El comandante del ejercito de Dios
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· 5,806 viewsJosué quien tenía la responsabilidad de dirigir al pueblo de Israel a la conquista de la tierra prometida, recibe la visita del ángel del ejército de Jehová para dirigirlo en esta operación.
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El comandante del ejercito de Dios
El comandante del ejercito de Dios
Josué 5:13–15 “13 Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? 14 El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? 15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.”
Introducción
Introducción
Después de cruzar el río Jordán, los israelitas acamparon al oriente de Jericó.
Se circuncidaron los varones que faltaban, renovaron así el pacto de Dios con Abraham con el cual se identificaban como hijos de la promesa. Para tomar posesión de la tierra prometida debían identificarse de esta manera.
Además de esto, celebraron la pascua que les hacía recordar como fueron liberados por Dios de la esclavitud de Egipto.
Con el cruce del río Jordán y con estas dos ceremonias, los israelitas estaban expulsando la vergüenza de Egipto. Josué 5:9 “Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.”
Gilgal significa rodar, aludiendo que la el oprobio o la vergüenza de Egipto salió rodando como una piedra. Josué 5:9 (NTV) “Luego el Señor le dijo a Josué: «Hoy he hecho que la vergüenza de su esclavitud en Egipto salga rodando como una piedra». Por eso, ese lugar se llama Gilgal hasta el día de hoy.”
Determinación
Determinación
Josué 5:13 “Estando Josué cerca de Jericó...”
Josué tomó muy enserio su papel de líder, en algún momento se apartó del campamento para estar a solas, quizá quería encontrar una estrategia para atacar Jericó, pues sus murallas era un gran reto.
Pero también posiblemente quería encontrar una respuesta de Dios y por lo tanto se aparto para entrar en comunión con Él.
Cada uno de nosotros hemos sido bendecidos con talentos y habilidades para ponerlas al servicio del Señor, debemos hacerlo con responsabilidad y seriedad para que tengamos el respaldo de Dios. Jeremías 48:10 “Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada.”
Manifestación
Manifestación
Josué 5:13 “...alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano...”
Estando ocupado en esta determinación, Josué fue interrumpido por la manifestación de un varón que tenía una espada desenvainada en su mano.
Cuando nosotros nos comprometemos con sinceridad a hacer la obra de Dios, indudablemente tendremos la visitación celestial. Dios se revelará a nosotros de alguna manera para mostrarnos su respaldo.
Josué 5:13 “...Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?”
Josué estaba tan inmerso en la misión, empapado del propósito de Dios que inmediatamente interroga al varón preguntando si estaba con él o contra él.
En el servicio a Dios existen solo dos clases de personas: los que edifican o destruyen, sirven o estorban, alaban a Dios o murmuran del Él. Mateo 12:30 “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.”
En el mundo espiritual hay solamente dos causas: Efesios 2:2 “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,” las potestades del aire que operan en los hijos de desobediencia.
Y los que están de la de la causa de nuestro Señor Jesucristo: 1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”
La revelación
La revelación
Josué 5:14 “El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora...”
Este personaje se revela ante Josué, no como un soldado, ni tampoco como un consejero, sino que toma el lugar de comandante del ejército de Jehová.
Con esto le daba a entender a Josué de que Él era su superior, quien venía a tomar el control de la misión.
Josué había llegado a encontrar una estrategia humana para tomar Jericó, pero se encontró con su comandante que le venía a decir que Él estaba a cargo de la situación y que lo único que esperaba de Josué y de Israel era OBEDIENCIA.
Jesús es la cabeza de la iglesia, no el siervo de la iglesia, las cosas en la obra de Dios no se harán como yo piense sino como Él diga, y su instrucción está escrita en la Biblia.
¿Le estamos dando al Señor el lugar que se merece en su iglesia? ¿Estamos siendo obedientes y sumisos a su Palabra?
Adoración
Adoración
Josué 5:14 “...Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró...”
Este personaje que se reveló a Josué fue el mismo Señor Jesucristo, quien aun no se había revelado a la humanidad como el Mesías salvador.
Lo podemos deducir porque recibió la adoración de Josué, algo que los ángeles no aceptan. Apocalipsis 19:10 “Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Cuando a alguien le ha sido abiertos los ojos para ver la gracia y el poder de Jesucristo, como sucedió con Josué, no presentará una falsa humildad, sino que caerá sobre su rostro y le adorará.
Esta actitud de adoración es vital para ser obedientes, pues comprendemos que no somos iguales a Dios como para debatir sus ordenes.
Petición
Petición
Josué 5:14 “...y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?”
Los que tienen un corazón humilde, también tendrán un oído abierto.
Josué no le presentó sus planes o estrategias al Señor, sino que se puso a sus órdenes.
Los grandes hombres de la Biblia recibieron la instrucción de Dios postrados sobre su rostro, Abraham, Moisés, Daniel, etc.
Cuando hemos sido humillados delante del Señor, podremos entonces oír lo que Dios el Señor hablará. Mateo 11:29 “...aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”
Conclusión
Conclusión
Sumisión
Josué 5:15 “Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.”
Para los antiguos, el quitarse el calzado demostraba reverencia, el sumo sacerdote ministraban descalzo en el lugar santísimo (Éxodo 3:5 “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.” )
Esta acción aplicada a nuestra cultura sería como quitarse el sombrero.
Pero más que la acción es más importante la intención, pues puede alguien ser forzado a quitarse la gorra o el sombrero pero si en su corazón hay soberbia y orgullo, de nada le sirve.
Aprendamos a conocer a Dios, pues mientras más le conozcamos, nos conduciremos con más prudencia y reverencia delante de Él. Si los serafines se cubre el rostro y los pies delante de su presencia, cuanto más nosotros.