Sermón del Monte 7

UNIDAD 7 --Dando al que Necesita/Mateo 6:1-4

“»¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo. Cuando le des a alguien que pasa necesidad, no hagas lo que hacen los hipócritas que tocan la trompeta en las sinagogas y en las calles para llamar la atención a sus actos de caridad. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que ésa. Pero tú, cuando le des a alguien que pasa necesidad, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha. Entrega tu ayuda en privado, y tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.” (Mateo 6:1–4, NTV)

__ En tu casa, creciste viviendo en una familia “religiosa” o no. En los estudios anteriores hemos visto como el Señor Jesús contrasta la justicia de los fariseos con la de sus seguidores en cuanto a carácter y prácticas éticas. En esta sección demuestra cómo esa justicia mayor se relaciona con 3 ejemplos específicos de la piedad judía común: dar al necesitado, oración y ayuno. En cada caso el Señor Jesús primero identifica la forma incorrecta de hacer esos actos y luego ofrece la manera correcta. Trata áreas específicas de prácticas religiosas en las que llama a una demostración de justicia mayor que la de los fariseos. “>> ¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo.” (Mateo 3.1 NTV) No hagan un espectáculo público de un acto de devoción religiosa. ACCIONES EN PÚBLICO: No hagan un espectáculo público de un acto de devoción religiosa. Se refiere a actos de justicia moral, no a todo acto público. Aunque hay varias sectas judías que enfatizan diferentes puntos de fe y práctica, todas las sectas observan las 3 marcas de justicia: dar al necesitado, oración y ayuno. El hecho que los discípulos de Jesús no ayunan, contrario a los fariseos y los discípulos de Juan el Bautista, fue un asunto de crítica de quienes no concebían una devoción religiosa que no estuviera marcado por el ayuno. PARA QUE LOS DEMÁS MIREN: En temas pasados vimos que una luz no se esconde y ahora nos dice que los demás no miren ¿por fin? Parece una contradicción. En ambas partes habla de hacer buenas obras “delante de los hombres” y dice “para que sean vistas por ellos”. ¿Porqué en un caso lo ordena y en otro lo prohíbe? ¿Se puede resolver esta contradicción? Tenemos una pista, el hecho de que Jesús está hablando en contra de pecados diferentes. Porque vio la cobardía de algunos fue que dijo “así alumbre su luz delante de los hombres”; y en la otra porque ve la vanidad humana fue que dijo que tengamos cuidado de practicar nuestra piedad delante de los hombres. ÉL conoce los corazones. Entonces debemos mostrar cuando somos tentados a escondernos y escondernos cuando somos tentados a mostrarnos. Las buenas obras tienen tiene que ser públicas para que la luz brille, nuestra devoción religiosa tiene que ser en secreto, no sea que nos jactemos. “Cuando le des a alguien que pasa necesidad, no hagas lo que hacen los hipócritas que tocan la trompeta en las sinagogas y en las calles para llamar la atención a sus actos de caridad. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que ésa.” (Mateo 6.2, NTV) RECOMPENSA: La recompensa del Padre es la plenitud de Su reino. Eso es algo que no se gana al hacer actos de justicia, al contrario, es un don que se da a todos los que reconocen su pobreza espiritual. Aquellos que hacen actos religiosos para querer impresionar a Dios y a otros, demuestra que aun no han reconocido su banca rota espiritual. Para ellos no hay ninguna promesa de parte de Dios. En contraste, la verdadera caridad, oración, ayuno es marca de una respuesta de gratitud que viene del corazón por causa de la Gracia, Misericordia de Dios, es a ellos que se le promete el Reino. Una de las tareas religiosas más importantes del 1er siglo era dar a los pobres. Jesús usa 2 imágenes para comunicar que esto no debe hacerse con el deseo de ser felicitado por otro o aun por uno mismo. No debe ser un asunto centrado en uno, sino un acto que sólo refleja la lealtad interna de uno para con Dios. HIPÓCRITAS: Parece que es una palabra favorita de Mateo, la usa 13 veces; en el tiempo de Jesús la palabra llevaba el sentido de alguien que es tan escrupuloso que se pierde en los detalles. Por ejemplo, la preocupación de los fariseos con los detalles de la tradición los cegaba al hecho que en realidad estaban violando la propia ley de Dios. El punto es que los fariseos no estaban siendo regañados por que estuvieran fingiendo o pretendiendo, sino porque no pueden ver el bosque (la intención de la ley de Dios) por la preocupación de los árboles (los detalles de su tradición). En este caso no era su falta de convicción el problema, porque ellos sinceramente creían que debían dar a los pobres, sino el hecho que querían que su cumplimiento detallado de las tradiciones fuera visto por los demás. TOCAN LA TROMPETA: En algunas épocas de fiesta se tocaban las trompetas