Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
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Introducción: qué gusto es estar aquí con ustedes y compartir juntos la meditación en la Palabra. Hoy hablaremos sobre el perdón que damos a otros. Algunos seguramente al ver el título de esta mañana diga: ¡Vaya! ya era hora, porque a muchos he perdonado y no lo han valorado, o tal vez más de alguno quiera esconder la cabeza y quisiera salirse, no, yo no puedo perdonar, pedir perdón a quien quieras, pero perdonar no. o tal vez alguien piense ¿perdonar? esa ya me la sé, pues hay que perdonar a todos no. El perdón es un tema serio, el perdón es un tema más espiritual y que nos hace examinar nuestras convicciones más que el acto en sí.
Oración: Padre esta mañana te agradecemos tu perdón, porque Cristo sufrió el pago de la deuda espiritual que teníamos contigo, es por su sangre preciosa que has perdonado nuestros pecados, no fue la ligereza o la muchas cosas que hemos hecho que ayudaron a que perdonaras nuestro mal, sino el valor de la persona y obra de Jesús, gracias por tu perdón inmerecido, por lo tanto llévanos a aguas tranquilas y verdes pastos esta mañana. en Cristo Jesús, amén.
Muy bien tres cosas principales debemos entender sobre este tema.
El problema en nuestro corazón
El poder para lograrlo
El camino para practicarlo
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Clive Staples Lewis, C. S. Lewis decía que para todos el perdón es fácil hasta que nos toca perdonar.
La biblia señala que Dios nos creo con la capacidad de relacionarnos con otros y a veces tenemos que esforzarnos con para ello y con el pecado esto nos ha hecho selectivos. Aun la misma ha sido creada para relacionarse entre sí, pero esto se requiere la gracia y el poder de Dios en nosotros.
Es interesante que muchas veces idealizamos el perdón para tener relaciones personales perfectas, pero necesitamos venir a la verdad del Evangelio para afrontar la realidad sobre el perdonar. Porque hay un problema.
1 El problema de nuestro corazón
1 El problema de nuestro corazón
Entendemos mal lo que es el perdón:
Nuestro pecado y condición caída hacen que pervirtamos el perdón.
Algunos entienden que el perdón es para que te sientas bien contigo mismo, para liberarte a ti mismo. Pero la verdad es que alguien tiene que pagar esa deuda, ese mal. Col. 2:13-14 13 Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos 14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz Nueva Biblia de las Américas. La Habra : The Lockman Foundation, 2005
Algunos entienden que el perdón es el paso para que la persona ofensora cambie: lo voy a perdonar para que cambie, pero nosotros no producimos cambios, nosotros no quitamos pecados. Col. 1.22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. Nueva Biblia de las Américas. La Habra : The Lockman Foundation, 2005
Otros entienden que el perdón es liberar a alguien pero como tratando con indiferencia la falta, decimos: ay ya para que me desgasto, para que no moleste. SI perdón en el original significa: dejar libre, de hecho es: tener gentileza, mostrar favor, pero su raíz proviene de la palabra gracia- y tiene que ver con otorgar por gracia: Jesús pagó el precio para que nos relacionáramos con Dios, ahí vemos viendo Cristo levantado sobre una cruz lacerado y desangrándose ¿se trató con indiferencia el pecado? NO, pero solo de esa manera fuimos libres, ahora ese precio por el mal ya fue pagado, por lo que el practicar el perdón es un acto de gracia, porque de gracia recibimos.
No es un sentimiento. pesamos que es algo que se siente, como si nosotros ya viniéramos programados para perdonar, pero no es verdad, no es que esté escondido ese sentimiento y como si solo necesitas sacarlo, remover las cosas que te estorban y entonces llegará el perdón. (Filósofo que la gente admira, Dalai Lama dijo: Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar.) No es un sentimiento para que estemos bien porque de hecho a veces no nos vamos a sentir así, es una acción de gracia.
A veces se piensa que el perdón es olvidar, y si no has olvidado entonces no has perdonado, pero eso es una manera en que nuestra religiosidad habla; el olvidar y sanar es un proceso en que la gracia y el amor de Dios llevarán por medio de su Espíritu por medio de su Palabra y su propia iglesia. Porque es lo que la iglesia es - no un lugar para señalar heridas como falta de fe.
Es una forma de atar o mantener bajo nuestro poder a la otra persona. Ahora ya no me puede hacer observaciones, ya no me puede pedir nada, ahora ya no puede negarse a nada, así de malos somos. Pero si así tratamos a los demás así seremos tratados.
La mirada en el lugar equivocado.
