¿Cómo orar?
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Introducción
Introducción
La falta de oración puede traer a la vida remordimiento y frustración por la falta de constancia.
La clave que detona la constancia es encontrar la metodología que funciona para uno y que lo motiva.
Las oraciones suelen ser muy monótonas y ambiguas. Ante esto debemos recordar que la oración no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr un fin.
La oración sirve para procesar las cosas con Dios. Es como una invitación a la vulnerabilidad delante de nuestro Padre.
Cita bíblica: Proverbios 28:9 “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.”
¿De qué hablamos a Dios?
I. Hablar de cómo nos sentimos
I. Hablar de cómo nos sentimos
Nuestro vocabulario emocional se ha limitado a 3 palabras “triste, feliz o tengo hambre”. Existen muchas emociones más, el saber estos matices nos da mucho más material de qué hablar con Dios. (Ruleta de las emociones)
Las emociones y sentimientos no son lo que guía nuestra vida, sino que son una alarma de lo que está pasando adentro, y muchas veces es Dios tocando la puerta.
En el recorrer de la Biblia vemos a Dios mostrando sus emociones: Mt. 20:34; Sof. 3:17; Ez 5:13; Is. 63:10; Ex 20:5; Jer 31:3; 1 Juan 4:7
II. Escuchar el diálogo interno
II. Escuchar el diálogo interno
Lo que pensamos y lo que sentimos nos lleva a actuar como actuamos y es con eso que debemos ir donde Dios. Al ir a Dios así nos lleva a detonar todo delante de él y nos da lugar a evaluar esos pensamientos para ser transformados (Ro. 12:2) ¡Dígale a Dios todo! Expréselo con franqueza (Sal 22:2; 88:13; 31:4; 55:12; 13:1; 98:4)
III. Escribir en vez de hablar
III. Escribir en vez de hablar
Esto puede ser el cambio de disciplina, busca tu forma adecuada de hacerlo. Escribe todas las situaciones y mientras escribes puedes recibir respuestas de Dios.
IV. Filtrar todo con la Palabra de Dios (¿Qué dice Dios?)
IV. Filtrar todo con la Palabra de Dios (¿Qué dice Dios?)
Compara lo que escribes y dices con lo que la Biblia dice. Si conoces la Biblia, cuando estás orando, a menudo Dios, que es lo más lindo, te puede traer a la mente un pasaje o un versículo para hablar a tu corazón.
Es importante ser intencional y buscar respuestas activamente en la Biblia. La Biblia debe ser nuestro punto de partida.
¡Nunca vamos a tener oraciones perfectas!