7. Todo el consejo de Dios: El Juicio Divino

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Introducción

Acción de gracias al Señor por su palabra y el desarrollo de la presente serie, animar a los hermanos a revisar los anteriores 6 sermones.

Propósito

Conocer y atesorar el plan eterno del Santo Dios Trino en su desarrollo orgánico, histórico y progresivo a través de las edades revelado en las Santas Escrituras.

Resúmen de sermones pasados

El Dios eterno, inmutable y autosuficiente precede en eternidad a la creación, en la cual se desarrolla orgánicamente, históricamente y progresivamente el plan de redención para su propia gloria.
Los cielos invisibles fueron la primera creación del Señor como su templo de contínua adoración celestial y la creación, es una réplica de los lugares celestiales llevada a cabo por el Santo Espítitu de Dios.
El jardín Edén es una réplica concentrada de los cielos superiores y creada para ser el templo terrenal donde habite la Gloria de Dios, en el cual Adán es creado y puesto para tener comunión con Dios en conocimiento justicia y santidad.
El pacto de obras fue aquel acto providencial y condescendiente de Dios para con el hombre por medio del cual este alcanzaría la bendición de vida con la condición de obediencia perfecta en el cual el árbol probatorio y sacramental son de vital importancia para su entendimiento. El quebrantamiento de este pacto trae con sí el cumplimiento de la promesa de justicia de Dios, pero al mismo tiempo es inaugurada la promesa de la gracia redentora por medio del pacto de gracia.
El quebrantamiento del pacto de obras trajo con sí la muerte y la degradación de la descendencia del hombre, pero el cumplimiento de la promesa del Señor en la provisión de la existencia contínua de la simiente de la mujer en el pacto de gracia sostiene la esperanza del evangelio.
La mezcla entre los cainitas y los setitas por medio de matrimonios mixtos, conllevará al juicio divino. El cumplimiento de la promesa del Señor en la provisión de la existencia contínua de la simiente de la mujer en el pacto de gracia (Noé).

Introducción al Sermón

Amados hermanos, el día de hoy daremos un paso más en el desarrollo de esta serie “Todo el consejo de Dios” meditando en el gran Juicio por agua (El Diluvio), por lo que pretendemos demostrar bíblicamente por medio de este sermón 3 tesis (proposiciones):
El Señor hizo de Noé un vaso de misericordia en virtud al pacto de gracia cuando toda la humanidad por su propio pecado fueron vasos de ira.
El Juicio del diluvio es una referencia escatológica directa al Juicio final de Fuego
El cumplimiento de la promesa del Señor en la provisión de la existencia contínua de la simiente de la mujer en el pacto de gracia (Sem) y la revelación de la gracia común.
El título del Sermón es “El Juicio Divino”

Historia de la redención en la presente narrativa

Hoy nos encontramos en el gran Diluvio Universal, el evento cataclísmico de Juicio Divino que produjo cambios significativos en el hombre, los animales y la tierra misma.
Este relato es de suma importancia histórica. Pese a los intentos de mitologizarlo (epopeya de Gilgamesh, etc.) la Escritura es firme en su veracidad teológica e histórica.

Exposición Escritural

El sermón anterior concluíamos con la esperanza de la continuidad de la simiente santa en Noé tras la depravación en escalada de la humanidad en pleno conduciéndonos a un juicio inminente.
Hoy con la ayuda del Señor abarcaremos el ministerio de Noé en medio del gran juicio divino que la escritura registra en Génesis 6-9.
Para llevar a cabo esta tarea fielmente, veamos cómo se desarrolla el relato de Noé y el Diluvio según la construcción quiásmica del texto (el quiásmo es una repetición de frases o términos iguales, pero de manera cruzada, conservando una simetría en el relato. Ejm. Salmo 1):
Introducción transitoria (6:9-10)
1. Violencia en la creación (6:11-12)
2. Primer discurso divino: resolución de destruir (6:13-22) -pacto-
3. Segundo discurso divino: “entra en el arca” (7:1-10)
4. Comienzo de la inundación (7:11-16)
5. La creciente inundación (7:17-24)
Dios recuerda a Noé (8:1a)
6. El retroceso de la inundación (8:1-5)
7. Secado de la tierra (8:6-14)
8. Tercer discurso divino: “deja el arca” (8:15-19)
9. La resolución de Dios de preservar el orden (8:20-22)
10. Cuarto discurso divino (9:1-17) -pacto-
Conclusión de transición (9:18-19)

