Conservando los frutos de la célula

Introducción

Comentemos sobre las personas que inician a seguir a Jesús pero luego dejan de perseverar.

Comentemos del por qué las personas prefieren reunirse con personas mundanas antes que asistir a la iglesia.

La consolidación

Cuesta diez por ciento de esfuerzo ganar una persona para Cristo, pero noventa por ciento hacer que permanezca en la fe.

Desarrollando los principios del sistema de células familiares estudiados hasta ahora, producirá frutos de convertidos.

Pero es después de que se incorporan al cuerpo de Cristo es cuando inicia el verdadero trabajo.

Debemos cerrar la puerta trasera, para que no salgan del redil los que aceptan a Cristo.

La comunión

Vimos anteriormente que las bases del trabajo de grupos familiares eran la evangelización, la confraternización y edificación. En el trabajo de consolidación de los nuevos convertidos debemos echar mano de la confraternización o comunión.

Como seres sociales los nuevos convertidos necesitan sentirse integrados a un grupo, de lo contrario buscarán otro grupo social donde hacerlo.

Hoy en día el ser humano es despreciado por las cosas materiales, se le da más interés a los teléfonos celulares que a las relaciones personales.

En la célula familiar es muy importante cultivar la comunión, la amistad para que las personas se sientan integradas y motivadas a participar en la visión.

El pertenecer a algo, nos da un sentido de seguridad, más aun al pertenecer al cuerpo de Cristo.

Las visitas programadas

Un punto importante de contacto con los nuevos convertidos es la estrategia de las cuatro visitas programadas.

El propósito de estas cuatro visitas es establecer lazos de amistad.

También es una buena oportunidad para animar a los nuevos convertidos a iniciar el estudio doctrinal para bautismo, y posteriormente involucrarse en el estudio de la ruta del líder.

Las visitas deben ser cordiales, de amistad y mostrando interés por ellos.

Debido a que las personas convertidas en las células fueron invitadas por miembros de la célula, es conveniente que las visitas las haga la persona que se propuso convertir a esta persona.

Aplicación

El cuidado del nuevo cristiano es un trabajo que demanda disposición, amor al prójimo, abnegación y lealtad.

Es necesario darle seguimiento al nuevo convertido, debe orientarlo y animarlo para que participe activamente en la obra de Dios.

En caso de que desmaye, se enferme o enfrente cualquier dificultad, debe ser su mentor el primero en visitarlo.

Al realizar este trabajo, las personas se integrarán a la iglesia con compromiso y animo de servicio.

Oremos porque Dios bendiga los planes de visitación.