Es verdad que muchas veces no sabemos perdonar porque tenemos la vista en el lugar equivocado. Vemos ¿a quién tenemos que perdonar, qué tenemos qué perdonar? Ponemos la vista en el lugar equivocado.
Es interesante que en nuestra cultura en relación con el perdón; hay personas no creyentes que lo hacen más rápido y sin tantas distinciones como las que hacemos nosotros.
Algunos quieren verse piadosos resistiéndose al perdón de Dios, y quieren pagarle al hacer alguna penitencia o sufrir para “ser dignos de su perdón” pero quien puede retribuir una sangre preciosa, quien puede añadir algo mejor que Cristo siendo levantado en señal de Salvación y reconciliación. Jhon Piper llama la ética del deudor. Es decir tratamos de retribuir el favor inmerecido que hemos recibido. Todos los días nos levantamos en un sistema de obras, tienes que ganarte la comida, tienes que ganarte el puesto, tienes que ganarte el llamado de pastor, tienes que ganarte la carrera etc. Tenemos una lucha de poner nuestra mirada en las cosas de arriba, por eso al perdonar decimos: no tengo que perdonarte nada, como si estuvieras haciendo una buena acción, pero es una actitud religiosa y no cristiana.
Necesitamos ayuda, necesitamos la verdad que nos haga libres sobre estos problemas.
2 El poder para lograrlo
2 El poder para lograrlo
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y según la ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
El Evangelio es la raíz que produce el fruto de perdonar. Nuestro pasaje nos señala: De la manera que Cristo os perdonó. ¿cómo nos perdonó Cristo?
Hay una distinción necesaria que entender. Las implicaciones del Evangelio con lo que es el Evangelio. Muchas veces vamos primeramente a las implicaciones del Evangelio sin aplicar a nuestra vida lo que el Evangelio es.
El perdón no es una cosa más por hacer como cristianos, es un implicación del resultado de lo que es el Evangelio.
El Evangelio no nos enseña que seremos perdonados, sino porque somos perdonados en Cristo ahora podemos perdonar.
La implicación del evangelio nos ayuda a elegir el perdonar por encima de la venganza o la restitución. Esto proviene cuando estamos creyendo el Evangelio.
El Evangelio nos enseña que Jesús es el único que puede remover la culpa y el poder del pecado. Isaías 53.6 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” Este es el poder que necesitamos. Nosotros nos descarriamos, nos rebelamos, pero alguien cargó el pecado de todos nosotros sobre Jesús.
Nosotros no absolvemos pecados. No tenemos ese poder o autoridad, tenemos el poder del Evangelio que nos señala que esa falta y ese dolor fue puesto en Cristo, el ya cargo, el pagó ya por esa falla. Por eso se dice sin derramamiento de sangre no hay remisión. - no hay perdón- Hebreos 9.22 “Y según la ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón”.
El perdón de Cristo es la raíz de nuestro perdón, hay precio que pagar, pero el precio más grande que se tenía que pagar no es contra nosotros principalmente y esa deuda fue cancelada en la persona perfecta de Jesucristo y en su obra de amor en la cruz.
Ken Sande: “… el perdón puede se una actividad costosa. Cuando alguien peca, crea deuda y alguien debe pagarla… En su gran misericordia, Él envió a su Hijo para pagar esa deuda en la cruz para todos quienes confíen en Él. (Isaías.53.4-6;1 Pedro 2:24; Col. 1: 19-20) Pacificadores. Pág. 253.
El Espíritu de Dios no actúa u obra fuera de esta verdad. Se que hay dolor y heridas, pero veamos los pastos verdes en 1 Pedro 2:24 “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Me emociona ver que no dice: y por hacer muchas actividades en la iglesia serán sanados, no dice: y por su posición en la iglesia son sanados más rápido. Es en su Evangelio. ¿ves el poder?
Si no hemos confiado en el Evangelio como vamos a saber como Cristo nos perdonó.
Es importante ver que el Perdón que recibimos nos trajo reconciliación, y esto es lo que Ken Sande resalta en esta parte de su libro: vaya y reconcíliese.
Fuimos creados para tener relaciones personales y una relación con Dios. Pero el pecado trae quebranto, venganza y nos aprovechamos de esas relaciones personales.
¿En qué te basas para no perdonar? ¿quién debe pagar el dolor o quebranto que haz sufrido? ¿realmente sanaría tu corazón, te haría más santo, tener más fe si esa persona sufre o paga? Si es así, entonces hay algo más precioso que Cristo, la obra de Cristo no es suficiente para tu sanidad.
Pero creo que cuando nos sentimos así, es un llamado creer y confiar en Cristo como el único suficiente Salvador.
