INSTRUCCIONES GENERAL. Parte 1ES SOBRE LA ORACIÓN.
Cristianos moldeados por el evangelio • Sermon • Submitted
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
En el contexto el apóstol , viene cerrando el capítulo 6 de esta carta.
Pablo viene de los versículos 10 al 17, enseñando acerca de la provisión de Dios para las batallas espirituales.
La batalla del creyente(v.10-13).
La armadura del creyente(v. 14-17).
Inmediatamente Pablo, da instrucciones generales acerca de la oración a los creyentes(V. 18-20)
Finalizando el capítulo, con una bendición para los creyentes de Éfeso.(V. 21-24)
Hermanos, Dios quiere que su pueblo para enfrentar las batallas que aún tenemos en nuestra vida cristiana.
Los cristianos, debemos orar, esa es la forma en que Dios espera que nos comuniquemos con Él.
Estudiaremos, SIETE instrucciones que el apóstol Pablo da a los creyentes de Éfeso, y también a nosotros ahora en relación a la oración.
DEBEMOS ORAR EN TODO TIEMPO. (V. 18).
DEBEMOS ORAR EN TODO TIEMPO. (V. 18).
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Lo primero que Pablo enseña es que la iglesia, cada uno de nosotros debemos orar en todo tiempo.
Recuerde, venimos hablando de la armadura de Dios, que un soldado de Jesucristo debe ponerse y debe usar, para enfrentar y resistir en los días malos y permanecer firmes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
El día malo, son los momentos de aflicción que enfrentamos, el tiempo, de persecución, el tiempo de tentación, y aún el tiempo de la muerte.
Y las últimas dos piezas que el soldado debe tomar, son el yelmo(casco) de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, dice el versículo 16.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Pablo dice, que la manera que un soldado debe tomar estas dos últimas piezas de la armadura, es primeramente orando cuando el enemigo ataca.
La oración, es la que mantiene al soldado de Jesucristo, firme, ante los ataques del enemigo, sí somos salvos, sí, tenemos al Espíritu de Dios, en nosotros, sí tenemos el conocimiento de la palabra de Dios, pero necesitamos practicar la oración, para que estos elementos de nuestra armadura, tengan un sentido en nuestra lucha, la oración debe estar presente.
El motivo que tenemos de acuerdo al versículo 13, es “Estar firmes”.
Hermanos, la lucha se hará larga y difícil, pero terminará el texto dice, “Habiendo acabado todo”, pero sólo tendremos la victoria, si al final de la lucha, “Estamos firmes”.
Recuerde, el diablo quiere engañarnos, quiere atraparnos con sus falsedades, defraudarnos con sus maquinaciones, quiere zarandearnos con desilusiones, quiere ahogarnos con cizañas, abofetear con heridas, quemar con dardos encendidos.
Solo nuestra permanencia en oración, nos dará la victoria.
La segunda instrucción que Pablo da, es que:
II. QUE OREMOS CON TODA ORACIÓN Y SUPLICA.
II. QUE OREMOS CON TODA ORACIÓN Y SUPLICA.
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Proseuchē (oración) se refiere a peticiones generales, mientras que deēsis (súplica) se refiere a las que son más específicas.
El uso de ambas palabras apunta a la idea de que hemos de involucrarnos en toda clase de oración que sea apropiada según la necesidad.
Con toda oración y súplica sugiere una oración de con intensidad y profundidad de su oración.
Con toda oración podría traducirse “mirando la oración como la fuente de poder”, y súplica, como una actitud de alguien que tiene el deseo de solucionar nuestra situación.
Una paráfrasis adecuada sería:
“Dependiendo constantemente de Dios, porque es la fuente de poder y puede solucionar cualquiera de los problemas que se presenten”
Conclusión:
Conclusión:
Hermanos, atendemos que las instrucciones que Dios nos da a través del apóstol Pablo, es que nuestra repuesta a las batallas que enfrentamos como creyentes, es ponernos la armadura de Dios, y esta se hace factible y efectiva, cuando:
A. Oramos, en todo tiempo.
B. Cuando oramos con toda oración y súplica.
Pongamos en práctica lo que Dios nos enseña, cada vez que vamos en oración al Señor, cada vez que enfrentamos un problema, una situación difícil, cuando llega el día malo.