CONECTADOS -De qué manera es Dios nuestro refugio-Temporada #4 Episodio V
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El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia.
¿En qué piensas sobre la palabra "refugio"? Tal vez un imponente edificio con cerraduras en las puertas, tal vez una fortaleza de paredes gruesas, o tal vez algo tan simple como un toldo para mantenerte a salvo en una tormenta. Cualquiera que sea la imagen que se te ocurra, puedes estar de acuerdo en que un refugio es un lugar seguro. Cuando la Biblia describe a Dios como nuestro refugio, está diciendo que Dios es nuestro lugar seguro cuando necesitamos protección de algo.
Conocer a Dios como nuestro refugio nos permite confiar en Él con mayor libertad. No debemos temer a las situaciones o personas que amenazan nuestro bienestar, ya sea en un sentido físico o espiritual. No hay ninguna situación a la que nos enfrentemos que esté fuera del control de Dios, así que siempre el mejor lugar para estar es junto a Él.
Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!
Éstos confían en sus carros de guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos.
Así que el ángel me dijo: «Ésta es la palabra del Señor para Zorobabel: » “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.
Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.
Una pregunta que surge es " ¿cómo hago para que Dios sea mi refugio?" Es fácil imaginar un refugio físico que nos proteja de algún peligro, pero ¿cómo podemos hacer que Dios — a quien no podemos ver — sea nuestro refugio?
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.»
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas; en tu morada los resguardas de las lenguas contenciosas.
Encontré un lugar
Donde pude descansar
Estos pies que de extravío no dan más
Un rincón de paz
Que me da la bienvenida
Así venga lleno de barro y heridas
Encontré un refugio que no exige para entrar
Nada más que estar muriendo en el umbral
Un lugar llamado Gracia
Donde Cristo llena todo
ALABANZA
ALABANZA
Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.»
Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Selah
ORACIÓN
ORACIÓN
Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.
Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad.
Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
A ti, Señor, te pido ayuda; a ti te digo: «Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes.»
Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión, para que alabe yo tu nombre. Los justos se reunirán en torno mío por la bondad que me has mostrado.
PALABRA
PALABRA
Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia,
a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
TEMOR
TEMOR
El temor del Señor es un baluarte seguro que sirve de refugio a los hijos.
Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor;
»Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos.
Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.
HERMANOS
HERMANOS
La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra.
Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,
Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca.
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
ESPERANZA
ESPERANZA
Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?