¿OBRAS O FE?
Santiago • Sermon • Submitted
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· 956 viewsAsí como el cuerpo esta muerto sin el espíritu. así la fe sin obras esta muerta.
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Santiago 2:14–20 (RVR60)
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Predicador ingles del siglo XVII Thomas Brooks escribió “Cristo lo ha librado de todos sus enemigos, de la maldición de la ley, el predominante y maldito poder del pecado, de la ira de Dios, del aguijón de la muerte y de los tormentos del infierno; pero ¿cuál es el fin y el propósito de Cristo al hacer estas cosas grandes y maravillosas a favor de su pueblo? No es que deban renunciar a la obligación de rectitud, sino que su corazón pueda ser más libre y dulce en todas las santas obligaciones y servicios celestiales” ¡Oh almas! No conozco otros argumentos para llevarlas a un entusiasta y constante cumplimiento de todos lo servicios celestiales, como los que se derivan de la consideración de las grandes y gloriosas cosas que Cristo a hecho por ustedes.
Lo que hacemos demuestra lo que somos en realidad.
(Usted puede decir que es puntual, pero si llega siempre tarde a todas sus citas, aun por unos minutos, usted esta diciendo en realidad que es una persona impuntual).
Podemos con nuestras declaraciones decir que somos cristianos (y es algo que hoy todo mundo lo dice), pero nuestras acción posiblemente estén revelando todo lo contrario.
Es la forma en la que vivimos a diario, (no cuando estamos en la iglesia, no cuando nos miran los hermanos, no cuando el pastor nos visita en casa), es la que prueba quienes somos o quien no somos a los ojo de Dios. (Un Dios del cual nadie se puede esconder)
Porque la vida Cristiana va más allá de solamente oir, asentir con la cabeza, y aceptar de manera intelectual la verdad que se encuentra en la Palabra de Dios, sino que también implica el hacerla.
Y ese es el examen al que Santiago sometió a los lectores de su carta, y nos somete a nosotros también. Es la prueba para ver cual es el estado real que guarda nuestra fe
Antes de comenzar la exhortación, Santiago una vez más deja más que claro que cada uno de los exámenes a los que nos somete no tienen la intención mas que de llevarnos a las verdades de las Escrituras, por lo que de nuevo usa la frase pastoral Hermanos míos,
I. VANA CONFESION
I. VANA CONFESION
Santiago 2:14 (RVR60)
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Debemos notar algo con detenimiento, Santiago no esta hablando de alguien que tiene fe, sino de alguien (expresa su propia opinión) que dice que tienen fe.
¿Acaso alguien puede decir tener fe, sin tenerla realmente?, Santiago nos dice que efectivamente esto es posible.
Y es que al igual que pasaba en la iglesia del Siglo I, hoy en día, existen personas que aceptan la Existencia de Dios, muchos reconocen que la Biblia es la Palabra de Dios, incluso aceptan doctrinas fundamentales como la muerte, resurrección y ascensión del Señor Jesucristo, pero cuando vamos al terreno de las acciones, es ahí donde se revela la verdad.
Mateo 7:16–18 (NTV)
16 Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? 17 Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos. 18 Un buen árbol no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos.
Santiago esta dejando algo en claro, “hay gente dentro de la iglesia que dice que tienen fe salvadora, pero en realidad no la tiene”.
Porque cuando alguien afirma tener fe en Cristo, su vida lo debe reflejar. La fe verdadera transforma nuestros pensamientos y nuestra conducta
Si nuestra vida permanece igual después de confesar que creemos en Cristo, en realidad no creemos lo que afirmamos creer.
El asunto aqui no es el tema de su ortodoxia (aceptación) teológica de su fe, sino que esta, no tienen obras.
Obras = expresión práctica. Bajo el contexto del pasaje; se refiere a una conducta recta, de acuerdo con los parámetros de la Palabra de Dios, en concordancia con lo que a Dios agrada.
En la carta Santiago ya nos ha deja algunas de ellas como ejemplo: la paciencia (1.3), el soportar las tentaciones (1:12), el rechazo de la maldad (1:21), la obediencia (1:22-23), la compasión por necesitados (1:27), la imparcialidad (2:1-9).
