es una invitación a todo el mundo de aceptar a Jesús como Salvador, perdonador de la humanidad y el pecado, ahí terminamos la semana pasada.
El problema con esto es que, si no eres cristiano o de cualquier religión, quizá el cristianismo para ti es un cuento, mito o lo que sea, y el problema con el mensaje del cristianismo es que parece ser muy injustoporque ¿qué con quienes nunca oyeron el mensaje? ¿qué con quienes no lo entienden? Eso parece injusto y si le agregamos que es sólo UN Camino, eso parece injusto.
Para algunos es incómodo que alguien más pague por sus pecados, reconocen que han pecado, pero la idea que alguien más pague es incómoda, no lo pueden comprender. Ahora bien, escucha: el problema es que esos 2 argumentos son emocionales. El argumento que el cristianismo es injusto e incómodo, y desde su parecer el que sea injusto e incómodo, los lleva a decir algo “emocional”, porque quizá no lo han pensado a conciencia ¿quién tiene tiempo para eso? Hay trabajo, esposa, familia, quién se pone a meditar en eso, pero es algo emocional y con eso llegan a la conclusión que no puede ser verdad. Injusto e incómodo debe ser falso. Así surgen ideologías.
El hecho que sea emocional no hace que desde tu parte intuitiva o cognitiva sepas que esa afirmación no es verdad; porque si ese es el espejo por el cual vas a ver el mundo o tu vida, verás que no aplica en otras áreas de tu vida.
Al ser algo emocional (yo lo siento así) se cree que se puede usar como argumento contra el cristianismo: es injusto entonces no puede ser verdad. La idea del pecado, eso que soy pecador, del juicio, un destino eterno, es incómodo no puedo aceptar eso, debe ser falso. Es injusto y me hace sentir incómodo no debe ser verdad.
Pero esto mismo no aplica en otras áreas de tu vida que hay cosas injustas, incómodas ¡pero son verdad! Es más, quizá tu matrimonio está así, no es justo seguir con este hombre, mujer, no es el mismo desde que nos casamos, es muy incómodo, y no por eso dices ¡no estoy casada! El matrimonio ¡no existe!
Quizá el hogar donde naciste: mis padres son injustos, no me dan lo que quiero y eso me hace sentir incómodo estar bajo su techo, no puede ser verdad que son mis padres.
Actuar en base a tus emociones ¡es tonto! no tiene sentido. Y sabes que ¡no es un argumento! Es muy emocional es cierto, pero no necesariamente por eso es falso. De hecho, es más fácil hacer una lista de cosas que son injustas e incómodas y totalmente verdaderas que una lista de cosas justas, cómodas y verdaderas.
Hace varios años trabajé en el estado de México, en un basurero, con personas que literalmente vivían entre y de la basura. La tragedia de ver a los niños todos sucios, recogiendo algo de comida y ¡comerlo! Es algo injusto, incómodo y totalmente cierto. O quizá has oído de los países donde sólo permiten tener un hijo. Muchas familias quieren un hijo varón y al nacer niñas las abandonan en las calles; esto es injusto, incómodo, pero es verdad.
El punto es que, si en tu vida permites que algo, por ser injusto e incómodo lo descartes como falso, o por ser injusto e incómodo para ti por eso no lo vas a creer, entonces has dejado la razón y el lente por el cual vez y experimentas el mundo y será peligroso y falaz.
El problema con ver la religión así es que, aunque dudo que no veas la lógica en lo que dije, creo que has vivido cosas que son injustas e incómodas y sabes que son verdad. No puedes usar la emoción como un argumento para no creer las cosas que sí, son un reto creer, pero son verdad. En una parte de nuestra mente pasa algo así: Si hay un Dios que es como dicen los cristianos, si la Biblia dice que es bueno y perfecto, entonces tiene sentido que -aquí empieza el problema-, que genere, que haga un sistema bueno y perfecto, que sea justo -como yo defino justo-. Un Dios perfecto tendría un sistema no solo justo sino cómodo, porque es un Dios de amor.
