Unidad 9. Sermón del Monte

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UNIDAD 9 --Tesoros en el Cielo/Mateo 6:19-24
Tesoros en el Cielo
»No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón. »Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad! »Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.” (Mateo 6:19–24, NTV)
6.19. Después de hablar sobre la verdadera justicia, ayudar con la motivación correcta, no por el hecho de ser vistos y recibir alabanza de parte de la gente. Hemos hablado sobre la diferencia del cumplimiento legalista de la ley por parte de los fariseos, y aún así, no estar agradando a Dios. Estamos viendo que nuestro Padre que ve en lo secreto, nos libra de hacer un espectáculo público, porque ÉL sabe de qué tenemos necesidad. Ahora trata el tema de no ser absorbidos o angustiarnos con cómo proveer para nuestras necesidades. Ser discípulo de Jesús significa que el creyente tiene que escoger entre 2 tesoros, (19-21) entre dos visiones (22-23) entre dos amos (6.24) y entre dos actitudes (6.25-34).
El contraste entre la recompensa terrenal y la recompensa celestial; aquí el contraste es entre el tesoro terrenal y el tesoro celestial.
Las posesiones como tales ¡no se prohíben! Tampoco está prohibiendo que guardes, proveas para las necesidades de tu familia. Lo que es incompatible con buscar el reino de Dios es la búsqueda obsesiva de la acumulación de riquezas o posesiones como un medio de obtener seguridad en la vida.
TESOROS AQUÍ EN LA TIERRA: Por la naturaleza misma de estos tesoros, son materiales que están sujetos a ser robados, devaluados por la corrosión, la corrupción y la pérdida.
POLILLA. En esa época las ropas elegantes, elaboradas era una marca de la riqueza de la persona. Esta frase quizá apunta cómo esos vestidos por muy bonitos y caros pueden ser destruidos por la polilla, los ratones o algo más. En esa época no había roperos, closets, plástico para proteger la ropa, la ironía de que la felicidad o contentamiento dependía de las posesiones es que aun los tesoros más valiosos sobre la tierra estaban sujetos a destrucción por animales tan insignificantes como la polilla. Con todos los medios de la protección actuales, ahora es la inflación, la devaluación, la bolsa de valores, ladrones, pueden arruinar los tesoros terrenales literalmente de la noche a la mañana. Esos tesoros por su misma naturaleza ¡no son permanentes!
LADRONES: No hay sistema de seguridad que prevenga al 100% que los ladrones entren y se roben cualquier cosa de valor que una persona pueda esconder en la casa.
__ ¿Cuál es la diferencia entre los tesoros sobre la tierra y los tesoros del cielo? ¿cuál es más seguro? ¿puede alguien que no es rico ser culpable de atesorar en la tierra como una persona rica? ¿cómo?
TESOROS EN EL CIELO: Estos incluyen el desarrollo de un carácter semejante al de Cristo (lo único que podemos llevarnos con nosotros al cielo es ¡nosotros mismos!, el aumento de fe, esperanza, Amor que permanecen dice Pablo:
Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor.” (1 Corintios 13:13, NTV)
El crecimiento en el conocimiento de Cristo a quien un día veremos cara a cara, la búsqueda activa por medio de la oración y el testimonio de presentar a Cristo a otros, para que también hereden la vida eterna y el uso de nuestros recursos, dinero para las causas de Cristo. Esa es la única inversión cuyos dividendos son eternos. Los discípulos acumulan esos tesoros a través de una vida de obediencia.
¿Qué estás haciendo en tu vida para atesorar así?
Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.” (Mateo 6:21, NTV)
El tema central no se trata del tamaño ni la cantidad de las posesiones, sino la devoción, dependencia de ellas. Aunque la obsesión de una persona rica con las cosas materiales pudiera ser más obvia, la gente de recursos modestos ¡también puede hacer que su vida gire alrededor de lo que tiene! Tratando de mantener o aumentar de forma obsesiva, las pocas posesiones que tiene. Nuestro tesoro puede ser pequeño y que nadie lo note, pero su tamaño es inmaterial. Todo depende del corazón. Y si preguntamos ¿cómo saber en dónde está nuestro corazón? La respuesta es simpe, -cualquier cosa que nos estorba de amar a Dios por sobre todas las cosas y actúa como una barrera entre nosotros y nuestra obediencia a Jesús ¡es nuestro tesoro! Y ese es el lugar en dónde está nuestro corazón. En lo que te ocupas a ti mismo, en lo que pones toda tu energía, compromiso, eso revela las intenciones y el carácter de tus motivaciones. Este pasaje revela que las posesiones materiales tienen el poder de pedir una lealtad que le pertenece -correctamente- sólo a Dios.
¿Defines el éxito por la cantidad de posesiones que puedes acumular?
¿Conoces alguien que tiene un estilo de vida que no es materialista?
¿Te afanas o pierdes la paz por tu comodidad económica o falta de esa comodidad?
»Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz;” (Mateo 6:22, NTV)
OJO LÁMPARA DEL CUERPO: Así como la luz nos muestra el camino en medio de las tinieblas, así el ojo es el que nos permite ver hacia dónde debemos movernos. Tanto el ojo como el corazón se usan en ocasiones en la Biblia como una metáfora para describir el principio motivador que guía el camino de una persona.
“Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a las ganancias deshonestas. Aparta mis ojos para que no vean la vanidad; vivifícame en tu camino.” (Salmo 119:36–37, RVA)
Tener un buen ojo es tener un corazón puro, buenas motivaciones. La imagen de un ojo malo se usa para describir a quienes son codiciosos o tacaños, entonces el buen ojo, se refiere a la gente que tiene un espíritu generoso que los lleva a compartir sus posesiones materiales. El contraste es entre quienes buscan la verdadera meta que es obediencia a Dios y a quienes llevan una vida “en la oscuridad”, como ciegos, porque el ojo malo del egoísmo no les ofrece luz que les pueda alumbrar el camino. Así como la ceguera lleva a las tinieblas, de igual manera una ambición egoísta (hacer tesoros para nosotros en la tierra) nos empuja hacia la tiniebla moral.
“»Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.” (Mateo 6:24, NTV)
El contraste aquí es entre amos competitivos. Es una de sus frases más memorables, Jesús señala que es imposible para una persona tener dos amos.
SERVIR: Literalmente es “ser esclavo de”, aunque una persona pudiera trabajar en dos empleos, no puede ser propiedad de dos amos.
ODIARÁ: Esto no es un odio activo, sino una manera de expresar el hecho que la lealtad a uno de los amos hace imposible la lealtad a otro amo, eso es literalmente imposible.
DINERO: Dinero de una palabra aramea que significa posesiones (mamonas). Dios que llama a su gente a “no tener dioses delante de mí” (Ex. 20.3) no tolera lealtades divididas de su pueblo. Esa lealtad dividida es igual a la idolatría.
“Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.” (Efesios 5:5, NTV)
¿Qué te diría Jesús si le dijeras que no tienes ningún problema en ser leal a ÉL y a las riquezas?
MUNDO MATERIAL
Un escritor llamado James Paternoster dice que el materialismo es “más que sólo nuestra tendencia a comprar más de lo que debemos. Es nuestra tendencia a comprar un punto de vista falso del mundo que pone las cosas materiales como el centro de la vida.” Sigue “los comerciales es uno de los canales más poderosos a través del cual la semilla de materialismo se siembra en nuestras vidas. Los comerciales trabajan con la presuposición que en uno mundo de productos competitivos, tienen que presentar su producto como la respuesta a nuestros deseos, nuestras necesidades y temores.
Algunos comerciales que vemos son más o menos honestos. Las toallas de papel absorben líquidos, los suavizantes de tela, la dejan con un aroma agradable, pero ¿qué tiene que ver la pasta de dientes y el romance? O ¿la tarjeta de crédito con la buena vida? o ¿el licor con amistades verdaderas?
El contraste es claro, Jesús dice que nuestra necesidad de amor, auto estima, propósito, esperanza, felicidad y productividad significativa se satisface sólo cuando buscamos a Dios y Su camino sobre todas las cosas. Mucho de la sociedad está dedicada a decir que esas necesidades se satisfacen a través de ser dueños de algo, o de cuánto gastamos y tenemos y ¡quién sabe qué cosas tenemos! Como alguien dijo: ¡toda mi vida se me ha ido gastando dinero que no tengo para comprar cosas que no quiero para impresionar a gente que no me cae bien!.
¿Cómo combatir el materialismo? Paternoster, nos da 3 sugerencias:
Aclara las falsas pretensiones de los comerciales: “No hay nada que puedas comprar que te dé amor, o te traiga felicidad real, te asegure el éxito o te haga la persona que deseas ser”.
De forma consciente, propositiva, oponte a la mentira materialista llenando tu vida de la verdad de Dios. Procura ser rico en las cualidades descritas en Gálatas 5. Y si tienes habilidades comerciales, de negocio, o prosperidad ¡también! Pero en ese orden.
Renovarla la mente ¡no es fácil! Los estrategas de mercadotecnia trabajan duro para influenciar nuestro pensamiento. Tenemos que trabajar duro en estudiar la Palabra de Dios, y en la oración. Podemos ayudarnos unos a otros. Recuerda el problema no es tener cosas, productos, teléfonos, motos, carros, casas, sino que tu felicidad, contentamiento dependa de esas cosas, porque entonces ¡eso es tu amo! Y no Dios. La meta no es eliminar las cosas materiales sino gozarlos por lo que son en verdad.
Juan Wesley decía: Uno debe ganar todo lo que uno pueda justa y honestamente. La necesidad capital no se debe dejar. Pero toda entrada después de cumplir con nuestra obediencia a Dios, satisfacer todas nuestras necesidades básicas, es para compartir con otros.
¿Cuál es el secreto para poder vivir así y tener una vida libre? El secreto es que necesitamos genuinamente querer buscar primero el reino de los cielos. Como el joven rico, como Zaqueo, tenemos que decidir entre Jesús y las riquezas o Jesús y Su reino nos importa tanto que estamos listos para sacrificar todo lo demás, incluyendo nuestras posesiones o realmente no estamos comprometidos verdaderamente con Jesús.
Si pudieras platicar con Jesús ¿qué le preguntarías sobre este tema?
¿Qué tan retador está siendo el Sermón del Monte?
Oración unos por otros
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