La verdadera fe se manifiesta, no es lo que se dice, sino en lo que se hace. No es posible afirmar lo que nadie a podido ver.
Tu puedes decir que tuviste una experiencia personal con Cristo, pero si en tu acciones, los demás no se puede ver de forma visible esa realidad, es muy posible que te estes engañando a ti mismo.
¿Podrá la fe Salvarle? NVI ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? NTV ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?
¿Es acaso que Santiago esta enseñándonos que la Salvación viene por medio de las obras?. De ninguna manera.
Examinando toda la Escritura encontramos que la Salvación no depende de nuestros actos, sino que es una obra de Gracia otorgada por Dios por medio de la fe.
Gn 15:6 (NTV) Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe.
Hab 2:4 (RVA) He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá.
He 11:7 (NTV) Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.
Pablo sin duda alguna es el expositor más prolífico en las Escrituras en cuanto a la explicación de que la Salvación es unicamente por gracia de Dios obrando por la fe del hombre.
Efesios 2:8–9 (NTV)
2 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9 La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
La fe que salva al pecador de la condenación eterna, de la ira de Dios y del pecado, no tiene nada que ver con esfuerzos, acciones o logros humanos. Es más ninguno puede presumir que fue el quien se acerco a Dios para que este lo salvara.
Ninguna obra que el hombre haga puede completar el sacrificio y obra perfecta del Señor Jesucristo, de lo contrario esta no sería suficiente.
Entonces , ¿Santiago y Pablo estan enseñando cosas distintas?. De ninguna manera.
Santiago esta en línea con el pensamiento de Pablo respecto a la Salvación como una acción divina completamente
Santiago 1:17–18 (NTV)
17 Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento. 18 Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.
Pablo al igual que Santiago llegan a la misma conclusión tanto en la Salvación por fe como en la evidencia de esta salvación por medio de las obras.
Efesios 2:10 (NTV)
10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.
Es entonces que en la salvación, Dios nos dota de una nueva naturaleza, cuando Él nos genera, también nos da nuevos anhelos, deseos, una vida nueva.
Por lo tanto esa vida nueva, tienen que manifestarse en un obrar distinto. No es por la obras que el creyente hace para alcanzar la salvación (no me pongo, me quitó, hago, no hago, etc.), sino es por la obra de la salvación que el creyente tiene una conducta distinta.
Cuando Pablo predicó en evangelio en Efeso, muchos de los que le escucharon y creyeron verdaderamente, cambiaron sus vidas, incluso traían sus libros de magia y los quemaron y era un buen dinero.
La fe produce obras que ponen de manifiesto la realidad de esa fe.
Santiago no esta diciendo que las obras sean necesarias para nuestra salvación, pero si son una evidencia clara de la misma.
Si somos salvos verdaderamente, entonces estamos capacitados para andar en buenas obras como el arrepentimiento, la sumisión, la obediencia y el amor a Dios.
Pero también estamos capacitado para hacer buenas obras con los demás creyentes. Nos capacita para imitar la conducta de Cristo en nuestro diario vivir.
II. FALSA COMPASIÓN
II. FALSA COMPASIÓN
Santiago 2:15–17 (RVR60)
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Cuando la fe esta muerta, no solo tienen una confesión vana, sin que también es carente de verdadera compasión.
Santiago pone un caso totalmente práctico dentro del seno de la Iglesia. Un hermano o hermana llegan con gran necesidad.
Desnudo = no significa que no tuviera ropa, sino más bien que sus ropas estaban verdaderamente deterioradas y que por lo tanto no eran capaces de cubrirles en sus necesidades.
Tienen necesidad del mantenimiento de cada día = no indica que estan en estado de inanición; pero si nos habla de una cantidad insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.
El problema no eran los hermanos que tenían necesidad, sino la manera que algunos tenían de hacer frente a esa necesidad.
Algunos miembros de la iglesia aún que decían que tenían fe, estaban muy lejos de mostrarla de forma práctica.
