Certeza de redención
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Introducción
Introducción
Cita bíblica: 1 Juan 2:3-6 “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
I. La prueba especificada v3
I. La prueba especificada v3
Esta es otra serie de pruebas que presentan la certeza de la redención. La primera prueba es bien especificada. Nuevamente Juan en muy intencional y directo al decir que todos los que conocen verdaderamente a Cristo guardan sus mandamientos. Analicemos estas afirmaciones.
Evidencia por fuente externa
“Y en esto sabemos” La evidencia externa es el hecho de que “sabemos, todos, que hemos sido salvados”. La salvación siempre será algo visible ante los demás. Nadie puede ser salvado y mantener oculta su salvación. Siempre el Espíritu hará producir el fruto. Cuando Juan dice “sabemos” expresa que sabemos que somos salvados porque hay una experiencia personal con el salvado. Esta experiencia es continua, esto es percibir la salvación de alguien de manera continua por la vida experimentada.
Evidencia por demostración interna
“que nosotros le conocemos” esta afirmación explica una clase de conocimiento muy diferente a conocer algo de manera teórica, sino que por el verbo usado en Perfecto esto implica que se trata de una acción pasada que tiene resultados continuos en el presente. Es como si Juan estuviese diciendo “Que nosotros le conocemos desde el primer momento y hasta ahora”.
En todo esto, lo que Juan menciona es que la obediencia externa proporciona evidencia de si se ha producido o no una realidad interna y transformadora, que viene al conocer a Jesucristo en la salvación. La obediencia no brinda ni asegura la salvación, pero sirve de evidencia de la misma. No es la base, sino el fruto. Bob Utley
“Guardar sus mandamientos” Es aquello que implica una obediencia activa y vigilante. Esto significa la vida eterna (Jn 17:3).
II. La prueba aplicada v4
II. La prueba aplicada v4
Observamos en el contexto de Juan que uno de los problemas subyacentes era el procurar una vida de salvación sin moralidad. Es decir, se puede vivir salvo sin necesidad de vivir moralmente bien.
Aplicando la prueba de forma negativa
Esta era una gran falsedad de ese contexto. Juan va en contra de eso aplicando la prueba. Todo el que crea que se puede ser salvo sin una vida moral correcta y direccionada por la Palabra, es un mentiroso.
Dado que mentir es un universal, por lo general no hay dificultad para obtener un término satisfactorio para 'mentiroso', aunque con frecuencia el equivalente es una expresión idiomática, por ejemplo, 'hablar demasiado', 'hablar en dos lenguas' o 'decir lo que no son los pensamientos de uno.' (Jn 8:44)
Es una extraña criatura aquel que dice conocer a Dios pero con los hechos lo niegan (Tito 1:15-16). Dios no puede ser burlado, él sabe quiénes son los suyos (Gá 6:7) Debemos recordar siempre que la fe sin obras es muerta (Stg. 2:17)
Aplicando la prueba de forma positiva
La forma positiva de aplicar la prueba es cuando el sujeto verdaderamente cumple y pasa la prueba. Nótese que el verso 5 no comienza diciendo: “Pero el que dice yo le conozco y guarda”, sino que pasa directo a “el que guarda”, es como si fuera bien intencional con la humildad del que verdaderamente obedece, que no será capaz de jactarse diciendo “yo le conozco”, sino que su vida será el argumento y la certeza de su salvación. Todo el que ama a Dios guarda (obedece) su palabra (Jn 14:23; Col 3:16).
Es en este sujeto que el amor de Dios ha sido perfeccionado, no como algo que ha terminado, sino como algo que continuamente se va perfeccionando. También puede traducirse como “hacer auténtico”.
Esta es la evidencia clara de que sabemos que estamos en él.
III. La prueba ejemplificada
III. La prueba ejemplificada
Permanecer en él es otra de las evidencias de una certeza de redención. Juan 15:4-5 expresa muy claramente nuestra unión con él como motivo único de nuestra existencia. Todo aquel que diga permanecer en Cristo, es decir, “Ser en Cristo” debe andar como él anduvo y la vida de Cristo fue en completa obediencia al Padre (Jn 6:38; 8:29; 10:17-18; 14:31)
Conclusión
Conclusión
“Ser cristiano consiste en esencia de una relación personal con Dios en Cristo, conociéndolo, amándolo y permaneciendo en él, así como el pámpano permanece en la vid.” (John Stott)
La clave de la verdadera seguridad de salvación radica en conocerlo, amarlo y permanecer en él, tal como Juan 17:3