SANADOS EN CRISTO (MARCOS 6:53-56)

Evangelio según San Marcos  •  Sermon  •  Submitted
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1 LA BUENA NOTICIA QUE CORRE (53-54)
2 SOLO CRISTO PARA SANAR (55-56)
3 APLICACIONES
Introducción
Hermanos, seguimos con esta maravillosa exposición del Evangelio según san Marcos.
Es maravilloso ver como Jesús avanza, pesar de la falta de fe, corazón endurecido de sus discípulos.
Como deciamos, todos somos propenso a endurecer nuestro corazón, pero por eso Dios no deja de actuar.
Hermanos, hemos sido sanados, sanados pro Cristo, eesto es lo que vamos a ver.
¿Que aprendemos de este pasaje?

1. LA BUENA NOTICIA QUE CORRE (53-54)

La buena noticia que siempre corre.. a pesar de nosotros, a pesar de los discípulos:
Marcos 6:53–54 LBLA
53 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron. 54 Cuando salieron de la barca, enseguida la gente reconoció a Jesús,
a) En una ciudad distinta (Genesaret)
Genesaret era una fértil llanura en la costa noreste del Mar de Galilea entre Capernaúm en el norte y Magdala en el sur. Josefo describe la belleza de la región, con clima atemperado y su suelo fértil ideal para árboles frutales y agricultura (G.J. 3.10.8 §516).
Era una ciudad distinta, conocía a Jesús, seguro también por la misión de los 12. Había gente que había escuchado el mensaje, y ahora estaba saliendo el fruto. La fe que les movia a ir a Cristo. Cuando Cristo viene a ellos.
b) Reconocían a Jesús.
Como hemos dicho, cuando Dios obra, obra de manera que no entendemos. Es curioso, como Dios obra.
No sabemos, si Dios había usado a los discipulos para que la gente de Genesaret conocieran a Cristo, pero, el hecho que lo conocía. Y esto les llevó a buscar al Señor.
Precisamos, entender esto, Dios nos usa a nosotros, pero no somos imprescindibles para Él, Él nos usa como muestra de amor y misericordia.
Y a pesar de que los discípulos estaban en Shock, Cristo iba a obrar…
Pues no salvamos ni tu ni yo, salva y Sana Cristo.

2. SÓLO CRISTO PARA SANAR (55-56)

Marcos 6:55–56 LBLA
55 y recorrieron apresuradamente toda aquella comarca, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían decir que Él estaba. 56 Y dondequiera que Él entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.
a) Jesús fue a la gente.
Esto nos recuerda como Cristo salva, viniendo Él a nosotros.
1 Juan 4:19 LBLA
19 Nosotros amamos, porque Él nos amó primero.
No hay otra, si estamos en este camino es porque el nos amó primero, el vino a nosotros, no lo elegimos nosotros, el nos eligió a nosotros, y escogió sanarnos, salvarnos.
Juan 15:16–18 LBLA
16 Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 17 Esto os mando: que os améis los unos a los otros. 18 Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Alégrate Iglesia, porque nuestra redención no está en nuestras obras –cosa que nos condenaría–, está en la elección y justificación de nuestro Dios por medio de Cristo. Esta comunión es inquebrantable, nada nos puede separar de su amor. Esto me hace llenar mi corazón de gozo a pesar de mí. Que nuestro corazón rebose de amor hacia el Señor y nuestros hermanos.
Este amor manifestado de Cristo, sabía…
b) La gente sabía que sólo Cristo para sanar.
No podemos encontrar la salvación, la sanación de nuestra alma fuera de Cristo.
Quien busca eso fuera de Cristo es estar perdido.
La gente de esa región, lo sabía y llevaban a los enfermos a Cristo, los enfermos iban, con la fe que iban a ser sanado, pero hermanos, no es la fe humana, esa fe que ellos operaban, era la fe que ya les había salvado.
Y esa fe, hace que las sañales sean impresionante para la gloria de Dios.
c) La fe que impresiona (56)
Marcos 6:56 LBLA
56 Y dondequiera que Él entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.
Gracias a la fe que había sido operado en sus corazones, se podía ver materializada su completa sanidad. La sanidad de nuestra alma va de al mano con nuestra salvación.

3. APLICACIONES.

a) Como iglesia debemos tomar ejemplo: Cristo.
Veamos aquí un patrón para nosotros. Vayamos y hagamos lo mismo. Esforcémonos por llevar a todos los que nos rodean que necesiten medicina espiritual al gran Médico Jesús para que sean sanados. Mueren almas cada día. El tiempo es breve. Las oportunidades pasan rápido. Llega la noche, cuando nadie puede trabajar. No escatimemos dolor o esfuerzo para llevar a hombres y mujeres al conocimiento de Jesucristo para que sean salvos. Agrada pensar que “todos los que le tocaban quedaban sanos”.
Hermanos, sigamos el ejemplo de Cristo y sus pisadas.
Seamos una Iglesia, que va y cumple la gran comisión.
b) Como iglesia debemos tomar ejemplo: La fe de los enfermos.
La fe en medio de lo imposible. La fe que nos dice el mundo que no puede ser.
La fe y l confianza en Cristo.
La fe, En medio de la tempestad.
La fe en Cristo, a pesar de nuestro rededor.
Tomamos este ejemplo…
conclusión
HERMANOS, EL MENSAJE ES CLARO:
Por un lado tenemos la misericordia y atoridad de Cristo… aprendamos de Él y vayamos.
También que nos mueva ese amor.
Por otro lado, la fe de los los enfermos que contrastaba en este momento con la poca fe debido al corazón endurecido de sus discípulo.
Este es el contraste, confiar en el Señor nos dará descanso, dejar que se endurece nuestro corazón nos traerá tormentos, ansiedades y preocupación.
Pero recuerda hermano, hemos sido sanados en Cristo, hemos sido salvado, tenemos todo para caminar en paz.
Amigo, recuerda, Sólo Cristo apra sanar y salvarte.
Que Dios bendiga su palabra.
Gloria al Padre.
ORACIÓN FINAL
Concedenos Señor la paz y la sabiduria, para encontrar el descanso en ti, sabiendo que tu viniste a nosotros a salvarnos y sanarnos, una sanidad que es continua y necesaria para nuestro diario vivir. Que nuestras heridas puedan ser sanadas por tu sangre. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Apelamos a tu bendición
24 “El Señor te bendiga y te guarde; 25 el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26el Señor alce sobre ti su rostro, y te dé paz”».
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos vosotros. amén
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