Id en paz, calentaos y saciaos, es el equivalente a una frase de despedida al término de la asamblea. Es como si le dijera, “Dios te bendiga hermano”, “que el Señor te cuide”, pero sin ninguna acción en concreto.
Hermanos, este tipo de declaraciones son despiadadas y también son necias, porque lo único que reflejan es la falta de interes por los demás.
Esta frase sale desde la perspectiva de alguien que no tienen necesidad, pero también desde la de alguien que no tienen la intención de ver afectados ninguno de sus intereses.
1 Juan 3:17 (NVI)
17 Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
Esta clase de actitud, no era nueva dentro de la iglesia primitiva, ya se manifestaba entre los hermanos y por desgracia 21 siglos después sigue pasando. Una falta de compasión por las necesidades de otros.
Es cierto que hay hombres / mujeres que se han metido dentro de las iglesias y han abusado del buen corazón de algunos al grado de sacar provecho para vivir de manera fácil a costa de los hermanos.
Pero el abuso de una verdad, no anula la existencia de esa verdad. Algunos se han vuelto duros, inmisericordes ante la necesidad de otros hermanos, pero este no es es plan de Dios para la iglesia ni para los cristianos.
Este tipo de declaraciones no tienen ninguna clase de provecho, de nada aprovechan. Ni le aprovechan a que las dice, porque sus palabras resultan vacías, su fe esta carente de todo sustento práctico; y para el que las recibe, simplemente no satisfacen ninguna de sus necesidades elementales.
Unas palabras compasivas y de preocupación que no van respaldadas por acciones concretas, son el reflejo de una fe que no esta vida.
Se cuenta de una reina Europea que hace siglos dejo a su cochero fuera durante el invierno, mientras ella asistía al teatro. El drama fue tan conmovedor; que la reina sollozo durante toda la puesta en escena. Pero cuando salió y regreso al coche y descubrió al cochero muerto de frío ¡No derramo ni una lagrima!. Se conmovió con una historia ficticia, pero ante una historia real en la cual ella estaba implicada y de la cual era responsable; ella, permaneció inconmovible
Algunos el día de hoy estamos en la misma situación de la reina, Nos conmueven los programas, las películas, las canciones, incluso hasta los animales; pero la situación de nuestro vecino, o de un conocido que la esta pasando difícil ni nos preocupa.
Las palabras no sirven para aliviar una necesidad real. Si usted puede ayudar a otros, como creyentes ese es nuestro deber.
La iglesia se ha olvida que la proclamación del evangelio va acompañada de asistencia y ayuda a la sociedad.
Hechos de los Apóstoles 4:32–35 (RVR60)
32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
Cuando los cristianos de Jerusalén comenzaron a pasar necesidades a causa de la persecución a causa de su fe, los miembros de la iglesia que estaban en posibilidades de ayudarles, no cerraron su mano.
No solo la predicación de los apóstoles estaba llena del poder de Dios, sino que las vidas de toda la comunidad de creyentes respaldaban esa predicación con acciones práctica y concretas que demostraban que su fe estaba viva.
Las necesidades de los hermano en la iglesia era cubiertas por los mismos miembros de la iglesia, porque habían entendido, que la fe sin obras, es muerta en si misma.
No obtenemos la salvación servir y obedecer a Dios, pero el hacerlo demuestra que nuestro compromiso con Dios es genuino: nuestras acciones de amor y servicio no reemplazan nuestra fe, sino que son pruebas de nuestra fe en Cristo.
III. CONVICCIÓN SUPERFICIAL
III. CONVICCIÓN SUPERFICIAL
Santiago 2:18 (RVR60)
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Cuando la fe está muerta, una práctica muy común es intentar presentar objeciones.
La naturaleza del ser humano siempre tiende a buscar la forma de excusarse, de tal forma que Santiago se anticipa a alguna posible objeción a su argumento de la realidad de que la fe y las obras no estan separadas.
Hay quienes estan en la postura de pensar “Si la salvación es un asunto que tiene que ver con el solo creer”, ¿Cuál es la necesidad de hacer algo más? ¿No solo basta con ello? ¿Para que las obras? (asentamiento intelectual)
Por otro lado estan aquellos que pueden insistir que a causa de sus obras es que han alcanzado la salvación aunque no tengan fe (Testigos de Jehová).
