Avivamiento y que mas??
Creo que mas de una ves hemos escuchado la palabra avivamiento pero que es verdaderamente avivamiento para cada uno de ustedes (preguntar lo que es un avivamiento) y por lo general siempre lo asimilamos a dones, milagros, a los grandes teologos que avivaron cada ciudad, aun despertar, o hablamos especificamente de Hechos 2, o solo decimos que avivamiento es despertar algo que estaba muerto y solo nos quedamos con esa definicion.
El avivamiento siempre empezo con Jesus.
Tenemos que influenciar a los demas.
No todo se trata de milagros
2:1 el día de Pentecostés. El Pentecostés era una de las tres fiestas principales de los judíos. Se celebraba cincuenta días después de la Pascua (Lv 23:15, 16), conmemorando la entrega de la ley en el monte Sinaí. También se llamaba la fiesta de las semanas (Dt 16:10), la fiesta de la cosecha (Ex 23:16) y el día de los primeros frutos (Nm 28:26). Era una de las fiestas que más atraía peregrinos a Jerusalén. juntos en un mismo lugar. El lugar pudo haber sido el aposento alto (1:13), donde los discípulos habrían ido para celebrar el día de Pentecostés.
2:3 lenguas como de fuego. El fuego se relaciona con la presencia de Dios (Gn 15:17; Ex 3:2–6; 13:21–22).
2:4 llenos del Espíritu Santo. Este evento marcó el comienzo de la iglesia. (cp. 1 Co 12:13). En el A.T. hay muchas referencias a la presencia del Espíritu (Is 61:1; Ez 11:5). Lo que es nuevo aquí es el cumplimiento de la profecía de Joel: el Espíritu desciende sobre todo creyente (vers. 17), y no solamente sobre líderes, profetas o reyes. comenzaron a hablar en otras lenguas. Este milagro capacitó a los presentes a hablar en idiomas que no conocían y fue una manifestación de la presencia y del poder de Dios por medio del Espíritu Santo.
2:5 judíos que moraban en Jerusalén. Muchos judíos habían regresado de la diáspora (dispersión) y ahora residían en Jerusalén, mientras que otros eran peregrinos que habían venido para el día de Pentecostés.
2:6 su propia lengua. Esta expresión aclara lo que sucedió en los vers. 4, 8 y 11.
2:7 galileos. La gente de Galilea podía ser reconocida por su acento particular (Mt 26:73).
2:8 lengua en la que hemos nacido. Los judíos hablaban arameo en las comunidades orientales y griego en las de occidente, pero estos judíos escuchaban que les hablaban en las lenguas y dialectos de sus respectivas regiones de origen.
2:9 Partos. Procedían de una región que se extendía desde Mesopotamia hasta la India, e incluía a Media y Elam. Mesopotamia. Esta región se encontraba entre los ríos Eufrates y Tigris. Capadocia…Ponto…Asia. Ponto y Capadocia estaban situadas al sur del mar Negro. Asia era la provincia romana de la cual Efeso era la capital.
2:10 Frigia…Panfilia. Están ubicadas al centro y sur de la provincia romana de Asia. Egipto…Libia…Cirene. Esta región del norte de Africa se extendía desde el desierto de Arabia hasta más allá de Cirene. prosélitos. Es decir, gentiles convertidos al judaísmo.
2:11 cretenses y árabes. Creta es una isla localizada al sur de Grecia. Arabia en la época del N.T. incluía a Damasco, a Petra y las regiones inhabitables de los desiertos de Siria y Arabia.
2:14–40 El mensaje de Pedro sigue un bosquejo que era común en la predicación neotestamentaria: 1) Comienza con una explicación de la situación presente (vers. 14–21); 2) procede a proclamar el mensaje acerca de la vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo (vers. 22–36); 3) hace un llamado a la necesidad de arrepentimiento y de ser bautizados en el nombre de Jesús para recibir el don del Espíritu Santo (vers. 38–40).
2:17 en los últimos días. Esta expresión común del A.T. era usada por los profetas para referirse al final de la época presente (cp. Os 3:5; Mi 4:1).
2:22 Jesús el Nazareno. Con este término Pedro describe a Jesús, y añade enseguida una referencia a los milagros, prodigios y señales que Dios ha hecho por medio de El. Las señales, que algunos de los oyentes habían visto, confirmaron que Jesús era el Mesías (Mt 11:2–5; Jn 10:38; 14:10).
2:23 por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios. La muerte de Jesús no fue un accidente, ni fue asesinado; fue el cumplimiento del plan de Dios (Jn 19:10–11; Hch 4:27–28). No obstante, los impíos que lo condenaron a muerte llevaron sobre sí la responsabilidad de ese acto (Mt 26:24).
2:24 a quien Dios resucitó. La resurrección de Cristo juega un papel importante en la predicación apostólica (cp. vers. 32; 3:15–16; 13:30). Sin la resurrección no hay salvación (1 Co 15:16–18). Cristo murió por los pecadores, y fue resucitado para justificación (Ro 4:25).
2:33 a la diestra de Dios. Pedro, refiriéndose a la ascensión de Jesús (1:11), respalda sus palabras citando el Sal 110:1.
2:36 toda la casa. Es decir, todo el pueblo de Israel. Dios le ha hecho Señor y Cristo. Por medio de la resurrección, Cristo, quien ha sido crucificado es declarado Señor, el nombre usado para el Dios de Israel y para el Mesías tan esperado.
2:38 Arrepentíos. El arrepentimiento implica tanto un cambio de mente como de conducta de una persona cuando reconoce la verdad de que sólo en Cristo hay salvación (1 Ti 1:4, 5. Esto era parte esencial del mensaje apostólico (3:19; 26:20) y continúa siéndolo para la iglesia de hoy. sed bautizados…en el nombre de Jesucristo. Por medio del bautismo el creyente se identifica con la muerte y resurrección de Cristo Jesús, y es una señal externa del arrepentimiento y el perdón de los pecados que se ha efectuado. recibiréis el…Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es otorgado a todos los creyentes (1 Co 3:16; 12:13; Ef 1:13).
2:39 y para todos los que están lejos. Es decir, los gentiles (Ef 2:13, 17, 19).
2:42 enseñanzas…comunión…pan…oración. Estas son cuatro características de la obra realizada en la iglesia primitiva. El partimiento del pan probablemente incluía tanto la santa cena del Señor como una comida fraternal (vers. 46, 20:7; 1 Co 10:16; 11:23–25).
2:43 temor. O sea, una profunda reverencia por Dios. prodigios y señales. Los apóstoles realizaron grandes maravillas por el poder del Espíritu. Tales milagros confirmaban la verdad de su mensaje (2 Co 12:12; He 2:3–4).
2:44 tenían todas las cosas en común. Los creyentes reconocían que todo pertenecía a Dios. Por tanto, de una manera espontánea y voluntaria, todo lo compartían entre ellos, ayudando de esta manera tan especial a los pobres y necesitados del grupo de creyentes (4:32, 34, 35).