Pruebas de la salvación II
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Introducción
Introducción
Cita bíblica: 1 Juan 1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 2:1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis”
I. Limpieza
I. Limpieza
v7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”
Las ordenanzas encontradas anteriormente a dejar de mentirnos demostrando incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace, llevan también un llamado de ánimo a aquellos que sí andan en luz.
“El andar en luz” significa esto el estilo de vida o la forma habitual de comportarse. Al Juan decir “si andamos en luz” expresa que la forma habitual de comportarse en luz refleja tener comunión unos con otros. La antítesis de esto sería que cuando no hay comunión unos con otros es una clara muestra que el tal cristiano no está andando en luz.
Uno de los beneficios de andar en luz también es ser limpiados por la sangre de Cristo de todo pecado. El acto de ser limpiados es algo continuo, no una sola vez. No nos perdona algunos pecados, sino todos nuestros pecados.
II. Confesión
II. Confesión
v9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Juan utiliza una palabra que es muy conocida por muchos. “HOMOLOGEO” es un término compuesto que tiene el sentido de “Hablar lo mismo” Juan lo utiliza para expresar la confesión. En términos bíblicos, la confesión es ponerse de acuerdo con Dios en lo que él dice que el pecado es.
La confesión significa:
1. Mencionar específicamente los pecados (v. 9)
2. Admitir públicamente los pecados (Mt 10:32; Stg 5:16).
3. Dejar de cometer pecados específicos (Mt 3:6; Mr 1:5; Hch 19:18; Stg 5:16)
Gracias a Dios que podemos confesarle nuestras faltas para ser perdonados, en su fidelidad no da perdón, por su misericordia. Por otro lado, dado que Dios nunca tolerará el pecado, él también es justo en el trato con nuestro pecado.
III. Victoria
III. Victoria
v2:1a “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis”
El cariño y amor que Juan les tiene es demostrado a través de serias advertencias que se preocupan por su bienestar con Dios. Todo lo dicho era con el sólo objetivo de que sus vidas sean santificadas y comiencen a vivir para el Señor lejos del pecado (Ro 6.12-14; 1 P. 2:24)
Hay victoria sobre el pecado por medio de Cristo, nadie puede decir que no puede, el Espíritu Santo lo capacita para que él tenga victoria (Ro. 6:15-18)
Conclusión
Conclusión
Aquí hay otras dos pruebas que debemos notar de aquellos que son cristianos. Los creyentes creen en el perdón de pecados y en la confesión para purificación (Ro. 8:15). Esta prueba se la pasa viviendo en una constante confesión de los pecados, siendo esto una práctica cotidiana.