Y me encuentro que el cristianismo es angosto, excluyente, deja mucha gente fuera, dice cosas negativas de otras religiones y otras cosas que no son políticamente correctas, etc. Lo que molesta del cristianismo es que es injusto e incómodo. El tema es que esto no es un argumento, es una declaración emocional, emocionalmente no parece justo. Si Dios existe y es bueno debe haber un método o sistema que sea justo y cómodo y como no veo eso en el cristianismo y me afecta emocionalmente, entonces ¡no puede ser verdad! Quieren usar eso como argumento, que en realidad sólo un obstáculo para dar el siguiente paso y hacer la verdadera pregunta. La verdadera pregunta es ¿es el cristianismo verdad? ¿es Jesús y su mensaje verdadero?
Creo que la razón por la cual están en ese dilema es porque no creo que alguien de nosotros pueda entender verdaderamente el profundo significado del pecado en el mundo. No creo que alguien pueda comprender a cabalidad el impacto que el pecado generó, hizo en el planeta y la gente que lo habita. Y es entendible, porque al ver la lista de leyes, mandatos, todos sabemos que ¡no podemos! Quedamos cortos, las únicas personas que conozco son imperfectas, no conozco personas perfectas y si las conociera, eso haría más evidente ¡lo pecador que yo soy! Pero lo bueno es que todos los que conozco con imperfectos.
Y ¿qué hicimos? Bajamos el estándar. Pensando que el pecado, algo a lo que estamos acostumbrados es normal. Por eso tenemos policía, ejército, bardas, sistemas de seguridad, lo que sea para protegernos, lo hacemos porque ¡así es el mundo! Estamos rodeados de los efectos y las consecuencias y del pecado, tanto así que ¡es normal para nosotros! Porque todos quedamos cortos, no hemos conocido un mundo como puede y debe ser. El máximo impacto del pecado se quedó perdido para siempre, porque así es el mundo como siempre lo hemos conocido.
Y lo justificamos fingiendo que lo entendemos: hay cosas malas en el mundo, pero no está tan mal, no todo es malvado. El mundo está roto, fracturado y le pedimos a Dios que si es tan amable de crear un sistema justo para arreglar este mundo y eliminar la brecha entre Dios y los hombres.
Creo que la realidad es peor de lo que percibimos. Al ver las noticias escuchas de asesinatos crueles, padres que encierran a su hija por 15 años en el sótano. Lo vemos y decimos ¿cómo es posible? ¿por qué surgen esas cosas? Te diré cómo es posible y de dónde surge, vino de todo lo que está en el corazón de cada persona, los que estamos aquí, los que escuchan esto. Tú crees que eres mejor y yo creo lo mismo, pero la verdad es que el mismo egoísmo está en tu corazón y el mío, la misma desesperación que hay en tu corazón y el mío está en el de ellos. Excepciones.
Oímos de atrocidades en otros países y pensamos ¡esto no puede pasar aquí! Pero quizá no hemos estado así de desesperados o de amenazados, o tenido esa inseguridad en la vida como ellos. Por los medios de comunicación y redes sociales, cada día se nos recuerda que este mundo está roto, fracturado, que hay maldad y aunque nos comparamos con ellos y decimos: yo soy mejor, el hecho de decir eso, es un reflejo de qué tan mal y quebrantado está nuestro mundo.
En este mundo injusto e incómodo esperamos que Dios envíe una solución justa y cómoda de acuerdo con como nosotros definimos justo y cómodo, para querer resolver un problema que es peor de lo que hemos sido capaces de reconocer.
Otra pregunta interesante es ¿qué tal si las religiones del mundo tienen razón? y en verdad hay un Dios que tiene un estándar y quedamos cortos ¿qué tal si eso que llamamos conciencia, eso de que debo ceder mi lugar a una mujer embarazada, ser honesto en los negocios, es lo que debo ser? Estoy tan convencido que debo ser honesto y amable que cuando no lo soy, voy a mentir para que no se sepa, porque ¡se lo que debo ser!