El ministerio de la reconciliación es algo fuera de nosotros, porque nos hace mirar más allá de la persona de confianza que nos traicionó, es ver más allá de las consecuencias y males que trajo, es ver hasta llegar a esa Cruz, donde Cristo murió y derramó su sangre inocente que fue aceptada por Dios, levantándolo de los muertos y sentándolo a Su Diestra.
Para restaurar este mundo roto y caído Dios envío a Cristo para reconciliarnos con él Col. 1.19-20 “por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”
Bueno está bien entiendo que necesito creer el Evangelio, ¿pero eso es todo?, El Evangelio no es un verdad abstracta, sino que nos introduce al camino o la forma de hacerlo.
3 El camino para practicarlo
3 El camino para practicarlo
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Nuestro pasaje nos dice: Así también háganlo ustedes. pero no sin antes darnos la manera. De la manera que Cristo nos perdonó.
Primero es poner nuestra fe en el lugar correcto. No ponemos nuestra fe en que la otra persona cambie, o fe en que entienda lo que hizo, nuestra fe es en Cristo, quien sustenta y transforma todas las cosas. RENUNCIAR A ACTITUDES Y EXPECTATIVAS IRREALISTAS. VER NUESTRA CONTRIBUCIÓN AL PROBLEMA
En segundo lugar entendemos que es un acto de gracia: Tratar generosamente, otorgar bendición- misericordia de, perdonar TUGGY, ALFRED E.: Lexico griego-español del Nuevo Testamento. Si es una ofensa que se puede pasar por alto. ¿porqué tengo odio? ¿porqué me recisto a mostrar gracia? ¿que me impide perdonar?
Es verdad la biblia habla de una condicional ideal: Arrepentimiento.
Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.
Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
b. Si es seria la ofensa y no puede pasarse por alto: Ken Sande nos habla de un perdón en dos etapas “actitud de perdona” y “otorgar el perdón”. Pero más bien me gusta pensar como Artur W. Pink que nos dice que es un deber cristiano: Lucas 6:27-28 “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.”
c. La actitud de Dios es que Él vino y nos reconcilió consigo. Él nos buscó y nos enseñó la gravedad de nuestra falta y nos dio su perdón, ahora nos está restaurando. Nosotros tenemos que ir a reconciliarnos con el HERMANO EN LA FE que nos ofendió- verdad dura. Oye, pero que pasa si no vive aquí, si ya no nos hablamos, si hay algo que impide o agrava el problema. - la biblia habló de nuestro deber cristiano: amar, hacer bien, bendecir y orar.
4. Decidir- hacer- extender el perdón. No es un acto solo de mera conciencia, sino es un acto espiritual, es en un entendimiento correcto en relación a las deudas, a las ofensas.
Mateo 6:12 , Mateo 6:14
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
a. Estos versos no son un chantaje para que perdonemos. Más bien son la verdad liberadora sobre nuestros propios corazones.
b. Por años Miroslav Volf luchaba con el odio y deseo de venganza contra las fuerzas soviéticas que destruyeron su país de Croacia. Dios le enseñó una importante lección acerca de perdonar a otros: “No debemos olvidar que hay un mal peor que el crimen original. Consiste en la perezosa y auto centrada mente, corazón y voluntad para reconocer la propia pecaminosidad, que nos lleva a no seguir la justicia por el inocente y no extender la gracia al culpable”.
c. Este es el problema mayor: el orgullo y egoísmo. Nuestro orgullo religioso haría esto: Se pararía y empezaría haber iglesia el buen pastor los perdono, o muy orgulloso de yo no le debo nada a nadie.
d. o puede que tengamos una actitud de: No pasa nada, ¿todos bien verdad? como es el misionero él no se equivoca, a él hay que pasar por alto la ofensa.
e. perdonar es un acto espiritual- no una práctica irracional o imposible
5. Por último no estás solo. Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo, reconocer nuestra identidad como hijos de Dios y el propósito de ser una comunidad de fe- no una fe en algo abstracto sino una fe en una persona perfecta que es Cristo Jesús. Dios te extenderá gracia y amor para que puedas perdonar, para que lo logres, nos ha dado una comunidad de gracia que es la iglesia, matrimonio, amistades, vecinos, compañeros de trabajo, jefes para practicar el evangelio.
¿has confiado en Cristo, cómo te habla eso de su perdón?¿hay alguna persona que tienes que perdonar? ¿hay alguna acción que has exagerado solo para mantener distancia u odio con esa persona? ¿has realizado tu deber cristiano por tus enemigos? ¿Cuál es tu actitud hacia tu propio pecado- imperdonable, inconfesable?OREMOS.