para llamar a la gente a reunirse para la fiesta. Otras veces, como en tiempo de hambruna, tocaban una trompeta para que los pobres supieran donde ir a recibir alimentos donados por alguna persona rica. Sin embargo, tocar trompetas antes de dar ayuda ¡no era algo acostumbrado o regular! Jesús usa esa imagen metafórica como nosotros decimos “con bombo y platillo”, para acentuar la ostentación de cierta gente antes de dar su apoyo. Su interés no era glorificar a Dios, ni cuidar a los necesitados, sino asegurarse que otros supieran que estaban cumpliendo con su obligación religiosa __ ¿Cuál es la recompensa de dar hipócritamente y cuál la de dar en lo secreto? NO RECIBIRÁN OTRA RECOMPENSA: Un sentido de auto satisfacción y un honor temporal recibido de otros es la única recompensa que recibirán. No hay nada eterno o espiritual de todo lo que hacen. “Pero tú, cuando le des a alguien que pasa necesidad, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.” (Mateo 6.3, NTV) QUE NO SEPA TU MANO IZQUIERDA LO QUE HACE TU DERECHA: Es una forma medio chistosa de enfatizar el punto, o sea, que dar es un acto entre quién da y Dios. No se trata de si uno da en público o en privado, sino la actitud con que se da. El punto de la enseñanza no es eliminar el sistema de promesas que se usa como medio de financiar la iglesia para cubrir los gastos, tampoco invalida la importancia de que en una familia se hable sobre el presupuesto o prioridad de las ofrendas y diezmos. Lo que se rechaza es la motivación de dar con el deseo calculado de demostrar a otro o a uno mismo que uno es justo. Aunque el regalo es de utilidad para quien recibe, en esa circunstancia no tiene valor para quien lo dio. En contraste, la actitud adecuada para dar se ve en la historia de la viuda quien, sin pensar impresionar a otros, ni con pretensión de ganar alguna cosa de parte de Dios, dio todo lo que tenía para otros, de su propio corazón de amor y gratitud. “Mientras Jesús estaba en el templo, observó a los ricos que depositaban sus ofrendas en la caja de las ofrendas. Luego pasó una viuda pobre y echó dos monedas pequeñas. «Les digo la verdad —dijo Jesús—, esta viuda pobre ha dado más que todos los demás. Pues ellos dieron una mínima parte de lo que les sobraba, pero ella, con lo pobre que es, dio todo lo que tenía».” (Lucas 21:1–4, NTV). “Entrega tu ayuda en privado, y tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.” (Mateo 6.4, NTV). PRIVADO: Esto refuerza lo inconsciente de dar, del verso 3, sobre no dejar que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha. ¿Qué significa ayudar en privado? El lugar secreto o privado es el contraste de hacerlo de forma externa sólo para que lo vean los demás. Desde el principio hasta el fin el Sermón del Monte intenta distinguir entre lo central y lo periférico. El problema central que se tiene que confrontar no es el asesinato, sino el enojo en el alma; el problema crucial no es el adulterio y divorcio, sino la actitud codiciosa del corazón; y si esto es así, cuando los actos de caridad se hacen, el hecho más importante sobre ellos no es la expresión externa, sino el YO de dónde brota. ¿En dónde se originan los actos de caridad? Jesús nos dice que si es auténtico, tiene que originarse en lo privado, en ese lugar donde el Padre promete estar. SOBRE LAS RECOMPENSAS: Un falso concepto de humildad hace que algunos crean que es incorrecto pensar en ser recompensados por Dios. Quizá el problema es no ver la diferencia entre recompensa y ganancia. Uno no puede ganar la aceptación de Dios, haciendo buenas obras. La Salvación es un “don de Dios”. No es por obras (Efe 2.8-9). Las buenas obras cristianas deben ser una expresión de agradecimiento por lo que Dios ya ha hecho en Cristo; no es un pago para estar en SU presencia. Dios también expresa su aprecio a través de sus regalos de Amor, en la Escritura Dios promete recompensar o bendecir a quienes son fieles. C. S. Lewis reflexiona sobre la promesa de recompensa de parte de Jesús y da su perspectiva: “Si consideramos la promesa sin rubor de recompensa y la naturaleza abundante de las recompensas prometidas en los evangelios, parecería que nuestro Señor encuentra que nuestros deseos no son lo suficiente adecuados, sino débiles. Somos creaturas de medio corazón, jugando con adicciones y la ambición cuando se nos ofrece gozo y alegría infinitos. Como un niño ignorante que quiere hacer pasteles de lodo en un barrio bajo, porque no se puede imaginar que se le ha ofrecido toda una fiesta a la orilla del mar. Nos conformamos demasiado rápido. C. S. Lewis, el Peso de la Gloria. ¿Cuál es el reto que ves para ti en la lección de hoy? ¿dar de manera diferente o por razones diferentes? Con respecto a tu devoción y gratitud con Dios ¿eres una persona que da? o ¿eres una persona que recibe más de lo que da en tu relación con Dios? Oremos unos por los otros