El Espíritu Santo en la vida de Jesús.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Seguimos avanzando en esta serie que tiene como propósito conocer lo que la Palabra de Dios nos revela acerca de Dios el Espíritu Santo.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
Es sumamente importante que tengamos claro quien es el Espíritu Santo para que podamos amarlo y servirle de todo corazón.
Es en Jesús en quien nosotros vemos a una persona que ha recibido el Bautismo del Espíritu Santo y ha sido llenado de su presencia.
Jesús fue concebido por el Espíritu Santo
Jesús fue concebido por el Espíritu Santo
32 Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David.
33 Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!
34 —¿Pero cómo podrá suceder esto? —le preguntó María al ángel—. Soy virgen.
35 El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios.
Jesús fue proclamado por personas movidas por el Espíritu Santo
Jesús fue proclamado por personas movidas por el Espíritu Santo
Elizabeth la mamá de Juan el bautista
Elizabeth la mamá de Juan el bautista
41 Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo.
42 Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María: —Dios te ha bendecido más que todas las mujeres, y tu hijo es bendito.
43 ¿Por qué tengo este honor, que la madre de mi Señor venga a visitarme?
44 Cuando escuché tu saludo, el bebé saltó de alegría en mi vientre.
45 Eres bendita porque creíste que el Señor haría lo que te dijo.
Zacarias
Zacarias
67 Entonces su padre, Zacarías, se llenó del Espíritu Santo y dio la siguiente profecía:
68 «Alaben al Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
69 Nos envió un poderoso Salvador del linaje real de su siervo David,
Simeon
Simeon
25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.
27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,
28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra;
30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel.
Jesús fue afirmado por el Espíritu Santo en su bautismo
Jesús fue afirmado por el Espíritu Santo en su bautismo
21 Cierto día, en que las multitudes se bautizaban, Jesús mismo fue bautizado. Mientras él oraba, los cielos se abrieron,
22 y el Espíritu Santo, en forma visible, descendió sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das un gran gozo».
Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto
Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto
1 Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán. Y el Espíritu lo llevó al desierto,
Jesús fue fortalecido por el Espíritu Santo cuando comienza el ministerio
Jesús fue fortalecido por el Espíritu Santo cuando comienza el ministerio
14 Entonces Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo. Las noticias acerca de él corrieron rápidamente por toda la región.
Cada vez que superamos tentaciones de parte del diablo hay una aumento en la unción del Espíritu Santo
Jesús recibe su misión por el Espíritu Santo
Jesús recibe su misión por el Espíritu Santo
18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad,
19 y que ha llegado el tiempo del favor del Señor».
Jesús se regocijó en el Espíritu Santo
Jesús se regocijó en el Espíritu Santo
17 Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre!
18 —Sí —les dijo—. Vi a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.
20 Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.
21 En esa misma ocasión, Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes y por revelárselas a los que son como niños. Sí, Padre, te agradó hacerlo de esa manera.
Jesús enseño acerca de pedir al Espíritu Santo con perseverancia.
Jesús enseño acerca de pedir al Espíritu Santo con perseverancia.
5 Luego utilizó la siguiente historia para enseñarles más acerca de la oración: «Supongan que uno de ustedes va a la casa de un amigo a medianoche para pedirle que le preste tres panes. Le dices:
6 “Acaba de llegar de visita un amigo mío y no tengo nada para darle de comer”.
7 Supongan que ese amigo grita desde el dormitorio: “No me molestes. La puerta ya está cerrada, y mi familia y yo estamos acostados. No puedo ayudarte”.
8 Les digo que, aunque no lo haga por amistad, si sigues tocando a la puerta el tiempo suficiente, él se levantará y te dará lo que necesitas debido a tu audaz insistencia.
9 »Así que les digo, sigan pidiendo y recibirán lo que piden; sigan buscando y encontrarán; sigan llamando, y la puerta se les abrirá.
10 Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.
11 »Ustedes, los que son padres, si sus hijos les piden un pescado, ¿les dan una serpiente en su lugar?
12 O si les piden un huevo, ¿les dan un escorpión? ¡Claro que no!
13 Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan».
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Debemos orar con perseverancia por ese bautismo y unción del Espíritu Santo.