¡SOMETERNOS A DIOS!

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Siempre hablamos de que nos debemos someter a Dios, a través de esta enseñanza veremos por qué debemos hacerlo, para qué y cómo. El sometimiento tiene unas implicaciones muy profundas. Que el Señor nos ayude a entender esto por medio de Su Espíritu Santo, y que en adelante que nos refiramos a Dios como creador, Rey, Señor y Redentor, entendamos, no solo el concepto bíblico, sino la reacción que debemos tener frente a cada afirmación.

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INTRODUCCIÓN

Buen día a todos, bienvenida a todos, por favor salúdense los unos y los otros.
Santiago 4:7 LBLA
7 Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.

I. ¿ POR QUÉ NOS SOMETEMOS?

1). Porque Él es nuestro Creador:

Colosenses 1:16–17 (LBLA)
16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; TODO ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.
Fuimos creador por medio de Cristo y para Él.

2). Porque Él es nuestro Señor:

Hechos de los Apóstoles 2:36 (LBLA)
36 Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
En el hebreo es “adonay” y en Griego “Kiryos”. Significa excelencia, dignidad, posesión de poder, autoridad, amo, dueño.
Filipenses 2:9–11 LBLA
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

3). Porque Él es nuestro Rey:

Lucas 1:32–33 LBLA
32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Es un jefe de estado, soberano, monarca, quien ordena y gobierna Su pueblo, dicta leyes, decretos y ordenanzas.

4). Porque Él es nuestro Redentor:

Marcos 10:45 LBLA
45 Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Cristo nos compró, nos liberó, salvó. Somos ahora de Su propiedad.

II. ¿PARA QUÉ NOS SOMETEMOS?

Ahora que hemos visto todo lo anterior, es necesario preguntarnos:

1). Para obedecerle:

Deuteronomio 26:16 LBLA
16 El Señor tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y ordenanzas. Cuidarás, pues, de cumplirlos con todo tu corazón y con toda tu alma.

2). Para Honrarlo como Rey, Señor y Dios:

1 Timoteo 1:17 LBLA
17 Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

3). Para glorificarlo

1 Corintios 10:31 LBLA
31 Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

III. ¿CÓMO NOS SOMETEMOS?

La manera en que nos sometemos a Dios es:

1). Conociendo Su carácter:

Por medio de Su Palabra,

2). Humillándonos bajo Su poderosa mano

Doblegar el orgullo

3). Mediante una relación personal:

Conocerlo íntimamente

I.V CONCLUSIONES

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