Tentado, Pero Jamás Vencido

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Introducción

¿Las ha pasado que de pronto viven una experiencia y sienten como si ya la habían vivido anteriormente?
Sentimos como que ya lo habíamos vivido.
Este sentir le llaman “déja vu” que literalmente significa “ya visto”.
Es como si ya hubiéramos vivido el momento, visto la escena, escuchado cierto comentario, etc.
Esto es lo que debe suceder cuando leemos Marcos 1:12-13 - es algo que ya miramos en el la Biblia, pero de una manera un poco distinta.
Marcos, en este pasaje, presenta la historia de cuando el Señor Jesús fue tentado por Satanás en el desierto.
Marcos no nos da los detalles que presentan Mateo y Lucas.
Pero, aunque la narrativa es bastante corta, presenta este evento con claridad y con un detalle muy particular.
Hoy queremos considerar:
La secuencia de eventos
Aparece Satanás
El triunfo del Mesías

I. La secuencia de eventos

¿En que momento sucede la tentación?
Recordemos lo que acaba de suceder.
Jesús ha sido bautizado por Juan en las aguas del Jordán.
El Espíritu Santo se ha aparecido como en forma de paloma.
Los cielos se han abierto y se ha escuchado la voz del Padre reconociendo a su hijo amado y declarado que su hijo lo ha complacido.
Jesús se ha aparecido ante la multitud que ha venido a ser bautizada por Juan en el desierto.
Ha sido inaugurado el ministerio del mesías.
El mesías prometido ha iniciado su ministerio de predicación.
Su Padre celestial ha confirmado su identidad y ha mostrado que está con él.
Pero veamos lo que ahora sucede:
Marcos 1:12 NBLA
Enseguida el Espíritu lo impulsó* a ir al desierto.
El mismo Espíritu que había descendido sobre Jesús, es el mismo que ahora lo ha impulsado para ir al desierto.
Después que Jesús es bautizado y la voz divina confirma su identidad, después de la gloria del bautismo de Jesús, ahora el Espíritu lo lleva a uno de los lugares más solitarios sobre la tierra - el desierto.
El desierto era un lugar conocido para los hebreos.
Fue en el desierto que Israel estuvo peregrinando por 40 años buscando llegar a la tierra prometida.
Fue en el desierto donde el profeta Elías deseaba morir al verse perseguido por la reina Jezabel.
El desierto representaba para los hebreos un lugar de prueba, de gran dificultad, de una vida difícil.
Era un lugar de completa oscuridad por la noche.
Era un lugar donde se escondían los bandidos para robar a los viajeros.
Marcos lo describe de esta manera:
Marcos 1:13 NBLA
Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.
Era un lugar de fieras - hienas, chacales, leopardos, serpientes, etc.
Era un lugar de gran peligro.
Era un lugar de hambre, sed, y soledad.
Pues el Hijo del hombre, el mesías de Israel, ha ido de la gloria - al ser reconocido por su Padre celestial - para ahora encontrarse en un lugar de completa soledad y peligro.
Después de su presentación ante los hombres como el Hijo amado del Padre - inicia ahora su tentación en el desierto.
El Hijo de Dios ahora se encuentra entre las depredadores del desierto.
El Hijo de Dios se encuentra entre la soledad, el calor del día, el frío de la noche, y los peligros que lo rodean.
Muchos creyentes del pasado al mirar este pasaje han comentado como así suele ser la vida del creyente.
Es como cuando una persona conoce por primera vez el evangelio.
Esta persona acepta ser un seguidor de Jesús.
Se bautiza, en obediencia al mandamiento de Jesús.
Su corazón está lleno de alegría al saber que sus pecados han sido perdonados.
…pero, toda esta alegría de pronto se torna en ansiedad, en preocupación, en dificultad, han llegado las pruebas de la vida.
Es como si ha pasado de la gloria al desierto.
Es como si ha pasado del momento más maravilloso de su vida a la realidad de las pruebas, a la experiencia de la noche oscura.