¿Qué tal si todo eso de las leyes, mandatos, reglas, eso que, si de alguna forma no cumplo, qué tal si todo eso es la huella de Dios? Y has quedado corto cada día de tu vida. ¿Qué tal si lo que está en ti, está en todas las personas que escuchan esto? Ven lo horrible del mundo que nadie puede imaginar, que alguien es capaz de tantas atrocidades, pero ¿qué tal si eso también está en ti y en mí? ¿qué tal si es peor de lo que imaginamos? ¿qué tal si las religiones tienen razón y nos quedamos cortos, incluso de tu propio estándar si no crees en Dios?
Es peor y no tienes que buscar muy lejos para poder verlo. Es nuestro mal entendimiento del significado del pecado en el mundo lo que nos ha convencido que no necesitamos a nadie que muera por nuestro pecado, lo único que necesito es una segunda oportunidad, sólo necesito intentarlo con más ganas otra vez, la verdad es que ¡todos somos pecadores!
¿Sabes qué tan mal estamos? Tan mal que ya ni siquiera queremos llamar pecado al pecado ¿qué palabra usamos en su lugar? ¡error! Pero un error es cuando te confundes al sumar y no es a propósito, es accidental ¡eso es un error! Un asesinato, una mentira, no es un error, robar a los empleados con intención ¡no es un error! Es un crimen, es un pecado. Aun en el lenguaje hemos rebajado el hecho que quizá hemos ofendido a Dios con nuestro comportamiento.
Todo lo que conocemos es el mundo, así como está. Pero si el cristianismo es verdad, entonces lo último que queremos es un sistema justo, porque en un sistema justo si tu la regaste ¡tú tienes que pagar! Ese es el sistema que hemos creado, rompes la ley ¡tienes que pagar! ¿de dónde crees que vino eso? ¿de dónde crees que vino ese sentido interno de justicia? Vino de Dios, es la huella de Dios y la justicia dice que si tú no cumples la ley ¡tú pagas!
¿Qué tal si es verdad que no puedes cumplir, aunque quieras? ¿qué tal si tu conciencia es la huella de Dios? ¿qué tal si Dios existe y no has cumplido SU estándar? Entones ¿en realidad quieres que Dios te trate con justicia? ¿quieres que Dios sea justo? ¡Claro que no! No queremos justicia, lo que queremos en ese momento es ¡misericordia! Lo que queremos es Gracia, lo que queremos cuando la regamos es ¡perdón! Y no importa si se siente injusto o incómodo, solo queremos que Dios tenga misericordia de nosotros.
Cuando hablas con un doctor sobre una cirugía no le preguntas si será cómodo, le preguntas si será efectiva. Hemos querido rebajar el pecado tanto que pensamos que Dios puede darnos un curita, salivita y todo estará bien. Pero al ver lo que pasa en el mundo día tras día y notas que es la misma expresión de envida, orgullo, soberbia, lujuria, ira que hay en tu propio corazón, el mismo miedo e inseguridad de tu corazón.
Quizá este mundo está más roto de lo que queremos admitir y se necesitan medidas drásticas para poder romper y rehacer las cosas bien con nuestro Creador. Por eso el mensaje de Jesús es asombroso, porque ¡no es justo! Y no es justo a propósito, no es cómodo porque el pecado ¡requiere una muerte! Dios decidió que no serías tú necesariamente, sino sería SU Hijo. ¿Es eso justo y cómodo? Para ÉL ¡no lo fue! Pero es totalmente cierto.
Leeremos unos versos en Romanos, pongamos atención a las palabras de Pablo. Vio la vida de Jesús, muerte y resurrección en la que creyó, porque era amigo de testigos oculares, que no podían explicar, pero el cuerpo no está en la tumba y pasaron el resto de sus vidas diciendo que Jesús ha resucitado de la muerte.
Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, …” (Romanos 5:6, NTV)
Al ver por el lente de justicia ¡esto es aterrador! éramos totalmente incapaces, porque antes de Jesús sólo teníamos la ley, las reglas y en la ley no hay poder para cumplir, solo condenación. Pablo no escribe a judíos o cristianos, sino a romanos que han intentado ser buenos, ser perfectos para ser aceptados, pero saben que son totalmente incapaces de salvarse por ellos mismos.
Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores.” (Romanos 5:6, NTV)
Si pregunto ¿te consideras pecador? ¿qué dirías? Quizá empezarías por: me porto bien en general, cuido mi familia, no me considero pecador. Pablo dice que eres pecador. Tú no lo crees porque te comparas conmigo y yo contigo y dices: hay personas que admiro, parecen santos, héroes de la fe y en otro extremo están los sádicos, asesinos, ladrones y yo estoy en medio, pero estoy más cerca de la Madre Teresa que del mocha-dedos. Quizá pensamos así porque hemos subestimado el pecado, no creemos que seamos pecadores. Aun así, la Biblia dice que todos hemos pecado, todos, en alguna medida, forma, todos somos malvados, pecadores.
Quizá pienses ¡eso suena extremo! Yo no soy malvado, pago impuestos, trabajo y nos medimos con el estándar equivocado, por eso no creemos que seamos pecadores. La realidad es que ¿quién necesita un Salvador? ¡Yo lo necesito! Y ¿qué es lo que Jesús ofrece? Dios dice que SU Hijo vino para salvar al mundo y digo ¡yo no actúo como malvado! Pero no se trata de cómo actúas, sino de quién eres y al compararte con Dios ¡eres malvado!
Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena;” (Romanos 5:7, NTV)
Son casos raros, pero hay quien da la vida por su hijo, conyugue o padres. Algún soldado da su vida por la nación o gente que ama, es raro, pero sucede. Pueden dar su vida por alguien que crean bueno o que amen, ahora, eso de dar su vida por alguien más ¿es justo o cómodo? ¡claro que no!
pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.” (Romanos 5:8, NTV)
Cuando todavía éramos pecadores y alguno ¡todavía es pecador! ¿qué es pecado? No cumplir esa ley que te dice que debes amar a tu prójimo, siempre cumplir tu palabra, no enojarte con nadie, no pensar mal. Fracasar en cumplir ese objetivo. Cristo murió por nosotros; quizá tú mueras por alguien que amas o alguien justo, Cristo decidió morir por los no justos. No por los buenos, no por los mejores, sino por los malvados, los peores, los pecadores ¿es eso justo? ¡no fue justo para ÉL! ¿fue cómodo? ¡no fue cómodo para ÉL! ¿es verdad? Toda la evidencia histórica nos dice que es totalmente verdad.
Lo asombroso del mensaje del cristianismo es que: Dios decidió no ser justo.
Decidió algo mucho mejor que esto. Decidió no crear un sistema cómodo, porque ¡no hay forma cómoda de arreglar el desastre que creó el pecado! Es imposible, tiene que haber una muerte ¡alguien tiene que pagar el castigo por el pecado!
Puedes intentar crear tu método o sistema de llegar a la perfección que Dios demanda o la de tu propio estándar. Puedes inventar un sistema en que pones a Dios a tu disposición, llamarlo cuando lo necesites o ponerlo en una caja cuando sientes que no es justo o que es incómodo. Puedes creer que te puedes esconder de ÉL y burlarte, creerte más listo, puedes creer que no debes cambiar nada y seguir viviendo como se te da la gana, pero sabes que en algún momento ¡darás cuentas! Creer que puedes vivir ignorando a Dios y salir bien librado, parece justo y suena cómodo, pero sabes que no es verdad.