El problema de estos dos argumentos es el mismo, La fe verdadera y las obras no pueden separarse, porque las obras son la evidencia práctica de esa fe.
Santiago 2:18 (TLA)
18 A los que dicen que son fieles a Dios, pero no hacen lo bueno, yo les podría decir: «Tú dices que eres fiel a Dios, y yo hago lo que es bueno. Demuéstrame que es posible ser fiel a Dios sin tener que hacer lo bueno, y yo te demostraré que soy fiel a Dios por medio del bien que hago.
Una fe que esta viva, no es aquella que solo esta llena de asentamientos verbales, sino aquella que produce buenos frutos.
Muestra fe debe dar evidencia palpable del Dios en el cual decimos que estamos creyendo.
Gálatas 5:6 (DHH)
6 Porque gracias a Cristo Jesús, ya no cuenta para nada estar o no circuncidados. Lo que cuenta es la fe, una fe activa por medio del amor.
Una vez más podemos ver como la enseñanza de Pablo y Santiago, son la misma. Una fe activa es aquella se se ve reflejada en acciones concretas que tienen que ver con el bien de otros.
En cada una de ellas, la belleza del evangelio puede ser admirada; porque reflejan la compasión de Cristo por otros.
Santiago 2:19 (RVR60)
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Entre los judíos el fundamento su fe era este “Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno Es” Dt 6:4. Pero aunque esta era una verdad conocida por todos los judíos; esta implicación no estaba relacionada del todo con su acciones, no pasaba de ser solamente una fe que nacía del intelecto.
La doctrina ortodoxa, no es garantía de salvación alguna. ¿Es acaso que no importan la doctrina? De ninguna forma, pero lo que Santiago quiere que veamos es que no se trata de ser oidor sino un hacedor (quien la pone en práctica en su vida).
Los Judíos tenían la doctrina Correcta de Dt 6:4, pero les fallaba en obedecer Dt 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Es decir podemos tener la doctrina correcta, incluso creer en la doctrina correcta (como los Judíos), pero que solamente es superficial, tal como los demonios la tienen.
A muchos les sorprende el hecho que los demonios tengan fe. ¿Qué creen los demonios? Primero, ellos creen en la existencia de Dios; no son ateos ni tampoco agnósticos. También creen en la Deidad de Cristo. Siempre que se encontraron con Cristo, cuando Él vivía en la tierra, testificaron de que Él era el Hijo de Dios. (Mr.3:11-12). Creen en la existencia de un lugar de tormento (Lc 8:31); y ellos reconocen que Jesucristo es el Juez (Mr 5:1-13). Se someten al poder de la Palabra. Sin embargo todo ese conocimiento por muy significativo divino y eterno que sea no puede Salvarlos. Conocen la verdad de Dios, de Cristo y del Espiritu, pero odian la verdad y aborrecen a Dios.
Los demonios saben tienen tanto conocimiento que por eso creen y tiemblan, pues saben cual es su destino. Pero creer y templar no son experiencias que salvan.
Es posible que la persona sea iluminada mentalmente y que este conmovida en el corazón, y todavía estar eternamente perdida. La simple aceptación de la verdad no conduce a una persona a Dios y a la verdad.
La fe verdadera implica algo mas, algo que se puede ver y reconocer: una vida cambiada.
Santiago 2:20 (RVR60)
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
De tal forma, Santiago quiere examinemos cual es la realidad de nuestra fe, en donde estamos realmente, si nuestra fe en realidad esta viva o esta muerta.
Santiago 2:20 (DHH)
20 No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil.
La Escritura nos deja ver claramente que es una tontería pretender separar la fe verdadera, de las obras. La una no puede estar separada de la otra.
Una persona puede decir que tienen fe salvadora en Cristo Jesús, pero si sus obras no van en consonancia con sus palabras (Piedad, sujeción, devoción, santidad, amor a otros, etc.), se estan engañando a si mismo y su fe es inútil, esta muerta.
