CUANDO LOS ARROYOS SE SECAN

ELÍAS ORACIÓN  •  Sermon  •  Submitted
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A veces, es fácil obedecer y esperar a Dios cuando las cosas son razonables, pero cuando se nos pide hacer algo contra nuestras tradiciones, nos vemos encarados con un gran signo de interrogación. ¿Por qué mejor no mandarlo a otro lugar donde no hubiera sequía? ¿Por qué tenía que sufrir las mismas incomodidades que los que no amaban a Dios? Si él era el profeta de Dios, quien se consideraba ser el único siervo del Dios verdadero. Pero aún así, su arroyo se secó ¿Qué hacer cuando los arroyos se secan? Hermano, los momentos difíciles te llevaran a conocer más de Dios, a entender que Dios es real, a entender que él está a tu lado y que nunca te dejara. Los hombres y mujeres de Dios cuando el arroyo se seca están dispuestos a seguir adelante y se mantienen obedientes en medio de las pruebas.

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1º Reyes 17:1–7 RVR60
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: 3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. 7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.

INTRODUCCIÓN

Introducción. La historia nos enseña que Elías no llegó en el mejor momento histórico del pueblo de Israel; Elías llega en un tiempo en que el Pueblo se había apartado de Dios, y el el rey Acab y la reina Jezabel estaban introduciendo falsas enseñanzas, y celebraciones paganas en Israel, levantando altares a Baal y a Astarté. En medio de ese panorama aparece Elías como un hombre que a pesar de que los vientos fueran contrarios él vivía para Dios. Vemos en este pasaje a un hombre que fue tomado por Dios para ser perfeccionado en la fe, que, aunque su vida y ministerio no fue fácil, él aprendió a descansar en el Señor. Elías apareció repentinamente y desapareció repentinamente, su huida para esconderse en el arroyo de Querit no era porque temía a Acab o porque dudara que Dios podía protegerlo, él no trataba de huir del mandato del Señor. Su huida fue en obediencia a Dios, pue Él le dijo a Elías exactamente a dónde ir y qué hacer.
El Señor le permitió beber agua del arroyo y todos los días le proveía de pan y carne entregados por cuervos. Pero llegó el día cuando el arroyo se secó. ¿Quería esto decir que Elías había pecado o que estaba fuera de la voluntad de Dios? ¡No! Sencillamente significaba que Dios tenía otro lugar para él y era un recordatorio a Elías de que confiara en el Señor y no en el arroyo.
A veces, es fácil obedecer y esperar a Dios cuando las cosas son razonables, pero cuando se nos pide hacer algo contra nuestras tradiciones, nos vemos encarados con un gran signo de interrogación. ¿Por qué mejor no mandarlo a otro lugar donde no hubiera sequía? ¿Por qué tenía que sufrir las mismas incomodidades que los que no amaban a Dios? Si él era el profeta de Dios, quien se consideraba ser el único siervo del Dios verdadero. Pero aún así, su arroyo se secó ¿Qué hacer cuando los arroyos se secan?

I. DEBEMOS PERMANECEN SEGUROS EN DIOS.

1. Seguros en la protección y respaldo de Dios.

a) Elías era un hombre que dependía de Dios.
b) Elías era un hombre seguro del respaldo divino.

2. Dios nos desafía a vivir para Él aún en la necesidad.

a) Seguros de que Él tiene el control, Él es quien nos cuida.
b) Dios nos desafía a no tener miedo del enemigo, Él está a con nosotros.
Lo mejor de esto, es que Elías le dijo sí a Dios y estuvo dispuesto a irse al arroyo; disfrutó de la sequía porque estaba seguro en Dios. Así nosotros debemos vivir demostrando la seguridad que tenemos en Dios, confiando en su protección aún cunado CUANDO LOS ARROYOS SE SECAN.
¿Has pasado por tiempos de sequía? No te has preguntado dónde esta Dios, no hay momentos en donde le has cuestionado, dónde te metiste, porqué me abandonaste, porque me has dejado. En medio de las situaciones difíciles Dios nunca te ha dejado.
No importa el tiempo que estas pasando, si la situación es difícil; no importa si no tienes nada, si sientes que Él te abandonó; no te desesperes, Dios está a tu lado, Él no te deja, Él no te abandona, Él siempre te cuida. Él es tu proveedor, Él es tu ayudador. Alégrate en tu Dios, clama a Él y te responderá y verás la mano de Dios sobre tu vida.

II. DEBEMOS PERMANECER OBEDIENTES A DIOS.

1. Obedientes en medio de las pruebas.

a) El diablo usa los momentos difíciles para desanimarnos y derrotarnos.
b) Dios los usa para llevarnos a crecer en nuestra relación con Dios y así poder conocerle mejor.
c) Refinados como plata (ejemplo)

2. Obedientes, aunque el arroyo se seque.

a) Las cosas para Elías cambiaron radicalmente: De la abundancia a la sequía
Había estado un tiempo al lado del arroyo, con cierta comodidad y abundancia; pero después viene la sequía y el arroyo se secó, su seguridad se acabó.
b) Dios quiere transformarnos y perfeccionarnos;
Dios quiere que tú te mantengas confiado en Él, que tú te mantengas en obediencia a Él en medio de las situaciones difíciles. Que nosotros podamos decir como Job dijo: ¿Aceptaremos el bien de Dios, pero no aceptaremos el mal?”
Amados hermanos, he conocido a muchas personas que se han acercado a Dios y gozado de sus bendiciones, pero cuando vienen los momentos difíciles, cuando los arroyo se secan desobedecen a Dios y viven apartados de lo que Dios pide y quiere de ellos.
Hermano, los momentos difíciles te llevaran a conocer más de Dios, a entender que Dios es real, a entender que él está a tu lado y que nunca te dejara. Los hombres y mujeres de Dios cuando el arroyo se seca están dispuestos a seguir adelante y se mantienen obedientes en medio de las pruebas.

CONCLUSIÓN

Conclusión. Dios llamó a Elías como su profeta, pero quería aún más, Él quería hacerle en verdad un hombre de Dios; eso lo llevó a ponerle en el arroyo, pero este se secó y se quedó vació; pero la fe de Eías no estaba en el arroyo, Él estaba seguro en Dios y seguro en su protección. Elías confiaba en que Dios proveería para sus necesidades aún en medio de las dificultades. Cuando el arroyo se secó, Elías se mantuvo firme en el Señor en el proceso de prueba, en los momentos difíciles, el aún seguía confiando en el plan y propósito de Dios para su vida.
¿Qué haces tú cuando el arroyo se seca?
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