Noé vaso de misericordia

El centro del relato del diluvio es la gracia y misericordia de parte del Señor para con Noé y su familia en virtud del pacto de Gracia. (En este relato es la primera vez en la Biblia que se menciona la palabra Pacto, explicar su significado)
Noé es descendiente directo de Set, la simiente santa que invoca el nombre del Señor (Gen4.26), que camina con el Señor (Gen5.22) y espera la promesa de redención del Señor (Gen5.29). Fue llamado varón justo y perfecto en sus generaciones, porque fue el Señor quien le dió de su gracia salvadora, la fe salvadora. Hebreos 11:7 “7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.” En virtud a la gracia de Dios Noé obedece en todo lo que el Señor le encomienda hacer.
Noé por la fe fue justificado en virtud a los futuros méritos de Cristo. Hebreos 11:13 “13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.”
Su familia (Esposa, 3 hijos y 3 nueras) fue la que en virtud al pacto de gracia fueron beneficiados con ingresar al arca y salvar sus vidas terrenales. Ahora es propicio recordar:
El pacto de gracia no necesariamente es sinónimo de salvación, ya que se ingresa a este pacto de dos formas: interna (los verdaderos regenerados) externa (los hipócritas que están en la iglesia)
El ingreso de la familia de Noé al arca nos enseña que el Señor no obra en personas aisladas, sino en familias, para que su descendencia glorifique su Santo Nombre.
Aplicación
En Noé encontramos una clara referencia a la salvación a través de la gracia, a través de la fe y a través de Cristo solamente, ya que él creyó a Dios con respecto al juicio venidero y la forma en la cual sería salvo, refugiándose en el arca. De la misma forma ahora nosotros sólo podemos ser salvos del juicio final que se avecina a través de la gracia, a través de la fe y a través de Cristo solamente que nos es predicada en el evangelio. Por así decirlo, por la fe en Cristo ingresamos al arca de Dios, su iglesia, su pueblo.
Los creyentes en la actualidad como miembros del mismo pacto de gracia por el cual Noé fue salvo, debemos imitar su fe, incluyendo a nuestras familias al pacto de gracia por medio del bautismo. Ya que, así como el diluvio separó a Noé y su familia del malvado mundo de su época, así el bautismo separa a los creyentes y sus familias del presente mundo malo. El bautismo es, entonces, la contrapartida del diluvio.

P. 94. ¿Qué es el bautismo?

R. El bautismo es un sacramento, en el cual el lavamiento con agua, en nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, significa y sella nuestra unión con Cristo, nuestra participación en los beneficios del Pacto de Gracia y nuestro compromiso de pertenecer al Señor.

El Diluvio como referencia escatológica del Juicio final

Sólo 8 personas fueron salvadas del diluvio contra toda la raza humana impía.

El Diluvio

Este evento cataclísmico sobrenatural por el cual el Señor exterminó a los seres vivos, fue el juicio divino por la impiedad humana, por la maldad del hombre, por el pecado. Gen6.13 “13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.”
No fue un evento local, sino universal. Se pueden encontrar vestigios de este juicio en registros culturales, fósiles y cambios en la corteza terrestre.
Más allá de estas determinaciones históricas y reales, meditemos en la referencia escatológica (explicar que significa escatología) directa que hace la palabra del Señor al diluvio 2 Pedro 3:
2 Pedro 3:6–7 RVR60
6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
En este pasaje se está:
Señalando al diluvio como un evento de juicio.
La tierra que ahora habitamos está reservada para un último juicio.
El juicio final será por fuego, señalando así la purificación final de la tierra de todo vestigio de pecado. Deuteronomio 4.24 “24 Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.”
Este juicio se dará por el retorno del Señor Jesucristo.
2 Pedro 3:8–14 RVR60
8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
Aplicación
Por un lado, el relato bíblico de diluvio es de vital importancia para poder explicar las dudas sobre geología y zoología. Pero por otro lado (más importante que el primero), el diluvio nos debe llevar a explicar que el Señor ya juzgó en agua por la maldad del hombre una vez esta tierra y que lo volverá a hacer una vez mas pero definitivamente en fuego.
Al igual que “Noé pregonero de justicia” el creyente está llamado a pregonar la justicia de Cristo a los impíos, prediquemos el evangelio con la misma urgencia del primer juicio, señalando al arca de la salvación que es Cristo.
El creyente debe vivir a la luz de esta realidad, que se avecina el juicio de Dios, viviendo vidas piadosas, irreprensibles en virtud a los méritos de Cristo. Fil2.15 “15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
El indrédulo no rechace esta verdad, ya que el Señor cumple lo que promete.

