El Espíritu Santo Y El Cristiano
Espíritu Santo • Sermon • Submitted • Presented • 44:20
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· 217 viewsEl Espíritu Santo pasa a morar en el creyente cuando éste responda a lo que Cristo ha realizado en la cruz, cuando él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del Espíritu en el creyente no está basada en los sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día a otro, más la promesa de Cristo jamás cambia.
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A. COMENZANDO EN EL ESPÍRITU
A. COMENZANDO EN EL ESPÍRITU
1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
Como bien entendemos por medio de la Palabra de Dios, nos convertimos en cristianos solamente por la operación de Dios. En ese momento el Espíritu Santo nos imparte una nueva vida, esta vida viene por medio del nuevo nacimiento.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Ahora bien, es clave que entendamos que Dios jamás ha tenido comunión con hombres inconversos en ninguna dispensación hasta que ellos hayan aceptado y obedecido las condiciones de la salvación.
B. LA RESIDENCIA DEL ESPÍRITU
B. LA RESIDENCIA DEL ESPÍRITU
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
¿Qué seguridad tiene el cristiano de que el Espíritu Santo mora en él?
¿Por los sentimientos?
¿Por algún éxtasis sublime?
No. ¡Por creer la promesa de la Palabra de Dios!
El Espíritu Santo pasa a morar en el creyente cuando éste responda a lo que Cristo ha realizado en la cruz, cuando él acepte a Cristo Jesús por fe.
La prueba de la morada del Espíritu en el creyente no está basada en los sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día a otro, más la promesa de Cristo jamás cambia.
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Esta porción de la Palabra de Dios, claramente expresa que los discípulos no habían recibido aún el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y ciertamente lo recibieron en Pentecostes .
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Antes de Pentecostes, el Espíritu estaba con ellos, pero después de Pentecostes el Espíritu vivirá con ellos.
Ningún creyente debe orar como David oró.
11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
David no estaba habitado por el Espíritu Santo. ¡El cristiano por el contrario, si lo está!
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Otro texto Bíblico que tiende a confundir o mejor dicho en el que muchos se confunden es:
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Algunos sostienen que debemos pedir el Espíritu Santo, para poder recibirlo, pero debemos entender el pasaje en su contexto y esas palabras fueron dichas antes de Pentecostes.
No tenemos ninguna Escritura que diga que uno debe pedir el Espíritu Santo después de Pentecostes.
La última porción de la Escritura en la cual trataremos con respecto a la morada en el creyente del Espíritu Santo es:
22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Muchos dicen que en ese momento los discípulos fueron habitados por el Espíritu Santo en vez de en Pentecostes. Sin embargo sabemos que ellos no recibieron el Espíritu Santo en ese momento, porque se les mandó:
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Así leyendo este texto nos preguntamos:
Si ellos hubieran recibido el Espíritu Santo, ¿por qué debían esperar en Jerusalén para recibirlo?
Lo que paso ej Juan 20, es simplemente una primicia de la promesa y del derramamiento más abundante en Pentecostes.
Un comentarista Bíblico dijo que este hecho pudo ser un anticipo de la llegada del Espíritu en Pentecostes.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
El Espíritu Santo mora en usted si usted es un creyente, si lo es, entonces usted pertenece a Dios, caso contrario usted no pertenece a Dios y Dios no tiene relación con usted.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
No significa que Dios no le ame o le odie y no quiera tener relación con usted, todo lo contrario.
Pero para hacerlo usted necesita venir a Cristo y pedirle que le salve y perdone de sus pecados.
Si usted es un creyente, el Espíritu Santo Mora en usted, le perteneces a Él.
Por tanto obedecelo, deje que el guíe su vida, le controle, le hable, le enseñe, le corrija, no le contriste, no le enoje, no le tiente, no le resista.
Déjelo obrar en su vida para la gloria de Dios.