Cuando el pueblo de Dios fue deportado Dios les pide orar por una nación que destruyó su identidad nacional, algo que seguramente causó confusión cuando Dios les pide orar por el bienestar de la ciudad a donde fueron deportados a Babilonia. Lo cierto es que Dios se encargará de la nación injusta mientras que Dios prosperará la ciudad donde Dios deportó a Su pueblo, si esta se dedica a orar por ella para su propio bien.