II. Aparece Satanás

Pero, Jesús no estuvo solo en el desierto. La Biblia nos dice:
Marcos 1:13 NBLA
Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.
Al estar Jesús en el desierto, la Biblia nos dice que fue tentado por Satanás.
Este personaje vuelve a aparecer sobre la faz de la tierra.
Nosotros conocemos a este personaje como diablo, la serpiente antigua, el engañador, el padre de mentira, el inicuo, el ladrón.
Pero, este caso se le llama Satanás que significa “adversario”.
Adversario es alguien que se opone.
…es alguien que resiste a otro.
…es alguien que quiere destruir a su opositor.
Así que ha aparecido Satanás para hacer caer al Hijo de Dios.
Su misión de Satanás es tentar a Jesús de tal manera que pueda desviarlo de su misión.
Satanás intenta poner una trampa en el camino del Hijo de Dios para atraparlo y así frustrar el plan de Dios.
Satanás quiere derrotar el plan de Dios porque sabe que si el cordero perfecto peca contra Dios - entonces ya no puede ser nuestro salvador.
Él mismo necesitaría un salvador para que lo libre de sus propios pecados.
Marcos no describe las tres tentaciones que vivió Jesús de parte de Satanás.
Para verlas tenemos que a lo que escribe Mateo y Lucas.
El propósito de Marcos es que creamos que en efecto Jesús fue tentado no por su carne o por su naturaleza pecaminosa (pues no tenía una naturaleza pecaminosa).
Marcos quiere que veamos que en medio de tanta soledad, en medio de una situación tan oscura y desesperante, en medio del peligro rodeado de las fieras del desierto, las tentaciones fueron reales.
El mismo príncipe de este mundo estaba encargado de hacer caer al Mesías que recién iniciaba su misión.

III. El triunfo del Mesías

Amados hermanos, el Mesías no sería derrotado.
Marcos, con palabras muy breves pero claras / contundentes, nos dice:
Marcos 1:13 NBLA
Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.
Llegaron los ángeles a servir a Jesús.
La tentación había terminado.
Satanás, el adversario, el enemigo de Dios, el que anhela la destrucción de todo lo bueno, todo lo hermoso, todo lo puro, todo lo limpio, no pudo contra el Hijo nacido de la virgen, no pudo contra el Nazareno, no pudo contra el maestro de Galilea.
Los ángeles llegaron pues el Hijo del hombre resistió la tentación porque es Dios mismo y Dios no puede pecar. Dios es santo, puro, intachable.
Algunos nos podríamos preguntar, ¿por qué fue tentado Jesús? ¿Por qué permitió el Padre que su hijo fuera puesto a prueba?
La prueba no fue para que Dios viera si su hijo sería fiel a él.
La prueba fue para servir como un comprobante a toda la humanidad que Jesús realmente es quien dice ser: el salvador de la humanidad, el cordero (puro y santo) que quita el pecado del mundo, el siervo de Dios fiel que ha venido al mundo para salvar a los pecadores.
Esta prueba es la evidencia que Jesús fue tentado, en todo, pero permaneció sin pecado.

Conclusión

Pero al principio mencioné que esta escena ya la habíamos visto, ya la habíamos conocido - y no estoy hablando de la misma historia que narra Mateo o Lucas.
Usted tal vez ahora se pregunta, ¿dónde la hemos visto? ¿En que lugar de la Biblia hemos visto la tentación del hijo de Dios?
Bueno, recuerde que mencioné que hemos visto esta escena similar pero un poco distinta.
Esta escena la hemos visto en la tentación de Adán y Eva.
Recuerden que a Jesús se le llama en la Biblia el “último Adán.”
Adán y Eva fueron tentados por Satanás en el desierto. Es cierto que la serpiente primeramente vino a Eva y luego ella dio de comer a su esposo Adán.
¿Pero que fue lo que sucedió?
Adán y Eva le creyeron a la serpiente.
Ellos optaron por darle la espalda a Dios en lugar de permanecer fiel al mandamiento divino de no comer del árbol prohibido.
¿Se da cuenta hermano?
Ellos pecaron contra Dios.
No resistieron la prueba.
Estando en un paraíso, estando en la misma presencia de Dios, estando lleno de comodidad, de bendición, de gozo, de paz, de abundancia, un lugar de perfección.
Ellos pecaron contra Dios dentro de circunstancias ideales.
Le dieron la espalda a Dios en un paraíso.
Y aquí nos encontramos al Hijo de Dios en medio del desierto, rodeado de peligros y temores, rodeado de las fieras salvajes, siendo tentado por el enemigo de Dios, el adversario - ¿y lo vemos caer?
¿Lo vemos desmayar? No
¿Lo vemos caer ante la tentación? No
¿Lo vemos desconfiar en Dios y en su palabra?
Lo vemos confiar 100% en Dios, en su Padre que momentos antes ha dicho:
Marcos 1:11 NBLA
y vino una voz de los cielos, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido»
Y es aquí donde damos la gloria, la honra, la alabanza a Dios, por que Jesús es un salvador perfecto, es un salvador impecable, es el único salvador pues es el único que pudo resistir la prueba y la tentación.
Nosotros necesitamos esta clase de salvador.
Nosotros necesitamos esta clase de redentor.
Necesitamos alguien libre de pecado para poder morir por nuestros pecados y lavarnos de nuestra inmundicia, nuestra suciedad, y limpiarnos del fango de pecado que nos cubre.
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