Comunicando Tu Fe: en la Conversación
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La conversación es una de las herramientas más eficaces en nuestro mundo, sin embargo, debido al progreso tecnológico en los medios sociales y los medios de comunicación, se ha perdido la importancia de la conversación con sustancia en el intercambio y la evaluación de ideas.
Jesús era excelente conversando; en todos los Evangelios podemos verle hablar con gente durante mucho tiempo. No es descabellado suponer que su ministerio conversacional tuvo un impacto tan grande como su ministerio de predicación. — Jesús Entre Otros dioses Seculares.
Una de las razones que nos puede ser difícil pasar de conversaciones superficiales a hablar de Jesús es que pasamos la mayoría de nuestro tiempo hablando sin decir mucho, no hablamos mucho de forma significativa con profundidad.
Para hablar de Jesús eficazmente, es necesario aprender a conversar como Jesús lo hizo, apuntando a temas importantes de la vida.
Si vas a la iglesia, que te pregunten, “¿Qué tal el fin de semana?” es una gran oportunidad, y sucede a menudo. — Vicente Vitale
¿De qué formas podrías interesarte por los gustos y aficiones de la persona con quien quieres compartir el Evangelio, para profundizar así en la relación y mostrarles el amor de Dios?
Siempre Preparados para Preguntar
Siempre Preparados para Preguntar
Hay aproximadamente más de 300 preguntas que hizo Jesús registradas en los Evangelios. Siempre hacía buenas preguntas.
Las preguntas que solemos hacer (qué tal el finde, cómo fueron las vacaciones, qué tal el trabajo, viste el partido anoche) suelen ser tan superficiales que se pueden responder con pocas palabras.
Aquí una lista de preguntas que ayudan a profundizar en una conversación:
¿Qué fue lo mejor/peor de tu fin de semana?
¿Qué cosas han estado dando vueltas en tu mente en esta semana?
¿Cuál fue el momento más feliz de tu vida? ¿Por qué?
¿Que es lo que realmente anhelas hacer en tu vida?
¿Qué es algo que haces bien naturalmente? ¿Que es lo que te gusta hacer?
Si tuvieras todo el dinero que quisieras, ¿cómo lo invertirías? ¿Por qué?
¿Cuál es tu mejor recuerdo de la infancia/adolescencia?
¿A cuál de tus familiares te pareces más? ¿En qué sentido?
¿Con qué familiar tienes más confianza? ¿Con algún otro? ¿En qué sentido?
¿Quién es tu mejor amigo? ¿Que es lo que te gusta más de esa persona?
¿Cómo crees que te describirían tus amigos?
¿Quién ha sido la mayor influencia de tu vida? ¿Por qué?
¿Cuál es una cosa física que cambiarías de ti mismo? ¿Algo que no sea físico?
¿Creciste en una familia religiosa? ¿Criarías a tu familia de la misma manera? ¿Por qué/no?
¿Que es lo que te parece más frustrante de las religiones?
Si pudieras crear una ley, ¿Cuál sería?
Si te permitirían quebrantar una ley, ¿Cuál sería?
¿Qué característica cress mpas importante en la vida de un líder?
¿Qué es lo que te genera más estrés?
¿Alguna vez has vivido una experiencia que te haya hecho pensar en Dios/que Dios existe?
Siempre Preparados para Responder
Siempre Preparados para Responder
Jesús siempre respondía con discernimiento y propósito. Algunos ejemplos:
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
Puede que una de las razones por la que Jesús respondía siempre con propósito y sabiduría fue su preparación en oración.
Si nos ponemos a considerar, sería algo fácil pensar en muchas de las preguntas y desafíos que tendremos que enfrentar al conversar con personas incrédulas.
Debemos entonces invertir tiempo en prepararnos a responder apropiadamente en conversaciones significativas.
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
La respuesta “No lo sé” también es una respuesta válida.
Nadie quiere unirse a una comunidad de sabelotodo, pero sí a una comunidad que se preocupa lo suficiente como para tomarse en serio sus preguntas, investigar y regresar con respuesta basadas en la reflexión y una invitación a seguir conversando.— JEOdS
¿Con cuáles preguntas te enfrentas regularmente?
¿Cómo podrías responder a esas preguntas de forma más creativa para generar una conversación mas profunda y relevante?
Siempre Invitacionales
Siempre Invitacionales
En nuestro mundo, típicamente uno no aparece a una fiesta si no lo invitan. No es de esperarse que alguien llegue a la Cristo si no son invitados.
Las tres parábolas en Lucas 15 (la oveja perdida, la moneda perdida, el hijo perdido) siguen la enseñanza de Jesús en Lucas 14 acerca de la invitación a ser Sus discípulos y el costo de seguirle.
En las tres parábolas, hay un gran regocijo cuando los perdido es encontrado (vs: 7, 10, 24). Si hay tanto regocijo en el cielo por uno que se arrepiente, ¿por qué dudamos tanto a la hora de invitar a gente a seguir a Cristo?
Una pregunta digna de hacer al conversar con un incrédulo: Si te preguntaran qué es lo que te impide entregar tu vida a Jesucristo, ¿que responderías?
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.