RESPIRA 2

INTRODUCCIÓN.

Durante estas semanas estamos tratando la Ansiedad desde una perspectiva bíblica. La semana pasada vimos cómo realmente vivimos en un mundo ansioso. La pregunta que analizamos es ¿Dónde esta Dios cuando experimentamos Ansiedad?

Vimos el pasaje donde Jesús camina sobre el agua para ir a sus discípulos a tranquilizarlos, al punto de meterse en su barca y mostrarle que Él tiene todo bajo control.

Hoy vamos a respirar, así se llama la serie de mensajes RESPIRA. De eta forma, vamos a tratar sobre las relaciones en la familia y el impacto que pueden tener sobre cómo nos sentimos.

¿Cuál fue la última cosa por la que discutiste o estuviste en desacuerdo con alguien en casa?

En ocasiones las personas que más amamos pueden volverse intolerables o intransigente. De esta forma, las relaciones pueden ser intensas pero hay algo que no podemos evitar, les amamos y les necesitamos. Ejm. Un hijo que saca malas notas.

Lucas 5:1–11 RVA

1 Aconteció que, mientras las multitudes se agolpaban sobre él y escuchaban la palabra de Dios, Jesús estaba de pie junto al lago de Genesaret,2 y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes. 3 Al entrar él en una de las barcas, la cual pertenecía a Simón, pidió a éste que la apartase de tierra un poco. Luego se sentó y enseñaba a las multitudes desde la barca. 4 Cuando acabó de hablarles, dijo a Simón: —Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Simón le respondió y dijo: —Maestro, toda la noche hemos trabajado duro y no hemos pescado nada. Pero por tu palabra echaré la red. 6 Cuando lo hicieron, atraparon una gran cantidad de peces, y sus redes se rompían. 7 Hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de manera que se hundían. 8 Y Simón Pedro, al verlo, cayó de rodillas ante Jesús exclamando: —¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador! 9 Por la pesca que habían logrado, el temor se apoderó de Pedro y de todos los que estaban con él, 10 y de igual manera de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: —No temas; de aquí en adelante estarás pescando hombres. 11 Después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y le siguieron.

Al comienzo, vemos que a Jesús le va bien por su cuenta, el viaja, enseña, hace grandes milagros y las multitudes lo siguen.

La situación se pone tensa cuando Jesús le dice a Simón que introduzca la barca más adentro.

Simon tiene una sensación rara, porque no comprende, pero decide obedecer porque es algo que puede esta bajo su control. ¿Recuerdas lo que vivimos las dos primeras semanas de pandemia?

El v:4. La cosa si que se pone tensa para Simón cuando Jesús le da una orden de ir mar adentro. Pensemos por un momento ¿Qué oficio tiene Simón? Pescador. No es cualquier pescador.

Tres niveles de educación Hebrea: Nivel 1: Tora, Nivel 2: Salmos, Nivel 3: Profetas.

Si no se llegaba a superar los niveles o no era lo suficientemente cualificado, el niño hebreo volvía a su casa a seguir con el oficio de la familia.

Por lo tanto, Simón no es cualquier pescador que aprendió el oficio de la noche a la mañana, probablemente venía de una dinastía de pescadores.

Por otro lado, Jesús no era un pescador ¿Qué oficio tenía Jesús? Era un carpintero que se había convertido para muchos en rabino, un carpintero que ahora es rabino enseñando a pescar a alguien que lleva haciendolo toda la vida.

NO PODEMOS CONTROLARLO TODO.

De hecho me atrevería a decir que no controlamos nada. Y si atesoramos este principio, aprenderemos a viajar más ligero.

No puedes controlar a tus hijos, puedes influenciarles. Ejm: Algún día no estarás y tomarán sus decisiones.

No puedes pretender que tus Padres hagan lo que tú quieres, tienes que respetarlos. Ejm, hijos mayores que quieren administrar los bienes de sus padres.

En el matrimonio o noviazgo, no puedes controlar que tu cónyuge o pareja, se relacione con ciertas personas, puedes cultivar una relación de amor y confianza.

La barca de Simón comenzó a tambalear y enseguida se lleno de peces. Simón confió aunque no estaba seguro, dejo el control en manos de Jesús y ocurrió un milagro impresionante.

¿Qué tenemos que dejar en manos de Jesús?

La barca empieza a tambalear y Simón se pone nervioso al punto de dejarse llevar por sus pensamientos, hay un momento donde Pedro no esta pensando en la barca o en la seguridad de nadie.

Esta pensando en sus propios fracasos , se siente expuesto y se aleja de Jesús.

Lucas 5:8 RVA

8 Y Simón Pedro, al verlo, cayó de rodillas ante Jesús exclamando: —¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!

Simón esta ansioso, preocupado y quiere aislarse para seguir pensando en lo mal pescador que es. Muchas veces nos pasa igual.

Jesús le dice dos cosas que cambian el juego.

1. No tengas miedo.

2. De ahora en adelante, seras pescador de personas.

Jesús tranquiliza a Simón

Jesús reconecta a Simón.

Nos pasa igual, Simón y sus amigos estan pescando de la misma forma que lo hicieron toda la vida. El problema era que no habían conseguido nada.

Jesús no solo les da un consejo de pesca, sino que ahora los conecta con algo mayor, ser la su Iglesia y estar involucrados en la misión.

Jesús les llama a dejar de pescar de la manera tradicional, y no solo eso les da una nueva visión. No será lo que ocurre algo parecido. Estamos haciendo siempre lo mismo y no obtenemos nada.

De hecho en la Iglesia, deberíamos replantearnos eso, constantemente las cosas que hacemos, No solo dentro de estas cuatro paredes somos Iglesia, sino fuera también deberíamos serlo. No solo adoramos a Jesús con manos levantadas o cñanticos, sino allí fuera con nuestro testimonio de vida, ayudando a los necesitados.

Ejm: el chico drogado que le pagamos el pastel y como Allan nos pago el desayuno.

Fuimos diseñados para estar conectados, no para vivir aislados.

Conclusión.

Dios nos llama a estar conectados con las personas que el ha puesto a nuestro lado pero necesitamos:

Mirar hacia arriba: Dios tiene el control de todo y en nuestra relación con Él nos fortalecemos en medio de la ansiedad.

2. Mirar hacia dentro. Qué áreas de mi vida no permito que Dios tome el control.

3. Mirar alrededor: En un mundo ansioso, necesitas de personas que te ayuden a navegarlo.

Esta semana quiero desafiarte a conversar con alguien de tu familia.

Mira a tu alrededor y pregúntate:

¿Quién en mi familia parece manejar bien la presión o hace un buen trabajo para comunicarse y conectarse con los demás?

¿Qué podría aprender de esa persona?

Conversemos sobre qué estamos aprendiendo en estos tiempos. Tal vez, nos toque llevar la barca a la profundidad para encontrar los peces.