Dios envió a SU Hijo para hacer lo injusto, lo incómodo con tal de arreglar un mundo injusto y corrupto ¡envió a SU Hijo a morir en tu lugar! Al hacer eso, hizo mucho más que ser justo y cómodo ¡extendió Gracia y Perdón!
El mensaje del cristianismo es el sistema más justo y cómodo posible en un mundo injusto, roto e incómodo. Es lo más justo y cómodo posible, porque el mensaje del cristianismo es que todo el mundo es bienvenido, todo el mundo entra de la misma manera y todo el mundo puede cumplir los requisitos.
Todos son bienvenidos: cristianos, judíos, budistas, no tienes que nacer en cierto país o ser de cierta familia. Toda persona es bienvenida ¡nada puede ser más justo que esto!
Todos entren de la misma manera: Jesús dijo “YO SOY el Camino”, algunos dirán: ¡ya vez! Eso es discriminatorio, limitado ¿por qué sólo ÉL? Si lo quieres ver así es tu decisión, pero no quiere decir que sea verdad. Lo justo del evangelio es que TODOS entran de la misma manera. No es cumpliendo las leyes ¡no puedes! Todos entran de la misma manera. Tú pecas diferente a otros, más o menos ¡no tienes ventaja o desventaja! Todos entran por medio de Jesús.
Pero Jesús es lo ofensivo para unos, y sabes ¡ÉL lo predijo! Para muchos es Jesús quién hace que sea angosto, es Jesús con quienes mucho están peleando. Les gusta Dios, eso de Amar al prójimo, a otros les gustan los cantos en la iglesia, las actividades de niños, pero eso de Jesús ¡me enoja! La pregunta verdadera es ¿es Jesús real y verdadero?
Puede no ser justo -de acuerdo con tu perspectiva-, pero el hecho es que Dios te invita a ti y a todos a llegar de la misma manera ¡Por medio de Jesús!
Todos pueden cumplir los requisitos: no se trata de cumplir 8 de 10 mandamientos, no es tener una palanca para entrar, o que te portes bien los últimos años de tu vida ¡ese es el sistema religioso! Te dice que debes encontrar la forma de llegar a Dios, pero ¡no sabes cómo!
Dime ¿qué es mejor que ese sistema? La Gracia es mejor, el Perdón es mejor, el requisito es FE, es decir: creo que cuando Jesús murió en la cruz lo hizo por mi pecado y el de todos; pongo mi fe, mi confianza en la muerte y resurrección de Cristo como el pago total por mis pecados. Ese es el mensaje para todos. Esa es la puerta para todos y todos lo pueden aceptar.
En un mundo injusto, roto, esto es lo más justo y cómodo que puede ser. Si no te gusta es tu prerrogativa. Y cuando te llegue esa emoción de que no te parece justo, cómodo, recuerda que algo puede ser injusto e incómodo y aun así ser totalmente verdad. En este mundo injusto e incómodo, tu Padre Celestial envió a SU Hijo a hacer algo que fue injusto e incómodo para ÉL y lo hizo por ti, murió en tu lugar porque te ama.
La invitación para el resto de tu vida es ¿pondrás tu fe y confianza en ÉL como tu Salvador? O pelearás siempre con el tema de si es justo, como tú lo definas, o cómodo como tú lo definas y no harás la verdadera pregunta ¿es verdad? ¿es verdad que mientras aun era malvado, pecador, Cristo murió por mí? ¿es verdad que lo que la ley es impotente para hacer, Dios lo hizo en mi lugar al enviar a Su Hijo?
Ese es el tema verdadero y si pasas por encima de lo emocional de si es justo y cómodo, que parece un argumento, pero ¡no lo es! Entonces tú, como millones de personas en todo el mundo, también descubrirás el Amor, la Gracia y Misericordia, Compasión y Bondad y el Perdón de Dios quien te invita que le llames: Padre Celestial.
Quizá a tu parecer es injusto e incómodo, pero quizá también es absolutamente cierto.
Palabra de Dios
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