La simiente prometida afirmada y la gracia común

El diluvio destruye a todos los seres vivos de la Tierra, la línea impía la simiente de la serpiente perece (toda la descendencia de Caín), pero Dios salva noé y su familia en el arca afirmando así la promesa de la simiente prometida (Sem, próximo sermón).
Ahora bien, para explicar el concepto de la gracia común debemos definir qué es y cómo lo hallamos en las escrituras:
Podemos definir la gracia común bajo tres aspectos:
(1) una actitud favorable de parte de Dios hacia la humanidad en general.
(2) la restricción del pecado en la vida de los individuos y en la sociedad.
(3) la posibilidad de aplicar justicia civil por parte del no regenerado.
Para referinirnos al concepto de la gracia común debemos ubicarnos en el momento de la salida de Noé del arca, leemos:
Génesis 8:20–22 RVR60
20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. 21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho. 22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Génesis 9:1–7 RVR60
1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. 3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. 4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. 7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.
En estos pasajes encontramos la preservación del orden creado, la institución de la familia, el estado la continuación del dominio sobre los animales.
Ahora bien, la relación del pacto de gracia con el pacto con Noé tiene que ver con:
Pacto universal (con toda humanidad y creación).
Este pacto es llamado también como pacto de preservación y pacto de gracia común Mateo 5:45.
En este pacto el Señor refrena el mal con su gracia común (temporal) para que sus propósitos redentivos avancen hasta Cristo.
La señal del pacto es el arcoiris, la señal de la gracia común. Su simbolismo es muy interesante, ya que en la antiguedad, los reyes eran ilustrados con su arco hacia el frente en señal de guerra, y eran ilustrados con el arco horizontal en señal de paz. De la misma manera, el Señor nos comunica que está en su paciencia hasta el día final en el cual juzgará esta tierra por fuego.
El Señor es fiel a su pacto, ya que todo hombre es sustentado desde entonces por la gracia común, no envió otro diluvio como lo prometió pero como ya se dijo la guarda en paciencia hasta el día de purificación final.

Usos del sermón

Mira la similitud de la vida de los hombres en los días de Noé con nuestra realidad, ¡contrástala!. Mt24.12 “12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”
Los hombres aborrecen cada vez más a Cristo
El rechazo a los mandamientos de Dios es mayor
La conformación de una sociedad “suciedad” centrada en el hombre y en una falsa piedad (igualdad y tolerancia)
El mundo está cada vez más podrido en pecado y a nadie parece importarle porque aman vivir en el pecado, gozan quebrantar la Santa Ley de Dios.
Como creyentes, nuestra misión (nuestro nombre de iglesia) es llevarles al arca de la salvación, no cansarnos de ser pregoneros de justicia, de la justicia de Cristo. Pese a los rechazos y burlas, sigamos mis hermanos porque nosotros al igual que Pablo, sabemos a quién hemos creído.
Si estás fuera de Cristo, debes alarmarte porque tu alma está en peligro, la ira del Señor por tu maldad está sobre tí. Mira tu realidad frente al mismo Dios que juzgó el pecado. ¿Piensas que el Señor no juzgará tu pecado? Él no tendrá por inocente el culpalble. Por favor refugiate en Cristo, cree en Él, rindete y reconócelo como tu Señor y Salvador.
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