SON SOLAMENTE HOMBRES (Cambio Pastoral)

1 Corintios 1:10–13 NTV

10 Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito. 11 Pues algunos de la casa de Cloé me contaron de las peleas entre ustedes, mis amados hermanos. 12 Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a Apolos» o «Yo sigo a Pedro», o «Yo sigo únicamente a Cristo». 13 ¿Acaso Cristo está dividido en facciones? ¿Fui yo, Pablo, crucificado por ustedes? ¿Fue alguno de ustedes bautizado en el nombre de Pablo? ¡Por supuesto que no!

1 Corintios 3:1–9 NTV

1 Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en la vida cristiana. 2 Tuve que alimentarlos con leche, no con alimento sólido, porque no estaban preparados para algo más sustancioso. Y aún no están preparados, 3 porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa. Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo? 4 Cuando uno de ustedes dice: «Yo soy seguidor de Pablo» y otro dice: «Yo sigo a Apolos», ¿no actúan igual que la gente del mundo? 5 Después de todo, ¿quién es Apolos?, ¿quién es Pablo? Nosotros sólo somos siervos de Dios mediante los cuales ustedes creyeron la Buena Noticia. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor nos encargó. 6 Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer. 7 No importa quién planta o quién riega, lo importante es que Dios hace crecer la semilla. 8 El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo. 9 Pues ambos somos trabajadores de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.

INTRODUCCIÓN

Introducción. La primera carta a los corintios es llamada la “carta problema”, o bien la iglesia de Corinto ha sido conocida como “la Iglesia problemática”, pues en ella había desorden y excesos en el desarrollo de los dones espirituales, había adulterio y perversión dentro de la congregación, existían hermanos divorciándose y casándose a diestra y siniestra, y parejas conyugales en unión libre. Pero había otro problema el cual Pablo aborda en primera instancia, pues solucionando ese asunto lograría traer paz y estabilidad a la Iglesia con respecto a los otros asuntos. Y este problema eran las disensiones (Falta de aceptación de una situación, una decisión u opinión) que existían dentro de la congregación, las cuales podrían ocasionar una división muy marcada. 1612247 ref. 3377455000033

Como vemos, la problemática de Corinto parece un catálogo de problemas que experimentan las iglesias de hoy. Iglesias donde se reúnen grupos que dividen al liderazgo y por ende a la congregación, grupos que siguen ideales de ciertos lideres que consideran iluminados, olvidándose que estos líderes SON SOLAMENTE HOMBRES. Pablo exhorta a los corintios a que no den lugar a divisiones entre ellos, sino más bien se mantengan unidos en Cristo, pues ¡quien fue crucificado es Cristo, quien fue resucitado es Cristo! por eso con quien el creyente debe identificarse es con Cristo, no con el líder, no con el predicador o el pastor a quien ama. Los líderes que causan divisiones solo provocan a que el Nombre de Jesucristo sea menospreciado y pisoteado por los incrédulos.

Amados hermanos, como cristiano (me han tocado presenciar muchos cambios pastorales en los cuales se presentan sentimientos encontrados; donde se expresa el duelo por quien se va, y la alegría por quien llega; donde otros manifiestan la alegría porque un pastor se va, y otros el rechazo por el pastor que llega). Sin duda las emociones se presentan, y éstas pueden dividirnos. ¿Será posible que demos lugar a estas situaciones solo porque no estamos de acuerdo con unos o porque estamos a favor de otros? ¡SI SON (somos) SOLO HOMBRES nada más, como usted como y como yo! Tan humanos como cualquiera.

Tomemos el consejo del apóstol Pablo: mantengamos la unidad de la iglesia y considerémonos unos a otros como siervos de Jesucristo, pues...

I. QUIENES SON NIÑOS ESPIRITUALES CAUSAN DIVISIONES. Vv.1-4

1. Actúan como si fueran carnales.

a. En su egoísmo y no por el Espíritu de Dios: buscan sus propios intereses, pero no la voluntad del Señor.

b. Esta conducta no los distingue de aquellos que no conocen a Cristo.

c. Se alejan de la iglesia y del Señor justificando sus actos en su razonamiento carnal.

2. Actúan en un espíritu contencioso y partidario.

a. Creando Intrigas y chismes dentro del cuerpo de Cristo.

b. “yo soy de Pablo, yo soy de Apolos…”

3. Cambian a Cristo por los líderes a quienes siguen.

a. Pérdida de identidad: te identificas con el hombre, pero no con Cristo.

Estos creyentes sin discernimiento espiritual ven a la persona, pero no la obra de Dios a través de ellos. Le dan más valor al mensajero que al mensaje, pero ¡No importa quien sea el mensajero, lo verdaderamente importante es el mensaje que trae! Pero el hombre espiritual, puede ver y discernir la obra de Dios a través de las personas. El hombre espiritual reconoce que quienes nos ministran SON TAN SOLO HOMBRES, pero a quien servimos es a Cristo.

Por eso el consejo de Pablo: mantengamos la unidad de la iglesia y considerémonos unos a otros como siervos de Jesucristo, pues...

II. QUIENES NOS MINISTRAN SON TAN SOLO HOMBRES. Vv.5-6a.

1. Que están para servir.

a. A Dios y a los demás.

b. Ningún siervo de Dios jamás debe idolatrarse.

2. Que Dios usa para que el evangelio llegue a otros.

a. Los pastores no solo son ministros de una congregación, son ministros del evangelio.

b. Apolos, un excelente predicador; Pablo, un maestro de excelencia: Pero los dos, son servidores de Dios, usados para la edificación de la Iglesia. Pero al final, SOLO HOMBRES.

Sabemos que hay diferentes dones y ministerios, pero esto no es una causa para manifestar preferencias creando facciones en la iglesia, pues ¡Cristo no está dividido! El Señor manda a la Iglesia a evitar celos y riñas, a mantener el vínculo de unidad, el amor y la comunión. Los pastores, ustedes y yo, somos SOLO HOMBRES que Dios ha querido usar para su gloria; y todo lo que logremos, depende de Dios.

Por eso el consejo sigue siendo: mantengamos la unidad de la iglesia y considerémonos unos a otros como siervos de Jesucristo, pues...

III. QUIEN DA EL CRECIMIENTO ES EL SEÑOR. VV. 6b-9

1. Unos siembran y otros riegan.

a. No importa quien siembra o quien riega

b. Importa quién hace crecer la semilla.

2. Son solo hombres que trabajan para Dios.

a. Trabajan con diferentes capacidades, pero con el mismo propósito.

b. Cada uno recibirá su recompensa

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN

Conclusión: La iglesia guiada por líderes que proporcionan divisiones solo conduce al menosprecio de Cristo. Pero cuando la Iglesia reconoce que los que nos ministran SON TAN SOLO HOMBRES, entonces sabe que no le pertenece a Apolos o a Pablo, no le pertenece a quien sembró la semilla del evangelio en su vida, no le pertenece a quien haya regado y cultivado esa semilla para que creciera en la fe; esa Iglesia sabe que le pertenece a Aquel que pagó el precio por ella, que murió y resucitó por amor a ella, a Cristo Jesús nuestro Señor.

Amados hermanos, Dios quiere que seamos espirituales, que actuemos con madurez para que podamos ver lo que Dios hace a través de cada uno de sus siervos, reconociendo que ellos nos dirigen, pero todos como iglesia servimos es a Cristo; por lo que debemos mantener la unidad de la iglesia en el amor y la fe.