Jesús y el Divorcio

Introducción:

¿Qué es el repudio?

Deuteronomio 24:1 RVR60

1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.

El único requisito para poder volver a casarse de manera legal era tener esa carta de repudio.

Los fariseos mal interpretaron este pasaje ya que el punto de esta ley no es promover el divorcio, sino enseñar que el que se divorcia vive en adulterio.

¿Dios respalda el divorcio?

El único impedimento o lo que veían mal era divorciarse sin tener el documento de repudio.

Malaquías 2:14–16 RVR60

14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. 15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. 16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.

Mateo 19:3–9 RVR60

3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 4 Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? 8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

¿Hay excepciones para el divorcio?

Dios nunca quiso que hubiera divorcio, su deseo es que los matrimonio sean hasta que la muerte los separe, pero por causa de pecado y del corazón perverso del hombre fue que se permitió, pero solo por una razón.

Mateo 19:9 RVR60

9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

Jesús deja en claro que Dios todavía aborrece el divorcio y que su ideal aún es el matrimonio monógamo y de por vida.

Debido a que Jesús menciona específicamente que el divorcio es permisible por causa de adulterio (Mt. 5:32; 19:9), y a que también específicamente dice que no vino a contradecir o anular la parte más pequeña de la ley (5:18-19), parece evidente que en algún momento durante la historia de Israel el divorcio se permitió para que tomara el lugar de la ejecución como castigo legítimo por el adulterio. Ningún pasaje del Antiguo Testamento autoriza de modo específico el divorcio, pero eso no significa que Dios no diera revelación específica al respecto. Basado en su propia identificación y regulación del divorcio, y en su divorcio divino de Israel y Judá (Jer. 3:8), podemos suponer que las instrucciones divinas para el divorcio se habían dado de modo oral o por revelación escrita no preservada en las Escrituras. Dios se divorció de Israel y Judá por adulterio espiritual en lugar de darles muerte. También José, un hombre justo, estaba preparado para divorciarse de María en lugar de apedrearla por el supuesto adulterio de ella (Mt. 1:19).

¿Por qué Dios permitió el divorcio para reemplazar la pena de muerte? La respuesta podría haber sido que Israel se había sumergido de modo tan completo en la inmoralidad, que no había quedado suficiente voluntad de justicia en el pueblo para llevar a cabo las ejecuciones por ese delito. Finalmente, Dios en su misericordia eligió no aplicar la pena de muerte. Eso es coherente con la naturaleza divina revelada en Jesús, quien retó a los fariseos que estaban a punto de apedrear a una mujer por adulterio y luego la perdonó (Jn. 8:7). Aparte de la pena de muerte, el divorcio se convirtió en la alternativa divina, tolerado solo debido a la dureza del corazón humano, tal como Jesús declara en Mateo 19:8.

Pero como una concesión al pecado y una provisión de gracia para aquellos que son inocentes de profanar el matrimonio, Él permite el divorcio por el motivo único de fornicación.